"Antes de juzgar, mira estos 5 errores que tú estás cometiendo"
Deseret News
Es probable que hasta este momento de tu vida haya pasado sin mayores controversias, quizás nadie en tu familia ha ido a
parar a la cárcel o caído en las redes de una adicción. Quizá ustedes han sido lo que se considera "una familia ejemplar", lo cual
sin duda puede ser muy halagador. Sin embargo, si crees que por el hecho de no haber tenido un problema con la justicia y que
en tu familia nadie haya cometido tan solo un pequeño desliz, tienes el derecho para señalar, juzgar o criticar a quienes no han
sido tan afortunados como tú, estas muy equivocado.
Por fortuna, son pocas las personas que se ven tentadas a hacer este tipo de cosas, quizá por la educación impartida por sus
padres, sus creencias religiosas, valores personales o incluso porque aprendieron de la forma más dura las consecuencias de
juzgar a su prójimo.
Es por esto que me gustaría resaltar cinco razones por las cuales es mejor pensar dos veces, antes de criticar o juzgar los
errores de tu prójimo.
1. No conoces la historia completa
Parece simple criticar, por ejemplo, el hecho de que algunas fotos privadas de una chica que conoces estén rondando por
Internet. Pese a eso, no sabes la manera como llegaron a parar en algunos sitios de la red. Con esto quiero decir que siempre
debes considerar que la moneda tiene dos caras y al no saber qué sucedió para que esas fotos salieran a la luz pública, no
tienes derecho a hablar mal y juzgar al respecto.
2. Todas las personas son diferentes
Habiendo sido criados de manera diferente y vivido distintas experiencias en la vida, aunque nos unan lazos de sangre, cada ser
humano tiene formas de pensar y actuar muy diversas. Eso no hace a ninguna persona buena o mala, ni mejor, ni peor.
Lo anterior debería ser suficiente razón para respetar a los demás y no fijarse en lo malo que han hecho otros. Que tú no hayas
tropezado de la misma manera que la persona que señalas, no te hace mejor, seguramente también has cometido otro tipo de
errores.
3. Al juzgar, estás lastimando
Cuando juzgas el hecho por el que alguien esté pasando por un mal momento en su vida, resaltando el error que ha cometido,
estás causando un profundo dolor. Recalcarle a la persona una y otra vez su falta no es ayudarle, sino actuar de manera cruel,
así que no pienses que al hacer este tipo de cosas estás propiciando un bien. En su lugar, guarda silencio si no puedes ser de
apoyo o brindar consuelo, lo último que una persona necesita es que le recuerden su falta y las consecuencias de ella.
4. Señalar los errores ajenos, no te hace mejor ser humano
Es probable que centrarte por un momento en las faltas ajenas te dé un rato de distracción malsana, pero además de eso, ¿qué
ganas? ¿Acaso te sientes mejor? No lo creo, para ser honesta. En conclusión, no obtienes nada positivo y sí algo bastante
negativo, ya que lo único que lograrás es perpetuar un mal sentimiento con relación a la situación que estas señalando.
5. En algún momento podrías ser tú quien haya caído
Nadie es infalible y menos perfecto, así que cuida la forma en que señalas y juzgas a los demás, ya que mañana puedes ser tú
quien sienta el peso de las críticas ajenas.
Sé considerado con las penas y dolores de los demás, ya que detrás siempre hay toda una familia cargando el peso de sus
penas. Detente siempre a pensar sobre lo que otros están viviendo y ofrece tu ayuda si es que puedes hacerlo, de lo contrario, si
no tienes nada bueno que decir, por favor no digas nada.