"Hablarle ‘chiqueado’ sí ayuda al bebé"
MÉXICO (DESERET NEWS)._ El “lenguaje de bebé” o el tono “chiqueado” que los padres utilizan al hablar con sus bebés, les ayuda a ellos a aprender a hablar más rápido, de acuerdo a un estudio de Rutgers University.
“La mejor manera de ayudar a un niño a aprender, en realidad podría ser seguir los instintos de muchos padres, usando el habla de ‘forma maternal’, con una voz cantarina que exagera los sonidos que el bebé escucha”, según el comunicado de prensa del informe Rutgers.
Para el estudio, los investigadores Baxter Eaves, Patrick Shafto, y sus colegas, crearon un modelo matemático en el que basar una forma de hablar para enseñar el lenguaje a los bebés.
Luego compararon su inventada forma de hablar como padres, con el habla creada por otros padres, y encontraron que sus específicos patrones infantiles era la aproximación más exacta para un diálogo comprensible por los bebés.
“Los sonidos que se seleccionan, exageran las propiedades importantes que los bebés necesitan atender y aprender”.
Si usted resalta en la forma correcta, lo que se obtiene es un alumno que aprende más rápidamente con menos datos”, explica Shafto.
Se refuerza la idea de que hablar de esta manera ayuda a los bebés a aprender el lenguaje porque sus cerebros están rastreando los sonidos que están escuchando, y hablando de una manera que les llame la atención ayuda a aprender a hablar y entender el idioma.
Aunque este tipo de habla es algo natural para las madres, ha habido críticas a la utilización de un lenguaje muy infantil.
Sin embargo, de acuerdo con PBS Parents, el hablarles de forma maternal deleita a los bebés.
“Las investigaciones muestran que los niños prefieren un lenguaje más infantil a conversaciones de adultos. Los bebés no sólo disfrutan de los sonidos de tono más alto, también el cómo observan nuestras caras mientras hablamos con ellos”, afirma.
También los animales domésticos y las personas que no hablan ese idioma, atienden y entienden expresiones más agudas o resaltadas de los adultos, pero por diferentes razones.
“Las mascotas oyen voces cantarinas sin esfuerzo por el orador, al exagerar las vocales para hacer que los animales comprendan, un puro juego de ternura que difiere del discurso destinado a enseñar a un bebé”, asegura.
“Con los que no dominan o hablan el idioma, se hace de forma contraria, no son condescendientes con las voces cantarinas, sino que se hace un esfuerzo concertado para exagerar los sonidos vocálicos, la mejor forma para ayudar a alguien a entender un idioma que él o ella no conocen”, añade.