"Miel y jengibre: la dupla antigripal"

MÉXICO(UNIV)._ Por sus propiedades antibacteriales y su alto contenido en vitamina C, la combinación de miel con jengibre actúa como un expectorante natural para ayudar a aliviar las molestias comunes de la tos, el dolor de garganta y el resfriado.
El té de miel con jengibre tiene numerosas propiedades curativas, entre las que destacan su capacidad para incrementar la producción de glóbulos rojos en la sangre, lo cual refuerza el sistema inmunológico de forma natural. Añade unas gotas de limón y convierte tu bebida en un té depurativo que te ayudará a desintoxicar el organismo, limpiar el hígado de toxinas derivadas del consumo de alcohol y, además, reducirá la absorción del colesterol malo, no sólo en el hígado sino también en la sangre.
La miel es una fuente de energía, más saludable y es un producto de fácil asimilación para el organismo; por su lado, el jengibre es benéfico para la digestión y previene inflamaciones y enfermedades gástricas.
De hecho, el jengibre era muy apreciado durante la Edad Media y se consumía molido como “polvo de jengibrina”, pues es también un conservador y aromatizante natural.
Galeno de Pérgamo, un famoso médico de la cultura griega, también empleaba el jengibre para diferentes tratamientos, como la reuma, el exceso de flema y dolores en las articulaciones.


¿Y cómo lo preparo?

Coloca en una olla dos tazas de agua y déjala hervir. Añade tres cucharaditas de jengibre fresco, pelado y previamente rallado, y deja sobre el fuego durante tres minutos. Retira, coloca una tapa a la olla y deja reposar durante 10 minutos. Parte un limón por la mitad y exprime su jugo en la infusión. Finalmente, endulza con una cucharada de miel. No hiervas el té con la miel y el limón, pues la cocción disminuirá sus propiedades.