El primer round neoliberal en torno a la 4T

    Para los neoliberales la ‘tasa de crecimiento de la economía’ es un parámetro fundamental para su ‘acumulación del capital’, no de la soberanía del País. Para la Cuarta Transformación en proceso, el desarrollo económico es un indicador de la ‘distribución de la riqueza y el bienestar social’.

    SinEmbargo.MX

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    Justo en el inicio del sexenio de Andrés López Obrador, en torno a los gobiernos anteriores y lo grandes magnates neoliberales incluidos en la lista de Forbes, enfrentó por doquier los “cochupos” y “corruptelas” del sistema neoliberal, protegido por sus manager del Poder Judicial, la Suprema Corte, los partidos de Oposición y, desde luego, el INE, ejes fundamentales en contra de la Cuarta Transformación.

    Los organismos financieros internacionales y nacionales, ipso facto, se pusieron loa “guantes” en el ring, para darle la pelea la Cuarta Transformación, en el cuadrilátero de la economía y las finanzas.

    Desde el 2019, se generó un fuerte intercambio entre el Estado en proceso de la Cuarta Transformación y el financiamiento del Fondo Monetario Internacional, Citibanamex, Fitch Ratings y el Banco Suizo UBS, entre otros, los cuales lanzaron el primer guantazo.

    Todos ellos estaban convencidos que el Producto Interno Bruto del gobierno de Morena se reduciría del 1.6 por ciento al 0.9 por ciento y/o el 2 por ciento en el trimestre de abril a junio y el siguiente trimestre de julio a septiembre “pondría a México en una recesión técnica”.

    Se abstuvieron de informar que la desaceleración del crecimiento económico referido es mundial, pues afecta lo mismo a China que a Europa y hasta Estados Unidos, cuya tasa de crecimiento se redujo, al cierre de 2019, del 3.2 al 1.8 por ciento, según sus propias expectativas.

    Tampoco divulgaron que la tasa de la inflación del 3 por ciento que el INEGI anunció, es la más baja en los dos últimos años y medio.

    Y eso que el sistema financiero neoliberal y los grandes bancos estaban “sumamente enojados “con la “política de austeridad” en el gasto público de la Cuarta Transformación, esto es, las “inversiones gubernamentales en empresas paraestatales y obras públicas” y, sobre todo, a “programas de bienestar social”, que, desde sus inicios, se invirtieron sumas cuantiosas en beneficio de “adultos mayores, jóvenes y comunidades”.

    “Sin querer queriendo”, los magnates adujeron que las referidas “rebajas de las calificaciones crediticias de México”, se debía a que “la inversión sigue siendo débil”, en torno a lo cual, el consumo público y el privado desacelerados, como resultado según ellos de la “incertidumbre en torno a las “políticas sociales, el deterioro de la confianza y el aumento de los costos del endeudamiento, que podrían aumentar tras la rebaja reciente de la “calificación Soberana”, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, del que ellos dependen.

    En síntesis. Los magnates neoliberales proponen y quieren que “el gasto público” se incremente como antes, para impulsar “la inversión y el consumo del sector privado”, con la cual, han obtenido enormes ganancias a costa del “erario público”.

    EL FMI y sus socios magnates no difundieron que la administración gubernamental del sistema financiero de la Cuarta Transformación aportó “50 mil millones de pesos” en abono a la “deuda de 120 mil millones de dólares, adquirida por el gobierno de Ernesto Zedillo”, avalada por sus sucesores priistas y panistas con el llamado “Fobaproa” (Fondo Bancario de Protección del Ahorro), mejor conocido como “rescate bancario”, el cual fue el “negocio del oro” del sistema financiero y bancario.

    Tan es así que la “Asociación de Bancos de México” ofreció a AMLO desde el inicio de su mandato presidencial “500 mil millones de pesos” para que su Gobierno los invirtiera en infraestructura, en el sector energético y agropecuario, en las “pequeñas empresas”, según ellos, en beneficio del sistema económico de los proyectos de la inversión privada.

    Ocultan que la mayoría de los referidos “proyectos de la inversión privada” terminan siendo “fuentes de enriquecimiento y negocios fraudulentos entre empresarios y funcionarios corruptos”, que todavía los hay.

    Un ejemplo de ello, es la compra de Fertinali y Agronitrogenados realizada por el presidente del Consejo de Administración de Pemex, Emilio Lozoya, y el dirigente sindical de Pemex, Romero Deschamps, el ex Secretario de Hacienda Luis Videgaray, y el propio ex Presidente Enrique Peña Nieto, los cuales fraguaron la compra a sobrecosto de esa empresa, con dinero gestionado de la financiera Nafinsa y el Banco de Comercio exterior, ambas instituciones del Estado.

    Para los neoliberales la “tasa de crecimiento de la economía” es un parámetro fundamental para su “acumulación del capital”, no de la soberanía del País.

    Para la Cuarta Transformación en proceso, el desarrollo económico es un indicador de la “distribución de la riqueza y el bienestar social”.

    Veremos y diremos en que termina este “pugilato” entre el neoliberalismo que la Iniciativa Privada nacional e internacional promueve en su beneficio, y la “Revolución de la Conciencia Social” del pueblo y en general de los auténticos ciudadanos patriotas.

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