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"TU SALUD"

"Que no te traten mal, deja de permitirlo"

"La gente te trata mal porque tú dejas que lo haga. Aprende a dejar de ser la víctima"
10/07/2016 00:00

Deseret News

 

En una edición de LifeAdvice, la instructora Kim explica los beneficios de tener mentalidad de víctima, los motivos por los que eso debe cambiar y cómo hacerlo.

Mis familiares y amigos me dan por sentado, esperan que abandone mis ocupaciones cuando me lo pidan y suelen dirigirse a mí de manera irrespetuosa. También me piden prestado dinero y no me lo devuelven. ¿Por qué me ocurre tan a menudo? ¿Lo promuevo yo? Inclusive, si saco el tema o doy a entender que no me están tratando bien, se enojan conmigo. ¿Cómo cambio esto y hago que la gente me trate bien?

 

Respuesta:

 

Tengo algunas cosas que sugerirte, sí. Para ganarte el respeto de tus familiares y amigos y que te traten de otra manera, debes empezar a hacerte cargo de lo que está sucediendo. Tú lo promueves. La gente te trata mal porque tú dejas que lo haga.

Tú le enseñas al mundo cómo tratarte con lo que permites. Probablemente tengas mucho miedo subconsciente de no estar a la altura (como casi todos nosotros). Esto, de manera subconsciente, puede hacernos creer que los demás valen más y son más importantes que nosotros. Suele ser el motivo real por el que damos de más, nos sacrificamos y estamos tan dispuestos a prestar dinero. Creemos que los demás importan más que nosotros y si uno le transmite esa idea al mundo, la gente la siente y lo trata a uno en consecuencia.

 

Si no te crees importante, tampoco te creerán importante.

 

Ahora mismo tienes una mentalidad de felpudo, de víctima, y te concentras sobre todo en la conducta de los demás para contigo. Si quieres que eso cambie, debes concentrarte en tu conducta. Debes hacerte cargo de lo que te corresponde en este problema. Tú lo permites. Eres demasiado generoso y no te cuidas.

Tal conducta no es generosa o amorosa, sino débil e insegura, y esos dos adjetivos siempre llevan a que se aprovechen de uno y lo den por sentado. No hace falta dejar de ser buena persona, sólo hay que hacerlo con mesura, ser bueno con uno mismo también.

Es hora de que admitas tu responsabilidad en esto, así puedes cambiarlo. Si la culpa es sólo de los demás, hay que esperar a que ellos cambien. Tu vida cambiará más rápido si trabajas sobre ti mismo.

Debe empezar fijando límites sanos y un equilibrio sano entre ayudar a los demás y cuidar de ti mismo. Tienes que decir "no" más seguido y decir tus verdades cuando alguien te trate mal, y debes aprender a hacerlo desde la confianza y el amor, para no ser malo o egoísta. Puedes aprender a apoyarte en la fuerza y el amor al mismo tiempo.

En primer lugar, quiero que estés al tanto de los beneficios de tu mentalidad de víctima y por qué, de manera subconsciente, podría gustarte ser así. Debes tener claro que te estás aferrando a las siguientes características:

 

1. Ser víctima te da compasión, amor, atención y validación cuando te quejas. ¿Puedes dejar esa necesidad?

 

2. Puede que te haga sentir honrado cuando te sacrificas y puede que necesites sentirte así para caerte bien. ¿Puedes apreciar la fuerza y el equilibrio dentro de ti en vez de eso?

 

3. Ser víctima también puede ayudarte a ganar autoestima en el nivel del yo, porque la autocompasión inventa un escenario en el que eres el bueno y los demás son los malos. Es posible que por un tiempo, esto te haga sentir mejor contigo mismo, pero es una autoestima falsa, es más superioridad que autoestima. ¿Estás listo para dejar de pintarlos como los malos y verlos a todos como lo mismo?

 

4. La idea de la autocompasión también justifica tu mala conducta. Si tú eres la víctima y los tratas mal puedes justificarlo, pero eso también es evitar hacerse cargo de lo que te toca. ¿Estás listo para comportarte mejor?

 

5. Puede que te sientas seguro cuando los demás están contentos (lo que significa que eres co dependiente) y por eso estás dispuesto a sacrificarte para que los demás te aprueben. ¿Estás listo para dejar de lado tu necesidad de aprobación a cambio de respeto?

6. 

Tómate un minuto y admite si podrías estar disfrutando de esos beneficios en algún nivel. Luego, hazte las siguientes preguntas:

¿Realmente quiero eso o quiero que me respeten y me traten mejor?

¿Estoy listo para tener un equilibrio saludable y dejar que de vez en cuando los demás se decepcionen cuando les diga que no (lo que será lo mejor y bueno para ellos)?

¿Estoy listo para empezar a enseñarle al mundo que yo también tengo valor?

En su libro "Mrs. Miracle", Debbie Macomber escribió: "Está bien sentarse en el retrete de la autocompasión cada tanto. Tan sólo asegúrate de tirar la cadena cuando termines". Esta conducta no te sirve y es hora de cambiarla. Es hora de parar de hacerse la víctima y empezar a hacerse respetar. Escribí un artículo titulado "How to Say What You Mean Without Being Mean" y otro llamado "Enforcing Boundaries" que tal vez te interese leer. Te ayudarán a cambiar esa conducta.

Si todavía te cuesta decir lo que piensas, también te aconsejaría pedir ayuda. Debes aprender a tener conversaciones de validación mutua para poder discutir los problemas sin tener miedo, ponerte a la defensiva o hacer un drama. En mi página web hay una planilla gratuita que explica cómo hacerlo.

Puede ser que algunos de ustedes padezcan maltrato de verdad, ya sea psicológico, emocional o incluso físico, en sus relaciones. Es posible incluso que se hayan acostumbrado tanto a eso que les parezca normal y aceptable. Si sospechas que estás permitiendo el maltrato, por favor lee (en inglés) este artículo para reconocer lo que constituye una conducta inaceptable.

Si crees ser víctima de abuso, también debes buscar ayuda profesional inmediatamente. No debes quedarte con una relación abusiva, a menos que el abusador esté recibiendo ayuda y mejorando a pasos agigantados.

No dejes de trabajar para alcanzar un equilibro perfecto en el que te cuides. A veces está bien sacrificarse por los demás y a veces está bien decir no y cuidarse a uno mismo. Defiéndete del maltrato y di lo que necesitas, pero hazlo de una forma que también reconozca lo que necesita el otro.

Sé que cambiarte en ese nivel implicará salirse un poco de las situaciones en las que estás cómodo y aprender cosas nuevas, pero para eso estás en el aula de la vida.

 

Tú puedes hacerlo.