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"CRIANZA"

"Ser padres es padre"

"Conoce la importancia de esta figura en la crianza de los hijos y cuales son los cuatro tipos de padre que no debes ser y sus consecuencias"
05/10/2016 15:46

Aprender a ser padre o madre no es algo que venga en un manual, por lo que, lo importante es que cualquiera que sea la situación de vida que tengas, busques y encuentres un punto medio que te ayude a ser equilibrado, que le proporcione a su hijo la seguridad y el amor que todo niño requiere para ser feliz.

En los países de habla hispana existe un refrán que dice lo siguiente: “Padre no es el que engendra, sino el que cría” y es que emprender la labor de ser padres es una tarea de valientes que hoy día pocos están dispuestos a asumir.

Puede que, en un inicio, las responsabilidades se reduzcan en estar ahí para ayudar a la esposa embarazada a lidiar con los malestares propios del embarazo, para luego acompañarla en el nacimiento del bebé, algo relativamente fácil.

Más, sin duda, después viene lo “bueno”: crecer y aprender con el pequeño todo el proceso de educarlo y verlo desarrollarse. Lo anterior pasa con cada uno de los hijos que nacen, porque cada uno es diferente al otro y por lo tanto, también lo son sus necesidades.

Concebir una vida y gestarla no es función exclusiva de la mujer, también es de competencia masculina. Cuando un hombre se entera que será padre puede sentir una alegría indescriptible, pero también sentir confusión y temor, por lo que viene por delante.

Estos sentimientos son comunes y la paternidad se convierte en un desafío, proteger a su nueva familia, proveerla de los cuidados y recursos necesarios, formar y educar a nuevo ser serán las nuevas tareas para el futuro padre.

Alguna vez te has preguntado ¿cuándo se comienza a ser padre? Algunos afirman que el hombre tarda más en “hacerse” padre que la mujer en convertirse en madre, ya que la madre experimenta los cambios físicos que la conectan con la maternidad a pocas semanas de la concepción. 

En algunos casos, puede que el hombre necesite ver a su hijo para conectarse emocionalmente con él.

En general, un varón comienza a transformarse en padre cuando decide tener un hijo, que se apropia de este proyecto desde la idea y desde el sentimiento.

Los tiempos han cambiado y ahora los padres se involucran más tempranamente en la vida de sus hijos, desde la gestación, el proceso de parto y los cuidados posnatales.

Los estudios indican que estar en contacto con el bebé en las primeras horas de su nacimiento favorece el vínculo padre-hijo, el padre sentirá mayor apego, un lazo entre ambos que lo involucrará aún más en la vida de su hijo.

* Con información de Cosasdelainfancia.com y Deseret News, de un artículo de Erika Otero Romero, colaboradora también de Familias.com

 

4 TIPOS DE PADRE QUE NO DEBES SER

No se espera que una mujer o un hombre sean padres perfectos, ya que eso es imposible, sin embargo, sí se busca que cada cual dé lo mejor de sí en el desempeño de su rol como padre o madre. Es por esa razón que se hace necesario que conozcas estos 4 tipos de padres en los que debes evitar convertirte, a toda costa.

 

1. PADRE AUSENTE

Existen dos tipos de ausencia: la de aquel que está de cuerpo presente pero es emocionalmente ausente para su familia, y la de aquel que no asume la responsabilidad adquirida y se va sin importarle nada. En cualquiera de los casos, como su nombre lo indica, no está ahí para sus hijos y deja toda la responsabilidad a la madre e incluso, cuando provee económicamente hablando, se limita a eso.

Hay que hacer hincapié en algo: cuando se trata de una ausencia física, resulta mucho más fácil explicarle al menor las razones de ese vacío, ya sea que la situación sea causa de muerte, divorcio o trabajo. Sin embargo, cuando se trata de ausencia emocional resulta mucho más complejo explicarlo, además de ser una situación mucho más dañina para el menor, ya que es más difícil de superar incluso cuando se es adulto. En ocasiones, la madre intenta encubrir la situación excusando al otro o compensando el hecho con exceso de atención, pero esto resulta infructuoso la mayoría de las veces, porque de igual manera lacera la autoestima del niño.

 

- Consecuencias en los hijos, debido a la ausencia emocional

Si bien los efectos de esta situación suelen verse a mediano y largo plazo, van desde la hostilidad, la desconfianza o el estar a la defensiva, hasta el desapego y la inseguridad en las relaciones que puedan llegar a establecerse con amigos o incluso con la pareja.

También puede darse el caso de que el menor se vuelva emocionalmente dependiente, dándose el caso de que, aunque la esté pasando mal, no se atreva a romper un vínculo afectivo por muy negativo que sea. La razón de ello podría ser el miedo a sentirse solo o abandonado. En este sentido, pueden llegar a establecer relaciones tóxicas debido a su necesidad a sentirse queridos y aceptados, con el riesgo que esto implica en cuanto a la posibilidad de formar parte de grupos sociales dañinos, en la búsqueda de encontrar lo que no han tenido.

 

2. PADRE AGRESIVO

Evidentemente, un padre agresivo es aquel que daña física y psicológicamente a sus hijos, ya sea con palabras o con actos violentos que los anulan y humillan como personas, que ejerce cualquier tipo de violencia en contra de la familia.

 

- Consecuencias de la agresividad en los niños

Además del evidente daño físico y emocional que este tipo de actos ocasiona, el niño suele crecer con un fuerte resentimiento hacia el padre maltratador, que puede durar por mucho tiempo. Como consecuencia de ello, los niños pueden mostrar algunas de las siguientes características de la personalidad:

Retraído: Es el niño que busca protegerse a través del aislamiento. Tienden a ser tímidos y poco sociales, además de ser inseguros. En la adultez, la situación tiende a no cambiar mucho, llegando a propiciar y permitir que otros lo dañen.

Victimario: Opuesto al caso anterior, el menor busca sacar su ira lastimando a los demás de la misma forma en que fue o es agredido. De adulto, es posible que se convierta en una persona violenta, repitiendo lo que de pequeño vivió.

Protector: Este rasgo es más común en los hijos primogénitos, ya que se sienten en la obligación de proteger a su familia del padre maltratador. En la edad adulta, suelen buscar situaciones conflictivas que les permitan perpetuar su conducta protectora.

 

3. PADRE EXIGENTE

Palabras más o menos, son aquellos que jamás están satisfechos con los logros de sus hijos y siempre quieren más resultados positivos en la escuela o sus actividades extracurriculares. Para lograr ese rendimiento, suelen recurrir a los gritos constantes, los reclamos y la aplicación de una disciplina y reglas exageradas.

Un adecuado estilo de paternidad en los primeros años de vida dan como resultado niños mas seguros y curiosos en la exploración del mundo que los rodea y son menos dubitativos frente a los nuevos estímulos y probablemente cuando ingresen al nido estarán más preparados para enfrentar situaciones novedosas y para realizar sus propios trabajos con seguridad, autonomía y confianza en sus propias habilidades.

 

- Consecuencias de la sobre exigencia en los niños

El niño suele crecer siendo inseguro de sus capacidades y además de ser tímidos, su amor propio se ve afectado. Pueden volverse perfeccionistas con el fin de lograr la aprobación ajena, sumando a esto que pueden desarrollar ansiedad, excesiva competitividad y a la larga cuadros de depresión crónica.

 

4. PADRE OCUPADO

Es aquel que por un trabajo demandante siempre está ocupado y jamás o muy pocas veces tiene tiempo para sus hijos. Es una situación similar a la del Padre Ausente, su presencia en la vida de los hijos es escasa o nula.

La figura del padre influye en todas las áreas del desarrollo del niño y niña, su rol es tan importante como el de la madre, ambos son vitales y necesarios para el desarrollo del niño, aunque son diferentes. Sin embargo, el padre tiene un papel radicalmente importante en el desarrollo psíquico del niño, es a través de él como los niños construyen su propia identidad, su padre es su modelo, de ahí la necesidad de su presencia constante.

 

- Consecuencias de la falta de atención en los niños

Los hijos suelen interpretar la ocupación del padre como desinterés hacía ellos o desamor, sintiendo que, para sus padres, el trabajo es más importante que ellos. Debido a ello, el niño crece con una muy baja autoestima, siendo proclive a que, en su vida adulta, tome uno de dos caminos: hacer lo mismo que su padre: “porque es importante el dinero para dar comodidades a la familia”, o tratar de estar más pendiente de sus hijos para que tengan lo que el no tuvo: atención paternal.

 

PADRE Y ESPOSO

Un aspecto indirecto fundamental, que se desprende del rol del padre, es ser fuente de apoyo emocional a la madre, al estar involucrado con el cuidado y la relación directa con el niño.

Él puede ayudar a mejorar la calidad de la relación materno-infantil y, por ende, a facilitar la adaptación positiva.

Si la mujer siente el compromiso del padre con sus hijos, ella estará más dispuesta en su rol de madre y se sentirá más satisfecha.

El padre también cumple un rol muy importante cuando llega un nuevo hijo, cuando el mayor está celoso por los cuidados que la madre brinda al bebé, el padre puede acercarse más a su niño y darle el respaldo afectivo y la seguridad que necesita para la aceptación del nuevo hermano.

 

EQUILIBRIO

Los niños que crecen en un hogar donde padre y madre cumplen su rol, es decir, mantienen una relación cercana con sus hijos, se involucran y comparten con ellos, son personas que van a tener mayor estabilidad emocional que los que tuvieron ausencia de alguna de las figuras, si este fuera el caso, los hijos buscarán llenar estas necesidades con algo o alguien más.

Cerca de los 3 años, los niños necesitan la imagen de un hombre para definir su identidad sexual, por ello, es importante que exista una figura masculina cercana que influya y tenga un vínculo con su hijo, puede ser el tío, el abuelo o alguien quien refleje el rol masculino y de quien el niño pueda adquirir adecuados modelos, normas de conducta y convivencia social.

Es importante que en todo momento, los padres recuerden que su participación en la vida de sus hijos desde el primer día mejorará la relación con ellos a corto y largo plazo y los ayudará a desarrollarse mejor.