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"TU SALUD"

"Se hacen millonarios gracias a su déficit de atención"

"Los gemelos Mark y Mike Patey atribuyen su éxito a sus mentes con TDAH"
02/05/2016 15:51

Deseret News

Los gemelos Mark y Mike Patey, ambos disléxicos, diagnosticados con trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y propensos a meterse en problemas en la escuela, estaban determinados a demostrarle al mundo que podrían ofrecerle algo genial.

Los Patey abrieron su primera empresa cuando eran adolescentes. Desde entonces, tuvieron el toque de Midas en negocios tan diversos como la venta minorista con descuentos, la atención médica y los autos eléctricos. También fabrican sus propios aviones. Los han piloteado juntos para romper el récord mundial de velocidad transcontinental para un avión con motor de combustión interna.

Mark escribió un libro, "Addicts and Millonaires".

Cuando tenían tan sólo 15 años, los gemelos Patey ya sabían exactamente lo que querían. El problema era lograrlo. Su vecino vendía un lindo triciclo Honda ATC 185, pero los chicos no tenían US$800. Tampoco sus padres, que tenían 11 bocas que alimentar.

Pero su padre les había enseñado que todo problema tiene solución.

Esa mentalidad los ayudó a ver una oportunidad cuando trabajaban en una plataforma para la boda de su hermana. No les pagaban por el trabajo, pero no importaba. Aprendieron a construir una plataforma.

Los chicos, que apenas si llegaban a la edad para tener un empleo con salario mínimo, empezaron a tocar puertas. Alguien quería lo que tenían para ofrecer.

Es raro encontrar tanta determinación en un adolescente, pero es especialmente particular en estos gemelos, pues ambos habían tenido problemas en la escuela.

Pero sus padres, dos terapeutas, les hicieron sentir a los chicos lo que ellos valían. Mark siente que su confianza lo salvó.

Cuando Mark estaba en quinto grado, lo cambiaron a una clase especial. Poco después, se peleó con un vecino que lo llamó tonto. Esa noche, Mark le preguntó a su papá si era tonto.

"Hijo", le dijo su padre, "eres un hijo de Dios con valor infinito". Y no, le aseguró a Mark, él no era tonto. Al día siguiente Mark volvió a su antigua clase.

Y cuando estaban tratando de lanzar su empresa fabricante de plataformas, la confianza de su padre sería fundamental. Los gemelos habían ido de puerta en puerta durante tres semanas. A nadie le interesaba. Pero entonces un hombre los escuchó promocionarla y dijo, "Ey, ¿ustedes no son los hijos de Ken Patey? ¡Un momento! Déjenme llamar a su padre". Este le aseguró que estaba en buenas manos y así contrató a los gemelos.

La noticia corrió de boca en boca. Pronto tenían más trabajo del que podían procesar. Contrataron a amigos y luego a varios empleados para ayudarlos en el trabajo.

Siempre innovadores, se dieron cuenta de que podían ganar más dinero si trazaban un círculo sobre los planos para cada plataforma y les preguntaban a los clientes si querrían agregar un jacuzzi. Muchos aceptaron.

Uno de los profesores de Mark en la secundaria le pidió empleo. Su orientador vocacional, que no sabía nada de la empresa de Mark, sugirió que la construcción sería una opción realista como carrera para él.

A pesar del éxito de Mark, el consejo del orientador lo afectó. No se sentía a la altura para las cosas académicas. Probó suerte en la facultad, pero la dejó tres meses más tarde.

Esto no le impidió fundar con Mike RecWorld, una tienda minorista de descuentos que vendía todo tipo de productos, desde casas rodantes hasta mesas de billar. Luego vino UROC, una empresa que promovía eventos todo terreno y consiguió entrar a la programación regular de ESPN.

Quizás los gemelos Patey sean personas dotadas que por casualidad también tienen TDAH, pero Mark Patey insiste en que le debe su éxito a su TDAH.

"Cada intención que tuve en la vida", afirma, "fue una distracción", y agrega: "Pensábamos de forma tan distinta a lo normal que ni siquiera podíamos acercarnos a lo normal".

Sin embargo, Mark sabe cómo concentrarse cuando trabaja en algo que le encanta. Puede pasar horas estudiando materiales nuevos y construyendo prototipos hasta convertir su próxima idea en realidad.

Tanto Mark como Mike sostienen que sus padres fueron parte integral de su éxito. Su madre, Sharon, no los retaba cuando se olvidaban de hacerlo algo o perdían la tarea. Aunque ella valoraba tener una rutina y los ayudaba a mantenerse al día, no los avergonzaba cuando se distraían. Ella entendía que sus mentes operaban de manera realmente diferente. Sus mentes eran un don.

Su padre, Ken, siempre creyó en las capacidades únicas de sus hijos. Recientemente, declaró: "Necesitamos el cerebro con TDAH que colonizó Estados Unidos, la parte aventurera del cerebro, el cerebro que no tiene miedo a asumir riesgos. Es lo que les permitió a ellos andar por el páramo y colonizarlo".

Los padres de Mark y Mike dejaron que sus hijos fueran a un páramo literal. La gente solía tirar su chatarra en una zona cercana no habitada y los chicos hurgaban en busca de tesoros. A veces traían a casa una cortadora de césped; a veces, un televisor. Desarmaban lo que habían encontrado y lo volvían a armar hasta entender cómo funcionaba el aparato. Entonces lo desarmaban otra vez y lo mejoraban.

Construían sus propios kartings, los piloteaban y los chocaban. Su madre se preocupaba por ellos. Su padre le aseguraba que todo saldría bien.

Y así fue.

Los niños tenían libertad para caerse. Fracasar los ayudaba a aprender y luego los ayudaría a desarrollar sus empresas.

Cuando Mark hacía demostraciones para su empresa de registros médicos, muchas veces no podía contestar las preguntas de sus clientes. Les decía: "No lo sé, déjeme anotar esa palabra".

El cliente, incrédulo porque Mark no supiera todavía el significado de una palabra usada con frecuencia en la industria, le preguntó cómo podía tomarlo a Mark en serio.

Mark respondió: "Usted no, pero el próximo sí, porque sabré lo que significan todas esas palabras".

Un año más tarde, Mark terminaría como el orador principal de conferencias sobre atención médica. Él siente que tuvo la oportunidad porque no tenía miedo a parecer tonto si significaba que podía aprender algo.

Su rutina exigente como orador presentó otro desafío: perdía demasiado tiempo en los aeropuertos.

Como buen solucionador de problemas que era, pensó que podía aprender a volar. Ahora volar es su hobby favorito (tuvo una etapa donde tejía, pero dejó de hacerlo cuando tejió su sexto suéter, el primero que pudo usar. También esquió durante un período, hasta que los magnates empezaron a aburrirlo).

A Mark y Mike Patey también les encanta jugar con sus aviones. Están rediseñando alas y agregándole peso a la cola para que el avión no se desarme cuando lo piloteen. Es un problema real, porque acaban de agregar un nuevo motor turbo con el doble de potencia.

En 2011, rompieron el récord mundial de velocidad transcontinental para un avión con motor de combustión interna, y lo lograron manteniéndose en formación de vuelo.

Cuando Mark notó que muchos de sus amigos en el hangar, también millonarios, tenían TDAH, decidió escribir un libro. "Addicts and Millionaires" ayuda a la gente con TDAH a aceptar su creatividad, pero también le muestra cómo manejar la facilidad para distraerse. Está lleno de fotos, listas, gráficos y bromas... todo lo que sirva para mantener a gente que se distrae con facilidad concentrada en el libro.

Si bien Mark reconoce un potencial tremendo, también advierte acerca de los riesgos. El ve a las personas con TDAH como casos atípicos. Muchos están en ambos extremos de la curva con forma de campana; algunos tienen mucho éxito, mientras que otros terminan en la cárcel.

La gente con TDAH puede ser creativa, pero Mark afirma que también es más susceptible a las adicciones porque tiene problemas de baja autoestima y sus cerebros activos necesitan un estímulo constante. Mark admite ser adicto a los videojuegos. Hace siete años, comenzó un juego y no hizo ota cosa durante dos semanas hasta terminarlo. Se dio cuenta de que tenía un problema y desde entonces no jugó más.

Esta espada de doble filo es reconocida por el Dr. Edward M. Hallowell, autor del libro "Driven to Distraction". Hallowell dice que tener TDAH "es como tener un auto de carreras poderoso de cerebro, pero con frenos de bicicleta".

Sin embargo, Mark ha logrado aprovechar este poder. Se mete de cabeza en cada proyecto nuevo con una pasión resuelta y devora todos los contenidos, ya sea que vengan de un manual, una revista o YouTube.

El helicóptero Robinson R44 de Mark es una máquina gris y elegante que parece salida de una película de ciencia ficción.

El ascenso da náuseas. Acercarse tanto a la Montaña es terrorífico. "Tenemos que acercarnos mucho más a la montaña cuando hacemos tareas de búsqueda y rescate", afirma él. Mike y él son suplentes y salen con frecuencia en su helicóptero para ayudar al equipo de búsqueda y rescate del Condado de Utah.

Mark señala su casa abajo. "Para nuestra fiesta de Año Nuevo", explica, "construimos una pista de hielo en el patio". Porque ¿quién no construiría una pista de hielo en el patio de su casa para una fiesta de invierno?

 

Foto: Tomada de Turbosmart.com.au