"MEJOR EDUCACIÓN: COSTUMBRES Y TRADICIONES"
La cultura se forma con todas las características que tiene una sociedad, esto es, desde los rasgos físicos de la gente, hasta la forma de hablar, lo que comen, las relaciones sociales, el vestir, sus historias, sus ideas, las formas de ver la vida, sus tradiciones, sus hábitos y sus costumbres, entre otros aspectos.
Una tradición es una forma de vida, que se mantiene entre los miembros de una comunidad como poderosos lazos invisibles que perduran a través del tiempo.
Estos diversos lazos y formas de comportamiento se heredan, es decir, se transmiten de viejos a jóvenes para mantener su cultura.
“Las fiestas populares y tradiciones de una comunidad tienen un papel importante en la educación de los niños y niñas, así como en el desarrollo de los valores y afectos al interior de una familia”, explica la psicóloga Paloma Rojas Urrea.
La coordinadora del departamento de psicología del Sistema DIF Mazatlán destaca que en el caso específico del Carnaval de Mazatlán, es la tradición popular más fuerte de los habitantes del puerto y les genera un fuerte sentido de pertenencia e identidad, así como orgullo por ser parte de la tradición.
“Si es Carnaval, no importa dónde estés, vuelves a Mazatlán para festejarlo, es una tradición muy fuerte que cada año se celebra, en la que sabes que te vas a reunir con los tuyos, que van a pasar momentos gratos y que es una fiesta que tiene siglos celebrándose”, asegura la terapeuta familiar.
La alegría, fraternidad, belleza, convivencia, armonía y el respeto, añade, son algunos de los valores que se promueven a través de esta tradición, en la que las bellas artes juegan un papel muy importante y hacen sentir a los mazatlecos que su fiesta realmente ofrece la oportunidad de crecer culturalmente.
Al respecto, el escritor Juan José Rodríguez destaca que las fiestas del carnaval tienen raíces muy profundas en la idiosincrasia de la población mazatleca y ha creado en torno suyo una serie de dichos y postulados que la validan.
“Dichos como ‘Aquí la historia se cuenta por Carnavales’, ‘Ni parece Carnaval’ o ‘No hay Carnaval sin mitote’, son postulados que el mazatleco ha hecho suyos y revelan la identidad que se ha forjado con ello”, explica el coautor del libro Carnaval de Mazatlán.
Así, la historia, las tradiciones y costumbres de una ciudad están muy ligadas a una celebración que oficialmente inició en 1898, pero que de manera popular se realizaba desde hacía más de 70 años antes, como signo de identidad común.
El Carnaval identifica a los miembros de la comunidad; por medio de estas características propias y una historia que ha prevalecido por muchos años, evolucionando, cambiando y adaptándose a los nuevos tiempos, pero siempre ofreciendo la posibilidad de interactuar con los demás.
VIVE LA TRADICIÓN
El Carnaval de Mazatlán es una fiesta familiar que ofrece actividades para todos los gustos y edades, a diferentes horas del día, para que nadie se quede sin tomar parte de la celebración.
Valores como la fraternidad y la alegría se pueden vivir en la mayoría de las actividades del Carnaval, otros como la solidaridad y el respeto ante situaciones específicas de la fiesta, como es al momento de ver los desfiles, al compartir con otros la vía pública.
Sé prudente al tomar parte en la celebración del Carnaval de Mazatlán en familia y asiste a las actividades que acordes a la edad de los demás miembros, por ejemplo, el ambiente nocturno de Olas Altas no es el más adecuado para los niños pequeños.
Los desfiles de Domingo y Martes de Carnaval ofrecen un ambiente alegre y seguro para las familias con niños y ancianos, ya que es posible permanecer en un solo lugar en el malecón y desde ahí ver pasar los carros alegóricos y comparsas.
Carnaval es un momento idóneo para dar buen ejemplo de vida a los más pequeños de la casa, festejando con moderación, sin incurrir en excesos que pongan en riesgo Tu Salud y la de los tuyos.
ENSEÑANZA
Los niños aprenden las tradiciones de los adultos y los adultos alguna vez lo aprendieron de otros adultos y ancianos. Aprenden de lo que oyen y de lo que leen; aprenden también de lo que ven y experimentan por sí mismos en la convivencia cotidiana. Así se heredan las tradiciones.
TRADICIONES Y TEMPORALIDAD
Aunque la vida de los habitantes de una ciudad o pueblo sea corta, sus creencias, costumbres y tradiciones continuarán siendo parte del orgullo de los próximos habitantes.
Al conocerlas, aprenderlas y vivirlas, los niños encuentran una guía que les muestra por qué es importante mantener vivas las tradiciones de su familia y se identifican como parte de una comunidad viva y activa.
PAPÁS Y FAMILIA
Los adultos juegan un papel importante en cada comunidad y son los que deben hacer que los niños aprendan de su hogar, de su gente, de su entorno natural los usos y costumbres. Es decir, que con la ayuda y ejemplo de los adultos, los niños descubren cuáles son las características de su comunidad, las hacen suyas y se sienten identificados y orgullosos de ellas, preservando, así, su cultura.
CONOCER LA HISTORIA
Para entender el comportamiento de un grupo o una comunidad es importante reconocer sus valores e historia, que son inculcados a los niños.
Las historias tienen un papel muy importante dentro de las comunidades, ya que por medio de ellas sus habitantes conocen cómo fue evolucionando su colectividad.
Es común que en cada pueblo, ciudad o zona existan historias que narran quienes habitaron ese lugar; cómo vestían, qué había en especial, cómo era el entorno. Las historias, cuentos o leyendas son parte de la cultura local y el Carnaval de Mazatlán tiene miles de anécdotas.
¿POR QUÉ CONSERVAR LAS TRADICIONES?
Desde que una persona nace, ya forma parte de la sociedad en la que vive sus padres y paulatinamente toma parte activa de todas las costumbres de su familia y las aprenden a medida que va creciendo e interactuando con los demás.
Cualquier actividad que realicen les permite entender sus costumbres y, mejor aún, conservarlas.
Los hábitos y costumbres de una persona se originan en su familia. Por lo general los niños hablan mucho de “mi familia”, “mi casa”, y “mis costumbres”, en juegos donde otros niños comparten su emoción al hablar de ellos. Esta emoción origina cantar, comer, bailar o vestirse para celebrar como se hace en su comunidad y así es como se conoce la cultura de la cual se forma parte.
CONTINUIDAD
La fuerza de las costumbres y tradiciones no radica en la frecuencia con que la gente las practique, sino en que la gente comparta auténticamente las ideas y creencias que originaron la costumbre y la tradición.