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"ACCIDENTE"

"Muere al caer de una escalera"

"Cae al enredarse uno de sus pies con un mecate cuando bajaba por una escalera de su casa en Mazatlán; fallece al instante"
14/11/2015 07:34

    MAZATLÁN._ Cuando bajaba de su vivienda por una escalera de madera, un vecino de la Colonia Montuosa se enredó con un mecate, provocando que cayera de una altura de dos metros y medio, muriendo al instante.
    La víctima fue identificada por su esposa como Francisco Javier Rivera Garzón, "El Nini", de 55 años, con domicilio en el sitio en donde ocurrió su muerte, en el número 5 del Callejón Chema Díaz de la Colonia Montuosa.
    Los datos recabados en el sitio en base al testimonio de algunos testigos señala que alrededor de las 07:56 horas, Rivera Garzón salió de la pequeña y precaria vivienda de madera y lámina, la cual construyó en la segunda planta del callejón.
    La esposa informó que al pisar el primer escaño con el pie derecho para bajar de espaldas, el pie izquierdo se le enredó en un mecate que sostenía a la escalera para que no se moviera del lugar.
    El enredo propició que éste se viniera abajo, hacia atrás, de una altura de dos metros y medio, hasta que la nuca golpeó contra el piso.
    El quincuagenario sufrió traumatismo craneoencefálico y murió al instante.
    Paramédicos de la Cruz Roja acudieron de inmediato al sitio, en donde comprobaron que ya no contaba con signos vitales.
    Del hecho tomó conocimiento personal de la Agencia del Ministerio Público del Fuero Común de guardia, peritos de la PGJE y elementos investigadores de la Policía Ministerial.
    Trabajadores de una agencia funeraria de guardia levantaron el cuerpo.
    'Me quedé sola para siempre'
    Sin poder siquiera pronunciar tranquilamente su nombre, Martha Hilda Pérez Plascencia, de 60 años, esposa del fallecido Francisco Javier Rivera Garzón, no daba crédito a la muerte de quien dijo, era su gran compañero.
    Junto al cuerpo, la esposa miraba una y otra vez el cadáver de su pareja, el cual se situaba a metro y medio sobre el piso de concreto, boca arriba, con los brazos semiabiertos.
    "Somos pobres, vivimos de vender botes, lámina y en ocasiones periódicos", destacó.
    La viuda mencionó que sólo unas semanas atrás, construyeron con ayuda de vecinos la precaria casa situada en la planta alta del callejón, apoyados con madera, láminas y restos, la mayoría recogidos de la calle, y algunos donados por los mismos residentes del callejón.
    "¿Qué voy a hacer? No tengo ni para el velorio, menos para vivir", mencionaba la señora.
    En una pequeña pausa, la mujer se agachó junto al cuerpo y tomó los lentes de la víctima, los cuales estaban rotos, unidos con un pequeño cordón negro.
    "Se resbaló y cayó, lo traté de despertar, pero ya estaba muerto", concluyó.