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"Corrupción"

"Revela EU red de corrupción"

"Beltrán Leyva tenían corrompidos a policías estatales y municipales, y hasta militares, según el Departamento de Justicia de Estados Unidos"
16/11/2015 11:20

    Culiacán.- Elementos del Ejército, la Policía Estatal y Municipal de Culiacán habrían estado al servicio de los hermanos Beltrán Leyva, a quienes brindaban protección las patrullas y privaban de la libertad a rivales, asegura el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
    De acuerdo con nuevas acusaciones presentadas en la Corte Federal del Distrito de Columbia, contra Alfredo Beltrán Leyva, "El Mochomo", los hermanos Beltrán Leyva tenían corrompidas a las corporaciones locales y a miembros de alto rango del Ejército.
    El Departamento de Justicia basa sus acusaciones en declaraciones de testigos protegidos que pertenecieron al grupo criminal y testificaron contra "El Mochomo".
    El documento fechado el 16 de junio, señala que a través de una red de corrupción con policías y políticos, así como la violencia, los Beltrán Leyva dirigieron una red de transporte de estupefacientes a gran escala y movían por tierra, aire y mar toneladas de cocaína desde Sudamérica a México y finalmente a los Estados Unidos.
    "El Mochomo" enfrenta un juicio por conspiración para distribuir cocaína y metanfetamina, y con las nuevas evidencias el Departamento de Justicia busca que también sea enjuiciado por sobornar a funcionarios públicos para lograr la conspiración.


    Policías al servicio del Cártel
    El Cártel de los Beltrán Leyva además de sus grupos de sicarios tenía a su servicio a elementos de las policías estatal y municipal de Culiacán, indica el documento presentado en la Corte.
    El testimonio del que fue encargado de la seguridad personal de Alfredo, asegura que "El Mochomo" tenía dos grupos armados en Culiacán, cada uno con aproximadamente 100 hombres con armas de grueso calibre, entre ellas AK-47, AR-15, bazucas y calibre 50.
    Esos grupos eran para evitar la detención de "El Mochomo", en el momento que grupos rivales intentaran asesinarlo y facilitar el tráfico de drogas.
    Para protegerse de cárteles rivales, menciona, Alfredo llegó a viajar en convoy de al menos 10 vehículos llenos de hombres armados.
    Como parte de su red de protección y corrupción, además tenía bajo su mando a elementos policiales quienes supuestamente también privaban de su libertad a miembros de los grupos rivales para entregarlos al Cártel Beltrán Leyva.
    Un miembro de la organización, que ahora es testigo cooperador del Gobierno de Estados Unidos, asegura que "El Mochomo" tenía comunicación directa con policías estatales y municipales.
    El líder del grupo criminal personalmente hacía los pagos a los policías y cuando no podía daba instrucciones para que se hicieran a su nombre.
    "Los conspiradores fueron vistos conduciendo en patrullas de la policía; el hermano del acusado, Arturo, fue escoltado por la policía de forma regular; y la droga fue incluso escoltada por la policía local. La policía también entregó 'contras' de forma regular a los Beltrán Leyva", indica el documento.


    Militares corrompidos
    La red de corrupción de los hermanos Beltrán Leyva también alcanzó a altos mandos del Ejército Mexicano.
    Según el testigo, "El Mochomo" intentó sobornar a un General de Culiacán con 3 millones de dólares mensuales, que serían pagados un millón por él; un millón por Joaquín "El Chapo" Guzmán; y un millón por Ismael "El Mayo" Zambada.
    El General, del que no menciona nombre y tampoco la fecha del soborno, se negó a recibir el dinero y amenazó con arrestarlos.
    Ante la negativa, "El Mochomo" quería asesinar al mando militar, pero su hermano Arturo le informó que él ya sobornaba a un militar con rango más alto por lo que no habría problemas con el General.
    Alfredo desistió del asesinato, pero ordenó que arrojaran perros muertos frente al cuartel militar con un mensaje para intimidar al mando castrense.
    El gobierno estadounidense también tiene el testimonio de un testigo cooperador que asegura que sobornaron a un miembro de alto rango de las fuerzas armadas para permitir cultivar, cosechar y vender cinco o seis toneladas de mariguana durante cada cosecha.


    Asesinato de "El Julión" Beltrán
    Durante las mañanas, se lee en la acusación, "El Mochomo" se reunía con sus jefes de sicarios, "El Rayito" y "El Wacho".
    En esas reuniones los sicarios informaban al líder del grupo de los "contras" que habían sido secuestrados, interrogados y torturados la noche anterior y entonces "El Mochomo" daba la orden de asesinarlos y desaparecerlos.
    Entre los homicidios que los testigos señalan, se encuentra el de Julio César Beltrán Quintero, "El Julión".
    Archivos periodísticos indican que "El Julión" fue asesinado el 13 de julio de 2005 sobre la Avenida Álvaro Obregón, en Culiacán; junto con tres elementos de la Dirección de Servicios de Protección que custodiaban a su esposa.
    El documento presentado en la Corte detalla que según un testigo, Arturo Beltrán fue quien ordenó asesinar a "El Julión".
    Beltrán Quintero y los Beltrán Leyva eran socios en el trasiego de cocaína de Colombia a México, pero parte de una de esas cargas se perdió, abunda el documento.
    De acuerdo con el testigo, más tarde se supo que la carga que supuestamente se había perdido la tenía "El Julión"; y presuntamente Arturo ordenó a su hermano Alfredo asesinar a Beltrán Quintero.


    Control desde la cárcel
    El líder del Cártel de los Beltrán Leyva, Alfredo Beltrán Leyva, fue detenido por fuerzas federales el 21 de enero de 2008 en la Colonia Burócrata en esta ciudad; y en noviembre de 2014 extraditado a Estados Unidos.
    El Departamento de Justicia señala que mientras estuvo en prisión en México, "El Mochomo" siguió operando el Cártel.
    Uno de los testigos cooperadores testificará en el juicio sobre los sobornos pagados a funcionarios de prisiones para permitir a Beltrán Leyva recibir las ganancias de las drogas y que tuviera teléfonos y otro artículos.
    El Cártel de los hermanos Beltrán Leyva, establece el Departamento de Justicia, fue capaz de operar con impunidad en México debido a los sobornos a funcionarios policiales, militares y gubernamentales.