"'Mi hijo no es malo': Rita López Montoya, mamá de 'El pozolero'"

Sergio Lozano/Noroeste Évora

GUAMÚCHIL._ Rita López Montoya está indignada. "No sé por qué le dicen 'El Pozolero'; ni las novelas miro para no prender la tele, porque no quiero ver a mi hijo detenido". 

La mujer es la madre de Santiago Meza López, a quien la Procuraduría General de la República acusa de ser presunto responsable de disolver en sosa cáustica los cadáveres de al menos a 300 personas. 

"Desde ese día la televisión y el radio no se prenden en esta casa", dice, "y tanto que me gustaban ver las noticias de Joaquín López Dóriga". 

Rita vive en una de las tantas colonias populares de Guamúchil, una ciudad con una población de más 90 mil personas, al norte de Sinaloa. 

"A mí me avisaron los vecinos", revela la madre, "yo no creo, mi hijo es bueno, es muy trabajador, nosotros somos muy humildes". 

"Él me mandaba cada 20 días o cada mes mil o mil 500 pesos, para pagar los frijoles y las tortillas que quitábamos fiados en el abarrote", detalla. 

Parada a un costado de una silla, debajo de un tejabán de lámina que sirve como portal de la familia Meza López, la madre dice no creer lo que está pasando. 

Melchor Meza López, hermano de Santiago, quien se la pasa postrado en una silla debido a que apenas comienza a caminar después de un accidente automovilístico que lo dejó inválido, clava su mirada hacia el hornillo donde su madre prepara los alimentos. 

"Mi hermano es bueno, no creo tantas cosas que dicen de él", señala. 

La mamá coincide con esa versión que da su hijo y agrega que Santiago o "El Chago", como lo conoce la familia y los vecinos, nunca fue de pleitos. 

"Nunca tuve un reclamo de la gente, mi hijo no es malo. No, no puede ser cierto, es una mentira de las autoridades, mi hijo no hizo nada, él es un buen muchacho". 

"Él nunca fue violento, por eso a nosotros, la noticia nos cayó como de pedrada". 

Su hijo, de oficio de albañil, salió de Guamúchil hace poco más de 15 años con varios trabajadores más a probar suerte en la frontera. 

Rita agrega que Santiago le mandaba sus mil o mil 500 pesos cada 20 ó 30 días, desde que su esposo Salvador Meza murió, hace 4 años. 

Y cuenta: Santiago dejó a su esposa y cuatro hijos.
"La hija mayor de Santiago tiene problemas no está bien", expresa.

¿Por qué tanto interés...?
Quien también conoce un poco de la historia de Santiago Meza López es la maestra Rosa María, quien recuerda a un niño güerito que estudió en la primaria estatal Agustina Ramírez.
"¿Por qué tanto interés en ese niño después de tanto tiempo?", pregunta la profesora.

¿No ha visto las noticias donde señalan que Santiago Meza López, fue detenido en Tijuana? le insiste el reportero.
¿Y con qué lo detuvieron...?

La reacción de la maestra es inesperada. Se tapa la cara y suelta:
"¡Santo Dios!". Después se niega a hablar más del tema, argumentando que quienes podrían saber más de ese niño son los maestros que le dieron clases en quinto o sexto año, pues ella solamente le dio en primer año.