"Voces Despeñándose: Sorpresiva muerte"
Julieta Montero
Para Ricardo
Fue en la misma lenta y triste tarde de invierno
cuando la monotonía rondó por el recinto
dejando un vaho enfadado y mal oliente
de marchitas flores y sorpresiva muerte.
Afuera, en el jardín,
la fuente cantaba a su recuerdo
con gotas de llanto
vertidas sobre el mármol.
Un ruido parejo, constante y prolongado
seguía cayendo por la boca del león
desparramando su furia contenida
por la muerte monótona del día
que acompañaba a la repentina muerte
de un ser amado.
Cuenta fuente con tu viejo canto
el dolor del adiós definitivo
que entre sombras se marcha desvalido
por el camino de las ortigas muertas.
Cuenta de los ayeres
que resonaron en risas
y en vientos frescos se fueron alados,
Cuenta de los amores
que en ti se refrescaron
tomando agua con sus manos.
Cuenta de todo lo que pueda ser alegre
más no digas ya nada de tristezas
que el doliente ocupa algo que lo anime
quitando de su adolorida memoria
el recuerdo sangrante de la historia
que va a anidarse en el adiós
por siempre.