"La muerte de Inés Calderón"
El viernes 16 de enero fueron robados 10 vehículos de un rancho, que según documentos en poder de Noroeste, es una ex propiedad del fallecido José Inés Calderón Quintero.
El hombre de 33 años, tío del actual Presidente Municipal de Culiacán, Jesús Vizcarra Calderón, fue asesinado el 26 de marzo de 1988 en un enfrentamiento con la extinta Policía Judicial Federal.
Conocido también como "El Ingeniero" y originario de Tamazula, Durango, a Calderón Quintero se le relacionaba presuntamente con los narcotraficantes Ismael "El Mayo" Zambada y el difunto Manuel Beltrán Félix, quienes, según agencias antinarcóticos, contribuían en sus operaciones delictivas.
Inés Calderón fue apresado varias veces por la Procuraduría General de Justicia, pero salía libre al poco tiempo.
El 27 de marzo de 1988, Noroeste documentó su muerte. Las agencias informativas indicaron que Guillermo González Calderoni, en ese entonces comandante de la Policía Judicial Federal, asesinado en 2003 en McAllen, Texas, estuvo presente en los hechos.
"Tras un enfrentamiento a balazos sostenido en el interior de un domicilio del fraccionamiento La Campiña, entre la Policía Judicial Federal y otro grupo, José Inés Calderón Quintero resultó muerto".
Las autoridades policiacas argumentaron que le gritaron a Calderón que se rindiera. Pero éste contestó disparando un "cuerno de chivo" contra los policías, mismos que respondieron a la agresión con rifles AR-15 e hirieron con un solo tiro a José Inés a la altura de la tetilla izquierda, provocándole la muerte.
Las investigaciones revelaron que para poder entrar al domicilio, los judiciales encabezados por Calderoni, detuvieron a dos personas que estaban en la entrada de la casa. Además, la PGR incautó en la vivienda 293 gramos de cocaína pura, joyas y armas.
Tres días después del deceso de Calderón Quintero, la agencia del Ministerio Público Federal adscrita a la PGR, reveló que el finado era cabecilla de una presunta banda de narcotraficantes que controlaban el mercado de cocaína en Sinaloa y que mantenían contactos con narcos de Bolivia, quienes les trasportaban la droga en avión hasta Culiacán.