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"CRIANZA"

"Educar a un desafiante"

"Convivir con ellos es cansado, hay que ser pacientes y hábiles para criarlos"
09/02/2017

Maestros, padres y hasta médicos lo saben, hay niños que sacan de sus casillas a los adultos con facilidad, a medida que crecen se vuelven contestones, retadores, desobedientes y descarados. Claro que no todos, pero si no tienes adolescentes, no puedes cantar victoria.

Para bajarle un poquito el tono a los niños y jóvenes desafiantes se recomiendan algunas acciones que requieren de entereza y constancia de parte de los padres, porque solo así podrán darle mejores hijos a este mundo, empezando por ellos mismos.

* Con información de Wittymum.com

 

Utilizar

pocas palabras

Tú eres el adulto, no tienes por qué dar explicaciones. Entre más hables, más te va a contestar y se vuelve más fácil levantar la voz o darles un sermón porque nos vamos a desesperar. Si usas pocas palabras le demostrarás a tu hijo que no vas a caer en provocaciones. Si tu niño dice “no me puedes obligar”, simplemente responde “te amo demasiado para discutir”.

No entrar en juegos de poder: El reaccionar inmediatamente a las provocaciones no nos permite pensar bien lo que debemos de hacer y predecir cómo reaccionará nuestro hijo. Tómate un tiempo para tranquilizarte y pensar. Puedes empezar con “voy a hacer algo al respecto. Hablamos después”.

 

Apegarte a las 

consecuencias

Escoge acertadamente las consecuencias que tendrá tu hijo si actúa de manera desafiante y apégate a ellas. Si perdonas u olvidas las consecuencias le estarás enseñando a ignorar tus órdenes o peticiones y no es lo que buscamos. Tu niño deberá de saber de antemano las consecuencias a sus actitudes. Si tú dices “deja de hacer eso” y no escuchan, actúa inmediatamente, a la primera.

Actuar desde la empatía: Hablar con palabras amables antes de hacerles saber sus consecuencias ayudará a tu niño a pensar sobre sus acciones y es más probable que se mantenga el amor y el respeto. Intenta algo como “esto es tan triste”.

 

Cambiar el lenguaje

El hablar de manera positiva ayuda a los niños a tomar buenas decisiones. Muchas veces la primera palabra que aprenden a decir los bebés es “no”. Cambiemos los negativos por positivos. En vez de decir “no puedes jugar hasta que acabes tu tarea”, trata “puedes jugar en cuanto acabes tu tarea”. En vez de decir “no me hables en ese tono”, intenta “te pondré atención cuando tu tono sea igual de calmado y respetuoso que el mío”.

Cuesta trabajo mantener la calma, pero discutir c

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