Al Congreso, el rastro de las buscadoras
María Isabel Cruz, huella de luz y de fe
A pesar de que el Premio Norma Corona Sapién lo recibió ayer María Isabel Cruz Bernal, la líder del Colectivo Sabuesos Guerreras que integran madres que buscan a sus hijos víctimas de desapariciones forzadas, a través de ella el reconocimiento se amplía hacia todas las mujeres que hacen de la lucha social un apostolado, arriesgando la vida propia y de sus familias al postular la prevalencia de las garantías constitucionales por encima del salvajismo. La homenajeada, luz intensa en medio de penumbras de olvido e impunidad, resplandece más allá de Sinaloa y México pues irradia el ejemplo en lo internacional.
El acto parlamentario solemne posee la sublime solidaridad del Congreso y de la sociedad representada por los asambleístas, con las madres que al gritar ¡dónde están! inquieren por igual a los criminales que los arrebataron de los nidos, como a las autoridades que no hacen lo necesario para regresarlos con sus familias. Es la exigencia expelida en las plazas, en las calles y en todas partes para que se abran para ellas al fin las trabadas puertas de la justicia.
María Isabel, la rastreadora que mientras busca a su hijo Yosimar García Cruz, libró al mismo tiempo la guerra contra la enfermedad que el sábado le quitó a otro retoño, Ángel Tomas, llegó ayer humilde y perseverante ante la 65 Legislatura del Congreso del Estado a recibir el galardón en memoria de los suyos y de los hogares que resisten frente a las sillas vacías de sus desaparecidos.
El momento es aún difícil para aquel ciudadano, familia o sector que se alce con la bandera de paz en un campo de batalla minado por la barbarie. En la víspera, el 9 de marzo, se cumplieron seis meses desde que la confrontación interna en el Cártel de Sinaloa pone en vilo la vida de cualquiera, no se diga de las activistas que remueven la tierra en la incesante exploración que les permita encontrar algún rastro de dónde están sus hijos.
De igual manera, la lenta respuesta del Estado al reclamo de hacer justicia las vuelve a ellas vulnerables porque el crimen que se llevó a sus hijos dejó aquí, intactas, la amenaza y la agresión. Por ejemplo, mientras el Congreso y la Fiscalía General minimizan la importancia de contar con un Ministerio Público especializado para delitos cometidos contra los defensores de derecho humanos y periodismo, a mediados de enero la buscadora Rosa Neris recibió el ataque físico y verbal de parte de un sujeto desconocido que le advirtió que la siguiente acometida sería letal.
Los laureles de honor colocados en la sien de María Isabel traen el espíritu original de las peligrosas jornadas que libró Norma Corona Sapién en cuya valentía por inaugurar en Sinaloa el entonces incipiente ombudsman fue asesinada el 21 de mayo de 1990. Los inolvidables sacrificios de Sandra Luz Hernández y Rosario Lilian Rodríguez, abatidas el 12 de mayo de 2014 y el 30 de agosto de 2022, mientras buscaban a sus hijos Edgar y Fernando Abizaid.
Por eso ella compartió generosa la presea “con todas y cada una de mis compañeras rastreadoras de todo el País, que buscan a un familiar. Las familias no tenemos la culpa de andar rasgando las tierras como perras, pero lo hacemos por darles una dignificación”, dijo y coreó ante diputadas y diputados las consignas de “porque vivos se lo llevaron, vivos los queremos” e “hijo, escucha, tu madre está en la lucha. Con igual esplendidez le reconoció a Rubén Rocha Moya que es “el único Gobernador que nos ha escuchado y dado todas las herramientas para encontrar a los desaparecidos”.
En la tribuna hubo muchos discursos, pero una sola guerrera: María Isabel. La Presidenta de la Junta de Coordinación Política, María Teresa Guerra Ochoa, expuso que “hoy entregamos esta medalla a una mujer cuya labor ha marcado un antes y un después en la lucha de los derechos humanos, porque es un ejemplo viviente de resiliencia, lucha, determinación y amor. Hoy le rendimos un merecido, quizá sencillo, pero homenaje, porque su dolor nos duele y nos inspira”. El Secretario de Gobierno, Feliciano Castro Meléndrez, consideró por su parte que “María Isabel y todas las mujeres que luchan por encontrar a sus familias son un ejemplo de lucha por la transformación social”, y el Presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, Jesús Iván Chávez Rangel, le reconoció el compromiso y valentía de María Isabel por su defensa de la justicia y los derechos humanos.
Así se plasmó en el homenaje del Congreso a la líder de Sabuesos Guerreras la huella de las rastreadoras que es el recordatorio perenne para la ciudadanía de lo que jamás debemos de olvidar. Al andar sobre este rastro, que Sinaloa evoque las desapariciones forzadas como delitos de lesa humanidad y las gloriosas pesquisas de sus madres hasta encontrarles.
María Isabel por cargar tu Cruz,
Y porque ahora también te guía,
Norma Corona con su valentía,
Eres nuestro faro de intensa luz.
Minutos antes de que el Legislativo enalteciera a María Isabel Cruz con la medalla Norma Corona, el Gobernador Rubén Rocha Moya anunció que en apoyo a la lucha de las madres buscadoras está por iniciar operaciones del Centro de Resguardo Temporal e Identificación Humana en Mazatlán. Y en el contexto del 8M que el sábado empuñó en Sinaloa el estandarte de la no violencia contra mujeres, dio a conocer la próxima inauguración en Guasave del Centro de Justicia para Mujeres. Sobre ambos casos dijo que se está trabajando para hacer posible en Sinaloa la meta de “ni uno más, ni una más” que propone la Presidenta Claudia Sheinbaum.