Lo bueno es que los ciudadanos ahora, en este País, están muy avispados y han logrado, con base en experiencias, un alto nivel político. Esto ha sido el mejor antídoto contra la demagogia y las falsas promesas.

    Ha llegado la temporada política por la sucesión presidencial y la renovación del Congreso de la Unión y gubernaturas en algunos estados. Esto ha creado una efervescencia política sin igual, porque es sabido que las elecciones presidenciales en México tienen la más alta participación y despiertan el más vivo interés entre la ciudadanía. Frente a esa inquietud política, es lógico que en los meses que median, de aquí al 2 de junio, la ciudadanía va a ser atiborrada por la enorme propaganda que desplegarán los partidos políticos tratando de posesionar a sus candidatos.

    No les queda de otra. Pese a que algunos partidos políticos ni yendo a bailar a Chalma lograrán revertir las claras tendencias del voto. Eso no evitará que desplieguen una amplia campaña en los medios, recurran a bots, a las redes y traten de posicionarse en la conciencia del ciudadano. Lo que valen no son la cantidad de imágenes o eslogans con las que bombardean y atiborran la mente del ciudadano, sino el programa, las propuestas serias que tienen para lograr construir un México progresista, con mayores libertades políticas y con una economía que garantice el bienestar de la población. No hay que irse con la finta del ruido mediático y sí estar atento a las propuestas de real beneficio para el País.

    Porque esa es otra, luego oportunistamente los partidos políticos, por tal de ganar el voto, se sueltan prometiendo lo que de antemano saben que no van a cumplir. Ya tuvimos más de 80 años de esa demagogia con el prian, que descaradamente prometían cosas y luego, ya en el poder, se olvidaban por completo de cumplirle al pueblo. Así se recuerda, por ejemplo que Calderón, ese triste Presidente espurio panista, que en campaña se declaró “Presidente del empleo”, ya en el poder lo primero que hizo fue decretar el cierre fulminante de la compañía de Luz y Fuerza del Centro, dejando de un día para otro, a 40 mil trabajadores de la industria eléctrica sin trabajo. Luego, las instalaciones y, sobre todo, el moderno sistema de fibra óptica que poseía la empresa estatal se la concesionó a precio de ganga a las empresas eléctricas españolas, de las cuales ahora es empleado.

    Y, así, podríamos señalar una serie de incoherencias, que de esto de la demagogia hay mucha tela de donde cortar, pues fue una práctica de larga data con la que se intentaba embaucar, que no convencer, a los electores. Ahora mismo, una candidata que anteriormente en varias ocasiones ha declarado su abierta oposición a los programas sociales (“deberían ser temporales”, dijo en una Feria del libro en Guadalajara), ahora dice que mejorará ese beneficio, que el actual Presidente Andrés López Obrador ha mejorado, en los hechos, sin tanta palabrería. La realidad es que lo dicen de dientes para fuera, porque sus verdaderas intenciones ya las dijo descaradamente el tristemente célebre ex Presidente Fox y promotor de la campaña prianista: “Ojalá y nos cumpla Xóchitl y les quite la pensión a los adultos mayores... a trabajar, huevones”. Como si los ancianos en México no hubieran ya trabajado por el País toda su vida, sosteniendo a sus familias y trasmitiendo su rica sabiduría acumulada y su esfuerzo. Así es que cuidado con esa “doble moral” y doble discurso embaucador del conservadurismo.

    Lo mismo pasa en tema de seguridad. Ahora prometen que pacificarán al País, pero ya sabemos sus métodos y sus complicidades sin nombre. Baste recordar que su policía estrella en este rubro se encuentra actualmente en Estados Unidos, recluido, esperando condena, al ser declarado culpable por los sobornos y su propio involucramiento en delitos contra la salud. Nos referimos a García Luna, flamante Secretario de Seguridad, en el Gabinete del presidente (así con minúsculas) Felipe Calderón.

    Así es que con esos antecedentes, sin constatar en hechos lo prometido, difíclmente podrán obtener la gracia del perdón y olvido por parte de los ciudadanos. “Hechos son amores”, dice un célebre refrán, que como todos los proverbios, encierran una gran sabiduría popular. Les aconsejamos a los candidatos que mejor hablen con franqueza al pueblo, que les hagan promesas viables y se comprometan en serio con la actual transformación en marcha del país.

    Lo bueno es que los ciudadanos ahora, en este País, están muy avispados y han logrado, con base en experiencias, un alto nivel político. Esto ha sido el mejor antídoto contra la demagogia y las falsas promesas. Los ciudadanos están muy claros de cuáles son las verdaderas políticas de los conservadores, y saben distinguir sus verdaderas intenciones detrás de sus trucadas promesas de campañas. No por nada los sufrieron por más de tres décadas, en que se les vio aplicar una política “neoliberal”, por completo contraria a los intereses del pueblo y del País. Por eso es muy difícil y ni yendo a bailar a Chalma podrán volver por sus perdidos fueros. Por lo menos, la ciudadanía ya no les cree ni un ápice.

    Difícilmente van a tener eco con los ciudadanos. Pesa mucho su trayectoria de agravios a la ciudadanía, cuando ejercieron el gobierno por largo tiempo, dejando una huella honda de agravios en contra de los ciudadanos. Ese pasado les pesa como un fardo. Difícil de borrar ese pasado de latrocinios y corrupción, en contra sobre todo de los núcleos más débiles y a favor de una élite de plutócratas nacionales y extranjeros, llegando al extremo de modificar la Constitución de la República como nunca se había visto, para lograr sus maquiavélicos propósitos y poner a la venta los bienes nacionales. Eso los ciudadanos lo tienen bien grabado en su memoria y no olvidan ni perdonan a los traidores a la patria.

    Los ciudadanos han alcanzado una madurez política en el País, y saben ahora defender sus intereses y, por eso apoyan el programa de transformación para México. Difícilmente mirarán para atrás, su perspectiva es seguir p’adelante, con convicción y patriotismo.

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    lqteran@yahoo.com.mx

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