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"FAMILIA"

"Gabriel García Márquez habla en su obra del matrimonio, la pareja y la paternidad"

"Conoce de este escritor sus pensamientos respecto al matrimonio, la pareja y los hijos"
02/03/2016 13:10

Deseret News

Todos conocemos a Gabriel García Márquez. Todos nos hemos deleitado en su estilo y sus comentarios siempre asombrosos

acerca de la vida. Hoy te compartimos una comparación aplicativa de algunas frases de sus historias y otras concedidas en

entrevistas, sobre todo las que tienen que ver con las relaciones sentimentales.

1. Respecto al matrimonio

En relación a éste, Gabo dijo la siguiente frase: "El matrimonio, como la vida entera, es algo terriblemente difícil que hay que

volver a empezar desde el principio todos los días, y todos los días de nuestra vida. El esfuerzo es constante, e inclusive agotador

muchas veces, pero vale la pena. Un personaje de alguna novela mía lo dice de un modo más crudo: también el amor se

aprende".

Quien crea que la fase del enamoramiento con la que inicia un romance dura por la eternidad, está muy equivocado, y te diré la

razón. Caer en el enamoramiento no está mal, pero de allí hay que hacer el salto cualitativo hacia el amor. De otra manera, en el

momento que se "evapore el enamoramiento", la persona en cuestión irá en busca de alguien que le vuelva a generar la misma

sensación haciendo que, de esa manera, surja la infidelidad o se llegue al divorcio.

Lo natural en el asunto del establecimiento de una relación es que la pareja pase por las siguientes fases: atracción,

enamoramiento y amor. Lastimosamente, muchas personas se quedan en las dos primeras y jamás llegan a tener un

acercamiento a lo que es el amor. Y este sentimiento es el que hace que un matrimonio sea posible ya que requiere tiempo,

entrega, sacrificio, tolerancia, pasión y paciencia entre otros aspectos que solo se aprenden cuando existe amor. Si una pareja

logra llegar a esa etapa, puede decir que ha triunfado sobre su propio ego y puede aspirar a la eternidad.

2. Sobre la pareja

Respecto a esto dijo lo siguiente: "Quizás Dios quiera que conozcas a mucha gente equivocada antes de que conozcas a la

persona adecuada, para que cuando al final la conozcas, sepas estar agradecido".

Muchas personas corren con la suerte de encontrar a su pareja adecuada tan solo al primer intento, otras mientras tanto tienen

dos o más relaciones sentimentales de las que salen heridos o decepcionados. Lo antes dicho no quiere decir que esa persona

nunca va a conseguir a quién amar y ser correspondido, sino que la persona en cuestión debe sentirse bendecida por haber

tenido esas relaciones y haber aprendido con ellas lo que debía o no hacer para saber cuándo la persona adecuada ha llegado a

su vida. De esa manera, ¿quién no podría sentirse agradecido por eso?

3. Sobre la paternidad

Gabo demostró que tenía una frase que aplicar hasta la condición (quizá) más preciosa para la vida de un ser humano: ser

padres. "Cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado para

siempre".

Cuando una mujer que aguarda con ansia ser madre siente a su hijo por primera vez moverse en su vientre, sabe que un lazo

irrompible la unirá a su criatura para la eternidad. No pasa igual con un padre, y no es que por ello sea menos capaz de ser un

buen padre. Lo que ocurre es que una madre sufre y siente a su hijo desde el primer momento, mientras que un hombre padece

el hecho de no tener el privilegio de sentir a su hijo de primera mano.

Pese a lo antes dicho, y justo como lo señala Gabriel García Márquez, solo basta un momento tan simple y tan colmado de tanto

significado como es el primer contacto con su hijo ansiado, para que un padre sepa que su vida ha dado un giro radical y positivo

hacia la felicidad.

Por último, es importante que te des cuenta que tienes mucha sabiduría en tu vida para compartir con tus hijos, tu pareja y tus

conocidos.  Es cuestión que elijas una manera de dejar un legado valioso de tus experiencias y, así como Gabo, permitir a los

tuyos que aprendan un poco de tus memorias.
No sabes en qué momento tus vivencias sean el consuelo y la luz en la oscuridad que alguien necesite.