"¿Qué es comer de manera “normal”?"
Deseret News
Todos parecen tener su opinión respecto de lo que debe comerse y de cómo y cuándo hacerlo. El atractivo de las dietas puede ser irresistible ante la promesa de resultados rápidos, fáciles y drásticos. Por todas partes hay nuevos posteos en blogs, artículos, estudios o conversaciones informales con amigos sobre peso y comida.
La intención de muchos de esos artículos y conversaciones es buena: mucha gente ha convertido en un objetivo de vida contribuir a educar a la gente para que tome decisiones más saludables. Para muchos, sin embargo, esos mensajes, que con frecuencia son contradictorios, terminan por generar confusión, inseguridad y, en definitiva, estancamiento de su búsqueda de una vida más sana. Debido a las dietas y a la confusión que crean los datos contradictorios, muchas personas han perdido todo contacto con lo que en verdad es una forma de comer "normal".
¿Qué es comer de manera normal, entonces?
La verdad es que comer con normalidad es algo que puede variar según las personas. Diferentes regiones del mundo, al igual que orígenes étnicos, variedades de preferencias personales, diversas intolerancias o alergias a determinados alimentos, así como distintos hábitos y formas de vida pueden hacer que varíen las formas que puede adoptar la comida "normal" en la vida de las personas.
No es fácil, pero hay que tratar de resistir el impulso de ver lo que sigue como "reglas". Hay que tomarlo como una guía, como ideas para empezar. La base de la comida normal es sentir que lo que se hace es lo indicado para uno y, como señalé antes, eso puede variar según la persona.
Comer con normalidad es
1. Comer alimentos que nos resulten placenteros y llenos de texturas y sabores que amamos. La comida debe saber bien y hay que disfrutarla. Si no se disfruta la comida, si no se hace más que acatar una dieta, nos estamos perdiendo uno de los grandes placeres de la vida. Hay que buscar recetas y métodos de cocción con creatividad y apuntar a comidas que sean tanto sabrosas como nutritivas. Buscar un equilibrio entre una moderada preocupación por la nutrición y comer alimentos ricos y deliciosos es un principio importante que quienes comen de manera normal siguen de forma intuitiva.
2. Comer una amplia variedad de alimentos
Algunas personas comen lo mismo todos los días. Puede ser por una cuestión de facilidad de planificación o como medida para atenerse a los alimentos que se considera seguros. Comer con normalidad comprende variedad y disposición a probar cosas nuevas. Quienes comen con normalidad pueden expandirse y no limitarse a un pequeño grupo de alimentos específicos.
3. Disfrutar de las comidas sin culpa
Sentir culpa en relación con algo implica que una persona ha hecho algo que está mal en términos morales. ¿La comida es un tema moral? Si alguien come un brownie, ¿es una mala persona? No. Con frecuencia, cuando la gente logra liberarse del sentimiento de culpa en relación con determinados alimentos, su conducta y sus elecciones en cuanto a la comida mejoran. En otras palabras, liberarse de la culpa vinculada a la comida puede contribuir a que comamos mejor.
4. Confiar en que el organismo compensará los errores inherentes al ser humano
Una persona que come de manera normal puede un día excederse en una comida o abusar de un gusto que se permite, pero también puede seguir adelante con su vida y confiar en que su organismo hará lo necesario para regular el peso y la salud. Si bien a todos nos gustaría respetar el hambre y la saciedad cada vez que nos llevamos algo a la boca, no es realista esperar la perfección. En lugar de ello, hay que adoptar una actitud de confiar en el organismo no sólo en cuanto a comunicación de sus necesidades y deseos, sino también en cuanto a tener el peso adecuado si se hace lo más conveniente.
5. Comer cuando se tiene hambre y detenerse cuando ya ha sido suficiente
Todos comemos de forma intuitiva en la infancia. Si se observa la actitud de un niño pequeño ante la comida, es fácil comprobarlo. Se puede dar una galleta de chocolate recién horneada a un niño de tres años, y éste la disfrutará a pleno, pero se detendrá cuando no quiera más. Los niños son muy buenos en lo que respecta a escuchar a su cuerpo. Eso es precisamente lo que hacen quienes comen con normalidad: respetar su hambre y su saciedad.
6. Volver en ocasiones a objetivos saludables
Es normal pasar varios días sin comer suficientes verduras. También es muy normal que haya días en que no logramos preparar un almuerzo, en que comamos fuera demasiado a menudo o nos demos demasiados gustos. Hay que volver a conectarse con aquello que nos hace funcionar y sentirnos mejor, y eso es parte de comer de manera "normal". Tan sólo porque pasamos unos días desordenados y no vivimos de la forma ideal, no es motivo para que sintamos que tenemos renunciar para siempre a una forma de vida sana. Lo importante es el progreso, no la perfección.
7. Dedicar cierto esfuerzo y tiempo a la planificación de la comida y al proceso de preparación no necesariamente implica dedicar a eso la mayor parte de nuestros pensamientos.Quienes comen con normalidad dedican algo de tiempo y esfuerzo a asegurarse de tener alimentos saludables y satisfactorios a mano para comidas y snacks. Comer de forma saludable exige cierto esfuerzo y planificación, pero quienes comen de manera normal no dedican la mayor parte de su día a pensar en comida, soñar con comida ni a obsesionarse por la comida.
La conclusión es que debemos tenernos confianza. Cada uno puede tomar uno o dos de los puntos anteriores que le hayan gustado y ver cómo puede empezar a ser más "normal" en lo que come.