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"Mejor Educación"

"Niños con sensibilidad extrema"

"¿Has oído hablar del Trastorno de Procesamiento Sensorial? Impacta en el desarrollo educativo de los niños"
08/04/2016 23:17

Muchos niños con problemas de aprendizaje, de conducta y/o coordinación motriz, sufren, sin saberlo, del Trastorno de Procesamiento Sensorial (TPS), un padecimiento que además los hace muy sensibles a los ruidos o a la luz, incluso a la ropa y a los zapatos, en especial a sus etiquetas.

Este trastorno tiene una alta relación con otros trastornos como el TDAH, el autismo y los trastornos de ansiedad; pero generalmente pasa desapercibido o es mal diagnosticado, ya que todavía no está descrito en la literatura, a pesar de que hasta uno de cada 20 niños normales lo padece.

Para la mayoría de los papás y mamás, la experiencia de tener a su hijo recién nacido en brazos por primera vez es hermosa: se imaginan todas las cosas que este bebé va a hacer durante su vida, se despiertan expectativas.

Sin embargo, puede pasar que cuando este bebé crezca, los padres tengan que ajustar sus expectativas, ya que, como ellos, su hijo no es perfecto y no sólo eso, sino que existen cosas que lo hacen muy peculiar, su instinto les dice que algo no está bien, a pesar de que ser un niño clínicamente sano.

Es importante recalcar que muchos niños con TPS, que no reciben un diagnóstico o que son diagnosticados con autismo, mas tienen otro problema diferente, requieren de ayuda específica, porque su problema consiste en que les cuesta trabajo recibir y organizar los estímulos e información que sus cinco sentidos reciben.

Este trastorno, también conocido como Disfunción de Integración Sensorial (DIS), fue descrito por primera vez por la terapeuta ocupacional, Janes Ayres. Y se caracteriza por una dificultad en la interpretación y organización de la información captada por los órganos sensoriales del cuerpo: gusto, vista, tacto, olfato y oído.

El niño que padece de este trastorno tiene reacciones exageradas, no soporta cambios en su rutina diaria, tiene problemas de conducta, aprendizaje, es muy inquieto, se asusta fácilmente, tiene problemas de sueño, de autonomía, en su higiene y para hacer amigos.

Ante todos estos síntomas y consecuencias, es importante que padres y madres estén muy atentos a las reacciones e interacciones de sus hijos y de algún modo ayudarlos a tener un desarrollo sensorial adecuado.

Cabe mencionar que existen tratamientos para este problema del desarrollo, y si los niños con este padecimiento son diagnosticados oportunamente y reciben terapia, los resultados tienden a ser excelentes.

 

TEORÍA DE INTEGRACIÓN SENSORIAL

Según la teoría de integración sensorial, se necesita de un buen desarrollo sensorio-motor para lograr un buen desarrollo perceptivo y cognitivo. Aunque esta teoría toma en consideración todos los sistemas sensoriales, se centra específicamente en tres: sistema táctil, sistema propioceptivo y el sistema vestibular.

 

SISTEMA TÁCTIL

Un niño que es hipersensible al tacto tendrá, a menudo, reacciones negativas ante el toque inofensivo de un compañero que lo roza sin querer, o ante los efusivos gestos de amor de sus familiares. Se dirá que es un antipático, arisco o agresivo, pero la verdadera causa de este comportamiento se debe a su hipersensibilidad.

 

SISTEMA PROPIOCEPTIVO

El niño con dificultades en el procesamiento de las sensaciones propioceptivas mostrará poca fluidez en sus movimientos, debido a la escasa percepción que tiene sobre su propio cuerpo, la posición de éste, la velocidad, la dirección del movimiento y la percepción de la fuerza generada por los músculos. Es probable que utilice fuerza desproporcionada a ciertos objetos. Tardará en aprender a vestirse y a comer solo. También tardará en aprender habilidades como andar en bicicleta, nadar o jugar al fútbol.

 

SISTEMA VESTIBULAR

Algunos niños son especialmente sensibles al estímulo vestibular y reaccionan de una forma exagerada al movimiento y a cualquier desplazamiento de su eje corporal fuera de su verticalidad. Son excesivamente cautos y se caracterizan por su falta de exploración del ambiente. Pueden mostrar un auténtico pavor a los juegos típicos de parque como los toboganes y columpios, por lo general prefieren juegos tranquilos y sedentarios, y se mantendrán al margen de juegos como saltar, trepar y correr, etcétera. Además, sus relaciones sociales pueden verse afectadas debido a su estado de tensión.

 

SÍNTOMAS DEL TPS

 

BEBÉS DE 0 A 36 MESES

- Problemas de alimentación o sueño.

- Irritable cuando lo están vistiendo, le incomoda la ropa.

- Rara vez juega con sus juguetes.

- Se resiste a que lo alcen; curva la espalda cuando lo levantan.

- No puede calmarse solo.

- Torpe, poco flexible, cuerpo tieso.

- Demorado en sus habilidades motoras.

 

PREESCOLARES ENTRE 3 Y 5 AÑOS

- Muy sensible al tacto, ruidos, olores u otras sensaciones o a la gente.

- Se distrae fácilmente, se mueve mucho, es agresivo.

- Dificultad para vestirlo, darle de comer, dormirlo y/o entrenarlo para ir al baño solo.

- Dificultad para hacer amigos.

- Torpe, débil, habilidades motoras bajas.

- En constante movimiento.

- Pataletas frecuentes, especialmente cuando debe cambiar de actividades.

 

NIÑOS ENTRE 5 Y 12 AÑOS

- Muy sensible al tacto, ruidos, olores u otras sensaciones y/o a la gente.

- Se distrae fácilmente, se mueve mucho.

- Es agresivo ante el contacto con otros.

- Se sobrecarga fácilmente, sintiéndose angustiado por las circunstancias.

- Dificultad para escribir o para realizar actividades motoras.

- Dificultad para hacer amigos.

- Indiferente al dolor propio o el de los demás.

 

TRES FORMAS DE RECONOCERLO

 

1. SENSIBILIDAD EXTREMA

Estos niños tienen sensibilidad extrema en algunos o en los cinco sentidos. Por ejemplo, a muchos niños les molesta la luz del sol, se quejan si están viendo la televisión, no soportan el sonido de la licuadora o aspiradora, no les gusta tocar cosas pegajosas, e incluso es un reto darles un baño, ya que la temperatura tiene que estar exacta o el más simple olor les provoca náuseas.

Es importante reconocer que la reacción no es homogénea, es decir, puede que a uno le moleste más los olores y a otro más el tacto, pero tienen problemas con al menos alguno de los cinco sentidos.

 

2. ANSIEDAD CON PERSONAS EXTRAÑAS

Muchos niños son tímidos por naturaleza y no les gusta estar con personas extrañas, estas reacciones son normales. Pero a los pequeños con este problema no sólo no les gusta, les causa pánico entablar contacto con gente desconocida. Les resulta muy difícil ir a lugares en donde hay mucha gente o tienen que estar en proximidad física con personas a las que no conocen.

 

3. PROBLEMAS CON DESARROLLO PSICOMOTRIZ

Aunque no todos los niños tienen problemas severos, es común ver que tienen dificultades para usar una bicicleta, escribir, tirar una pelota o usar tijeras. También se les dificulta manipular objetos pequeños, pedalear, vestirse o trepar, y aunque no experimentan problemas corriendo o brincando, no es una actividad que les guste tanto como al resto de los niños, son más bien pasivos.

 

* Con información de Psyciencia.com y Deseret News Service