"El amor en los tiempos de cólera"
Todo lo que toca la violencia se destruye, aunque sea el sentimiento más puro, sincero y contundente que puede vivir el ser humano, el amor, el discurso de la puesta en escena de la ópera Romeo y Julieta que se estreno el martes en el Teatro Pablo de Villavicencio, acentúa ese aspecto y así actualiza la obra de Shakespeare.
La escenografía, el trazo escénico, el color del vestuario, la iluminación, están orientados a hablarle al público de esa verdad contundente sobre la violencia, un muro destruido , bombardeado ocupa en su totalidad el fondo del escenario, crea una sensación de opresión, de que algo siniestro está acechando permanentemente a los amantes de Verona, la angustia permea la atmósfera. ¿Le suena familiar? ¿Puede una sociedad elegir vivir de esa manera?
Son pocos elementos, el minimalismo afortunado que eligió el escenógrafo para la estética de Romeo y Julieta culiacanense, producido por la Sociedad Artística Sinaloense está definida por elementos de arte contemporáneo, texturas, colores, contrastes, formas que generan una clara sensación de incertidumbre.
La energía de Enrique Patrón de Rueda al frente de la Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes guió a la orquesta y a los cantantes para crear los matices, los momentos brillantes, las melodías que contrastaron con los sonidos obscuros con los que la obra comunica el profundo drama de dos seres que no pueden vivir la plenitud de la fuerza arrolladora del amor.
El público se subió a una montaña rusa de emociones que el compositor francés Charles Gounod definió en su partitura en 1867 y sigue fascinando con sus efectos sonoros a los públicos del Siglo 21, los cantantes reprodujeron ese retrato musical minucioso que el autor hizo de las emociones de dos enamorados acosados por la violencia: odio, venganza de dos familias, los Montesco y los Capuleto.
El tenor Arturo Chacón ofreció un Romeo cargado de matices, no sólo vocales también actorales, su madurez como artista esta en plenitud, cuando está en escena crea la verdad del amor, de la desesperación, el deseo, la pasión y el arrobamiento sobre el escenario con su voz y sus movimientos.
Su aria de amor Ah leve toi solei reconcilia hasta al más escéptico con el sentimiento del amor, lo mismo pasa con Angélica Alejandre cuando interpreta la chispeante aria del primer acto Je veux vivire, en la que expresa esa exultante sensación de amor a la vida que provoca el enamoramiento, su musicalidad y el fraseo envuelven al público que vuela con esas agudas notas hacía la ilusión de creer en un sentimiento puro.
El tercer acto ofrece el contraste que cimbra al espectador, del ensueño amoroso de los dos traslada al público a la violencia que genera el odio, la venganza y acecha en los rincones sonoros de la partitura, se anunciaba la tragedia desde el arranque de la obra en la obertura pero es en este momento en donde se presenta de cuerpo entero en escena.
El enfrentamiento físico entre los Capuleto y los Montesco se materializa en el pleito entre Tebaldo, primo de Julieta, y Mercutio, amigo de Romeo, muriendo ambos, el primero a manos de Romeo.
Se conjugan las fuerzas del mal que elige el espíritu humano para construir el clímax de la obra.
El coro se escucha imponente, le canta a los eternos días de duelo que siguen a la violencia, Romeo, Arturo Chacón, con garra interpretativa canta con fervor el aria del duelo, el coro le contesta, la orquesta traduce con los metales y las percusiones la monumentalidad de la tragedia y las profundidades que alcanza el dolor que provoca la violencia, vislumbra con sus musicales frases la imposibilidad del amor y presagia la muerte, el público se estremece y sufre en su corazón la pérdida de la ilusión, la música penetra el pecho, materializa la emoción.
El final que todos conocen, renueva su impacto gracias a los sonidos, ella realiza el último canto del cisne, el Aria del Veneno, que es el preámbulo para que beba una pócima que creara un letargo que la salvará de casarse con París, una pieza cargada de esperanza que no tendrá sustento, los amantes mueren en un abrazo eterno y doloroso.
Shakespeare tiene 400 años tratando de comunicar que la violencia destruye todo a su alrededor, ante ella sucumbe hasta la esperanza como lo muestra la tragedia de Romeo y Julieta, Gounod tradujo ese discurso al lenguaje de la música hace 200 años, todavía la humanidad no lo ha entendido, lo entenderán algún día los sinaloenses.
DISFRÚTELA HOY
La ópera 'Romeo y Julieta' se presentará hoy y el sábado, a las 20:00 horas, en el teatro Pablo de Villavicencio. Boletos a la venta en Casa SAS, en Rafael Buelna casi esquina con Andrade.