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"TU SALUD"

"Tuberculosis: Milenaria enfermedad"

"Un padecimiento que reemerge y al que son más vulnerables quienes viven con otras enfermedades crónico degenerativas"

 

La tuberculosis es una de las enfermedades reemergentes más mortales que existen en la actualidad, a pesar de que el descubrimiento y desarrollo de fármacos de nueva generación ofrecen una cura efectiva, regresa en una era donde el VIH/Sida y la diabetes mellitus se asocian a la pobreza y las precarias condiciones de higiene.

En el marco del Día Mundial de la Tuberculosis, celebrado este viernes 24 de marzo, es importante destacar que México mantiene una tendencia ascendente en la incidencia de mortalidad por tuberculosis. Cada año se detectan alrededor de 15 mil nuevos casos de tuberculosis pulmonar y cerca de 2 mil defunciones por esta causa. 

En México, como en el mundo, la tuberculosis afecta principalmente a los hombres, de manera que 60 por ciento de los casos corresponden a este género. El grupo etario con mayor número de casos es de 65 años o más, y por distribución geográfica el estado con la mayor tasa de incidencia es Baja California, seguido de Tamaulipas, Nuevo León, Nayarit, Guerrero y Chiapas.

En el caso particular de Sinaloa, las estadísticas del Sector Salud reportaron que en 2015 se tenía un censo de mil 003 casos de tuberculosis en el Estado, de los cuales 859 eran de tipo pulmonar, padecimiento que es más común que el resto de los tipos de la enfermedad.

Sinaloa tiene tuberculosis en todas sus formas: ganglionar, renales, meningeas y pulmonar, siendo ésta última la que más se trata, representa un 89 por ciento, aproximadamente, en relación al total de casos.

Otro aspecto particular en Sinaloa es la existencia de tuberculosis en los penales, por ello existe un programa especial para detectar posibles casos y así poder dar tratamiento a los internos que padezcan de la enfermedad, la Secretaría de Salud se coordina con la Secretaría de Seguridad Pública para ingresar a las cárceles de Mazatlán, Mochis, Guamúchil y Culiacán.

El año pasado detectaron 58 internos con tuberculosis, mismos que están recibiendo tratamiento de forma gratuita, mismo que puede llegar a costar hasta un millón de pesos, pues dura hasta seis meses.

 

CONMEMORACIÓN

El Día Mundial de la Tuberculosis sirve para despertar interés respecto de la epidemia mundial de tuberculosis y de los esfuerzos para acabar con la enfermedad. “Unidos para poner fin a la tuberculosis” es el lema que este año adoptaron las instituciones de salud que participan en su conmemoración, pues la tuberculosis ya no es un padecimiento relacionado con la pobreza, sino que se liga con otras enfermedades como VIH Sida y la diabetes mellitus, enfermedades con alta incidencia entre la población. 

 

ASOCIACIÓN MORTAL

Ante la vulnerabilidad infecciosa es especialmente prevalente en pacientes con VIH-SIDA, pues alrededor del 46% de las personas en los países en desarrollo con VIH están coinfectados con tuberculosis y 13% de las muertes entre individuos VIH infectados es causada por tuberculosis diseminada.

En tanto que la diabetes triplica el riesgo de desarrollar tuberculosis, en especial si no se tiene un control adecuado de la diabetes

mellitus y viceversa, donde el riesgo tanto de fracaso en el tratamiento de la tuberculosis como de muerte por dicha enfermedad aumenta casi al doble si se padece diabetes.

 

CONTAGIO

La tuberculosis se trasmite por vía aérea, a través de las gotitas que expelen al toser o expectorar las personas con tuberculosis pulmonar. Esas pequeñas gotas infectantes pueden permanecer en suspensión en el aire durante largos periodos y diseminarse a más de 10 metros de distancia. 

Es esa característica la que le confiere a la enfermedad la capacidad de transmitirse sobre todo en ambientes con hacinamiento o aglomeración de personas, con mala ventilación y falta de iluminación solar, explicó.

El riesgo de contagio depende de la proximidad del contacto, la duración de la exposición y la densidad bacteriana en el ambiente que se respira y la inmunidad celular del huésped, como ocurre en personas con infección por VIH, desnutrición, diabetes, abuso de alcohol, consumidores de drogas, tratamiento con corticoides o inmunosupresores, cáncer de cabeza y cuello, leucemia e insuficiencia renal crónica.

 

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