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"UNA HISTORIA DIFERENTE"

"Un oficio poco común: afilar serruchos"

"Aunque parezca extraño, se ofrece este servicio, muy diferente al afilador de cuchillos"
22/03/2016 18:52

MAZATLÁN._ Un oficio poco usual es el que desempeña desde hace 50 años don José Luis Martínez Ortíz.

Y es que mientras muchos afilan cuchillos, él es un experto en afilar serruchos.

Aunque parezca sencillo realizar esta labor, no lo es, pues tiene su chiste.

Don José Luis es carpintero de oficio, por lo que sabe que hay serruchos que tienen de 60 a 80 dientes, y cada uno se afila por separado.

Sabe también que si primero no endereza diente por diente con la taba, su principal instrumento de trabajo, no sirve de nada que afile el serrucho, ya que al estar "chueca la boca" del serrucho, ésta se va de lado y corta chueco la madera.

"No puedo decir que sea el único afilador de serruchos de Mazatlán, pero sí tengo la experiencia para decir que los serruchos que caen a mis manos, salen como nuevos", expresó en medio de risas.

Y es que don José Luis, a sus 70 años, ya perdió todos sus dientes, por lo que hablar se le complica mucho, así que mejor prefiere escuchar música mientras trabaja.

De vez en cuando se echa su bailadita para salir de la rutina.

Su oficio lo desempeña justo a las afueras de su casa, en el cruce de las calles 20 de Noviembre y Mercurio, en la colonia Esperanza.
En un día bueno, don José Luis afila entre 6 y 7 serruchos.

"Por cada serrucho cobro 60 pesos, pues es todo un arte, no es fácil enteresar un serrucho que corta y corta cientos de trozos de madera", recalcó.

Debido a su edad, los párpados ya se le cayeron a don José Luis, de tal manera que para poder ver, él coloca dos pasadores negros en sus cejas, uno a cada lado, eso le permite que su piel deje libre sus ojos cafés.

La edad y sus múltiples problemas de salud, ya que constantemente se enferma de los pulmones, por fumar y por tanto polvillo de la madera que respiró durante años, Don José sólo puede trabajar sentado.

"Aquí me cae el trabajo, sentado, me apuro porque me gusta cumplir, ya no puedo tallar madera ni crear muebles, pero me siento útil en este oficio", añadió.