"Se reservan información aun año de la masacre en Badiraguato"
La versión oficial de cómo y porqué se registró la matanza de civiles por parte del Ejército hace un año en el poblado de Santiago de Los Caballeros, Badiraguato, es "reservada" ya que el caso se encuentra todavía en periodo de instrucción (desahogo de pruebas), informó la Secretaría de las Defensa Nacional, en respuesta a una solicitud con base en la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental.
"Esta Secretaría no tiene versión oficial de los hechos y estos están contenidos en el proceso penal 82/2008 del índice del Juzgado Militar adscrito a la III Región Militar... que tiene autonomía y que con base en la LFTAIPG se considera información Reservada los expedientes judiciales en tanto no hayan causado estado (resolución) y en consecuencia existe impedimento legal para que se le proporcione", señala la Sedena.
La respuesta a la solicitud señala que los cinco militares detenidos por la masacre permanecen presos en la cárcel de la Tercera Región Militar en Mazatlán, y la Sedena asegura que los familiares de los jóvenes asesinados y el que resultó herido recibieron indemnizaciones como pago del daño moral y material que sufrieron.
En la matanza que fue calificada por la Sedena como "incidente", perdieron la vida Édgar Geovany Araujo Alarcón, Héctor Zenón Medina López, Manuel Medina Araujo e Irineo Medina Díaz.
Mientras que Wilfrido Madrid Medina, estudiante de Contabilidad de la UAS, resultó herido; y Miguel Ángel Medina resultó ileso.
En el "incidente" también murieron los militares Damián López Altamirano y Manuel Malohua Domínguez; y resultaron heridos otros dos.
La dependencia explica que los familiares de los jóvenes asesinados recibieron 153 mil 562 pesos; mientras que el joven herido obtuvo 38 mil 390 pesos.
La información establece que fueron detenidos el teniente de infantería Víctor Ruiz Martínez, el cabo de infantería Antonio Rojas Reyes; y los soldados Jorge Jiménez Castañeda, Misael Solano Muñoz, y José Francisco Balam May. Todos ellos son juzgados por violencia contra las personas causando homicidio y violencia contra las personas causando lesiones.
Además el cabo y los soldados son procesados también por homicidio imprudencial y lesiones imprudenciales.
El 'incidente'
Ese día Miguel Ángel Medina alcanzó a escuchar cuando Zenón dijo: "Hey compas, viene un carro con las luces muy altas. Parecen ´guachos´"; y después vio los destellos de las armas cuando los militares empezaron a disparar contra la Hummer.
Todavía alcanzó a ver cómo las balas derrumbaron a Zenón, quien soltó el volante y la camioneta se fue sin control.
La sangre bañó a Miguel Ángel, quien iba sentado detrás del chofer. Después vio derrumbarse a Édgar Geovany, que iba de copiloto, y la sangre de éste también lo salpicó.
Era el 26 de marzo de 2008 alrededor de las 22:00 horas a la entrada de Santiago Los Caballeros, ubicado a 40 kilómetros de la cabecera municipal de Badiraguato. Las víctimas iban en una Hummer y se dirigían a una fiesta a un poblado cercano.
Días después de la matanza, y entrevistado en El Potrero de Los Medina, Miguel Ángel contó:
"No supimos ni por qué nos dispararon. Nada más escuchaba los rafagazos. Después vi que le dieron a Manuel y después a 'Nayo'".
Con el olor de la pólvora quemada y manchado con la sangre de sus amigos, Miguel Ángel empezó a manotear y arañaba el cristal de la ventana para poder salir de la Hummer.
"Los militares seguían disparando y como pude abrí la ventana y me salí de la camioneta, alcé las manos y empecé a gritarles 'no disparen. No traemos armas'. Pero siguieron disparando".
Miguel Ángel contó que después un soldado le apuntó con el arma y lo jaló hacia el camino, donde lo tumbó boca abajo junto con Wilfrido, quien logró salir por la ventana con un rozón de bala en la cabeza y otro en el brazo.
Añadió que los dos fueron pateados por los militares para que no siguieran viendo la impactante escena de sus amigos masacrados.
Familiares afirmaron que los jóvenes no llevaban armas, ni agredieron a los soldados. La PGR estatal informó que no hallaron armas que hubieran portado los civiles; mientras que la Comisión Nacional de Derechos Humanos informaría que los soldados que murieron y los que resultaron heridos, cayeron víctimas de las propias balas de sus compañeros.
En las primeras versiones, el Ejército informó que se había tratado de un enfrentamiento entre narcos con militares, pero después en un escueto comunicado sólo se limitó a decir que había sido un incidente.
A un año de la masacre, el "incidente" sigue sin ser esclarecido.
