Aceleremos la inclusión por las niñas y las adolescentes en el sistema educativo

Directora de operaciones de Mexicanos Primero Sinaloa
07/03/2024
    Hacer una retrospectiva de nuestro genograma y revisar cuántas mujeres en nuestra familia, antes que nosotros, cuentan con un título universitario y un desarrollo profesional al margen de este. Sin temor a equivocarme, encontraremos pocas. Por fortuna, la historia de las niñas y adolescentes de generaciones actuales se empieza a dibujar distinta. Hoy ellas tienen una posibilidad más tangible de estar, participar y aprender en la escuela.

    La conmemoración del Día Internacional de la Mujer, este 8 de marzo, es una oportunidad para hacer una retrospectiva de nuestro genograma y revisar cuántas mujeres en nuestra familia, antes que nosotros, cuentan con un título universitario y un desarrollo profesional al margen de este. Sin temor a equivocarme, encontraremos pocas. Por fortuna, la historia de las niñas y adolescentes de generaciones actuales se empieza a dibujar distinta. Hoy ellas tienen una posibilidad más tangible de estar, participar y aprender en la escuela.

    De la población total de mujeres en México, esto es, 65 millones, poco más del 60 por ciento en el rango de edades de entre 3 a 29 años están en la escuela; por otro lado, y siendo un dato poco menos alentador, 6 de cada 10 personas sin educación en nuestro país de la población de entre 15 años y más, son mujeres. (INEGI 2020).

    En Sinaloa, la realidad es semejante al primero de los datos, ya que el porcentaje de mujeres que permanece en la escuela es mayor al de los hombres, aun así, no podemos olvidar que estos números son abismalmente distintos cuando hablamos de comunidades vulnerables.

    Si bien es cierto que en el rubro de ingreso y permanencia de niñas y adolescentes en la matrícula escolar hay un margen de mejora importante, persisten grietas que a la fecha seguimos sin subsanar. Por ejemplo, al momento que estas mujeres se incorporen al mundo laboral, sólo el 5.2 por ciento podrá acceder a un puesto con carácter directivo y además, su salario será inferior en un 34 por ciento al de un hombre con las mismas funciones y rango.

    Bajo el lema 2024 de la UNESCO por el 8M, “Invertir en mujeres: acelerar el proceso”, se cree firmemente que toda forma de discriminación basada en género es una clara violación a los derechos humanos. Las mujeres debemos tener posibilidad de elección, gozar de igualdad de oportunidades y ser reconocidas como ciudadanos con capacidades y poder.

    El llamado es a acelerar el proceso, puesto que todavía en estos tiempos, seguimos lidiando con una educación y oportunidades sin perspectiva de género. Día con día nos enfrentamos con una cultura de desigualdad propia de nuestro País, donde el simple hecho de nacer hombre implica una ventaja natural. Por ende, es responsabilidad de todos como sociedad lograr ese cambio tan anhelado y justo, equipando tanto a mujeres como a hombres con convicciones, virtudes, entendimiento, disposición y competencias para vencer esas brechas.

    Cuando logremos que esos porcentajes de niñas y jóvenes que asisten y permanecen en las escuelas, tengan espacios donde plasmen sus capacidades y talentos, lo que a su vez se cristalice en oportunidades verdaderamente igualitarias en todos los aspectos, entonces saldaremos esa deuda histórica y nos encontraremos construyendo un futuro sostenible para todos, generando una verdadera igualdad y con ello justicia social.

    Sigamos luchando por ellas y por todas.

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    La autora es directora de operaciones de Mexicanos Primero Sinaloa

    @Mexicanos1oSin

    www.mexicanosprimerosinaloa.org

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