"Sentencian a 27 años a asesino mochitense"
CULIACÁN._Un sujeto originario de Los Mochis, que en 2006 asesinó a un estudiante universitario, fue sentenciado a 27 años de prisión, informa la Procuraduría General de Justicia del Estado.
Los datos proporcionados por la Unidad Especializada en Aprehensiones establecen que el sentenciado se llama Marcelino Beltrán Toledo, "El Chilo", con residencia en calle Lázaro Cárdenas, en el Centro de Los Mochis.
La Unesa señala a Beltrán Toledo como el líder del grupo criminal responsable de darle muerte al estudiante Raúl Humberto López Rábago, de 23 años, originario de Ciudad Obregón, Sonora, pero con residencia en Los Mochis.
También se informó que otras dos personas cómplices de "El Chilo" ya se encuentran sentenciadas a 27 años de prisión en el penal de Los Mochis por este homicidio, identificados como Jorge Alberto Encinas López, "El Saico", e Iván Oswaldo Serrano Acosta, "El Papano".
La corporación señala que el móvil del crimen fue la disputa del amor de una joven, de la que no se reveló su nombre, la cual primeramente fue pareja del estudiante, y tras romper relaciones, Iván Oswaldo comenzó a salir con ella.
A principios de 2006, López Rábago intentó reconciliarse con ella, pero ella le informó a su actual pareja que se sentía incómoda por el acoso de su ex pareja, y que incluso estaba dispuesta a dar una propina a quien le diera una golpiza para que la dejara en paz.
Luego, Iván solicitó la ayuda de sus amigos "El Papano" y "El Saico" a cambio de un pago para realizar el trabajo, y éstos aceptaron.
La noche del 19 de abril de 2006, la joven conducía un automóvil y se encontró con Raúl Humberto, a quien invitó a pasear.
Compraron cervezas y se trasladaron a una zona de árboles situada a un costado de la carretera Los Mochis-Topolobampo.
El expediente revela que minutos después, la fémina realizó una llamada telefónica donde informó a Iván el lugar donde se encontraban, y en cuestión de minutos éste llegó en compañía de sus cómplices a bordo de un Ford Mustang.
Para que pareciera ser un asalto, en el que la mujer fingía ser víctima para despistar a los testigos, los sujetos golpearon al estudiante hasta subirlo por la fuerza al automóvil.
La joven fingió librarse de sus atacantes y subió a su automóvil para ir por ayuda.
Luego los delincuentes se llevaron a su víctima a un paraje solitario en las inmediaciones del ejido 9 de Diciembre, donde lo agredieron a balazos hasta causarle la muerte.
Horas más tarde, Serrano Acosta se reunió con la dama en la plazoleta 33 de la colonia 12 de Octubre, para informarle que el trabajo se había realizado.
La mañana del 21 de abril fue encontrado el cuerpo de López Rábago y el primero en ser detenido fue Iván Oswaldo, quien confesó que el crimen lo había cometido porque el fallecido molestaba a la joven que pretendía.
En las investigaciones delató a sus cómplices, por lo que a los días fue detenido Jorge Alberto, y dos años después Marcelino.