Avances en gobernanza que se pueden perder

    Se esperaría que aquellos mecanismos que hayan probado ser exitosos perduren y se repitan mientras estén dando buenos resultados, cosa que en México no se da, pues cada nuevo gobierno desaparece lo que se está haciendo, sin evaluar sus impactos sociales y se empieza de nuevo a partir de cero; se cambia desde el nombre de las Secretarías, los programas y las políticas.

    El artículo de la semana pasada sobre “Cómo se enfrentaron crisis anteriores” tiene su origen en una propuesta de la contadora Guadalupe Yan Rubio, que llegó a ser Subsecretaria de la Función Pública en el sexenio de Felipe Calderón, cuando sostenía que “es más fácil proponer un principio o una política pública, que encontrar los mecanismos adecuados para llevarlo a cabo”, es decir, se requiere saber “los cómos” para hacer que funcionen los enunciados teóricos. Igualmente se ha dicho que “en los principios está Dios pero en los detalles está el diablo”.

    En efecto, los políticos hablamos de controlar y eliminar la corrupción en el servicio público, lo cual se oye muy bien, pero muy pocos de ellos explican cómo hacerlo; igualmente sobre crear un gobierno eficiente y cercano al pueblo, pero a la hora de tratar de lograrlo no siempre se sabe cómo hacerlo; lo mismo en cuanto al desarrollo nacional o cómo lograr una mejor educación para los mexicanos sobre lo cual, cuando mucho, se piensa en la educación y en los libros de texto gratuitos, pero no hemos podido avanzar significativamente pues hace falta mucho más.

    Pero no sólo eso, sino que en cuanto se plantean los “cómos” comienzan las discrepancias, pues unos lo quieren de cierto modo y otros proponen formas distintas para llegar a los fines buscados.

    Sin embargo, para eso existen las elecciones y los cambios en el gobierno para que los candidatos propongan los “cómos” que consideren más eficientes, aunque se esperaría que aquellos mecanismos que hayan probado ser exitosos perduren y se repitan mientras estén dando buenos resultados, cosa que en México no se da, pues cada nuevo gobierno desaparece lo que se está haciendo, sin evaluar sus impactos sociales y se empieza de nuevo a partir de cero; se cambia desde el nombre de las Secretarías, los programas y las políticas. Así, los avances siempre han sido pobres, limitados y a veces hasta con retrocesos.

    Actualmente se están perdiendo mecanismos o programas necesarios como:

    - El Sistema Nacional Anticorrupción

    - La transparencia gubernamental

    - La rendición de cuentas

    - El control interno en la Administración Pública

    - La participación social

    - El Gobierno Abierto

    - La prevención y determinación de los Riesgos

    - Cero Impunidad en el Gobierno

    - La eficiencia en la Administración Pública

    - La evaluación del desempeño

    - El Servicio Civil de Carrera

    - La simplificación administrativa

    - La cultura de la legalidad

    - La Evaluación de Impactos de Políticas y Programas Públicos

    - La capacitación continua de los maestros y funcionarios

    - El desarrollo tecnológico

    - La investigación y modernización

    - La búsqueda constante de la productividad

    - La armonización de las contabilidades gubernamentales

    - La armonización de los sistemas informáticos

    Y tantos otros de los que casi nunca se enteran los ciudadanos porque esas decisiones gubernamentales “no hacen ruido”.

    Pero hay instituciones que pueden perderse y que son importantísimas:

    - El respeto a la Constitución y a la Ley en general

    - La división de poderes

    - El federalismo

    - El Municipio Libre

    - El Gobierno Civil y no militar

    - Los derechos humanos

    - Las obligaciones constitucionales de los gobernantes

    - La democracia y los organismos electorales independientes

    - La libertad de expresión

    - La libertad de reunión

    - La coordinación entre Gobierno y el sector educativo

    - El voto libre

    - La ética en la administración pública

    - La coordinación entre Gobierno e iniciativa privada

    Habría que insistir en el cumplimiento de principios como:

    - Se es inocente hasta que se pruebe lo contrario

    - La autoridad sólo puede hacer lo que la ley le ordena y el ciudadano puede hacer todo lo que la ley no le prohíba

    - Los derechos a la vida, a la verdad, a la libertad y a la justicia

    - Nada ni nadie puede estar por encima de la Ley

    Un gobierno consciente siempre estará en búsqueda de la confianza y el reconocimiento de la sociedad, confianza que sólo logrará si rinde cuentas, si es transparente, si demuestra que no es corrupto en la utilización de los recursos públicos, si es abierto y eficiente; si respeta la ley, la democracia y las instituciones y si es congruente entre lo que dice y promete y lo que realmente hace.

    Estamos perdiendo o en riesgo de perder muchos de estos avances e instituciones por las que miles de ciudadanos han luchado y dedicado su vida para que existan en México.

    Los problemas de México son tantos y tan graves, que sólo se pueden resolver con la colaboración y la coordinación entre los sectores público, privado, académico y la sociedad en general.

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    cp_rafaelmorgan@hotmail.com

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