Lino Rivera se mostró sorprendido no sólo por perder la serie, sino por la forma en que cayeron ante los Venados:
En cuatro juegos al hilo.
Pero reconoció que los Venados merecieron ganar porque en los momentos claves hicieron las cosas donde los Algodoneros fallaron.
Por eso es que están en semifinales, dijo el estratega puertorriqueño.
Fue esta una confrontación en la que el equipo con mejor pitcheo se impuso al de mejor bateo, confirmándose una vez más la importancia de contar con buenos lanzadores, especialmente en series cortas.
Los Algodoneros tuvieron oportunidad en cada uno de los juegos, incluso en el del domingo en el que sólo pegaron cuatro hits, pero como ocurrió a lo largo de la serie, fallaron en el momento oportuno. Nunca dieron el batazo impulsor.
Pero es que no se los permitió el filoso pitcheo de los Venados, que cerró impresionante el rol regular y siguió en igual forma en la postemporada.
Sin embargo, Eddie Díaz ha señalado con un cauto optimismo, hemos dado un paso importante, pero para ser campeones necesitamos ganar ocho juegos.
El piloto dominicano, quien llegó a transformar a los Venados, extendió así su dominio sobre Lino Rivera, a quien derrotó en los siete juegos que encararon, incluyendo una barrida del 11 al 13 de diciembre.
Esto podría encuadrarse en lo que parece ser una jettatura de los Venados sobre Guasave en juegos de playoffs.
En la temporada 2005-06, los Venados perdieron el primer juego de la final ante Guasave y luego le ganaron los siguientes cuatro.
Esto significa que los han vencido en los últimos ocho juegos de postemporada.
Mucho antes, en la edición 1986-87, Mazatlán barrió en cinco juegos a Guasave y posteriormente se coronó en siete partidos sobre Tijuana, con el mismo hombre que fue coach de banca de los Algodoneros, el cubano Carlos Paz.
Parecía que los Algodoneros podrían dar más esta vez, pero cierto es que tuvieron varios imponderables que afectaron su rendimiento.
Las lesiones de jugadores claves como Mario Valenzuela y Mario Valdez, la partida del irresponsable colombiano Jolbert Cabrera, quien nunca regresó, pese a sus promesas, y la pérdida de uno de sus mejores lanzadores, Matt Riley, fueron factores en la baja de juego de un equipo que ganó 10 de sus últimos 12 juegos en el rol regular.
Adicionalmente debe considerarse la novatez de algunos de sus jugadores a quienes de plano les pesó el playoff.
Pero los Algodoneros dejaron en claro que tienen equipo para figurar por varios años como contendientes.
La novena cuenta con una línea de jóvenes prospectos, algunos con capacidad incluso para llegar a las grandes ligas y tienen varios años por delante para desarrollar su potencial con el equipo azul.
Contra el que sea
Los Venados regresarán a entrenar hoy al Teodoro Mariscal.
A Eddie Díaz no le preocupa el siguiente rival.
Estamos listos para quien sea, dice Eddie. Para mi el regalo más grande sería el campeonato, pero necesitamos ganar ocho juegos más, subraya.
Con los Cañeros muy cerca de la calificación, Mazatlán podría enfrentar a partir del sábado a los Yaquis, en una serie que sería electrizante.
Díaz dijo que mantendrá la misma rotación en semifinal.
Abrirá con Pablo Ortega y después lanzarán Randy Williams, Walter Silva y Óscar Bustillos.
Reflejan realidad
Después de cuatro juegos, las estadísticas son un fiel reflejo de lo que ha ocurrido.
Los Tomateros, muy cerca de semifinales, punteaban en bateo (.279) y en efectividad, 1.46, en un empate con los Venados.
Mazatlán es segundo en bateo (.250), mientras Guasave sólo pudo batear .199 y registró 3.60 en carreras limpias admitidas.
¡BUENOS DÍAS!
Jrobertoriveros@hotmail.com
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