Empatía en la buenas y en las malas, en salud y en la enfermedad

17/10/2021 03:30
Cuida a las personas. Busca crear momentos y espacios de confianza en los que se puedan compartir experiencias personales, además de asuntos laborales. Pregunta a tus empleados cómo están y no sólo qué hacen. Mostrar apertura y disposición a escuchar a los colaboradores creará un ambiente de confianza en la empresa y reforzará tu papel como líder, además de que sentará las bases para el crecimiento”

La empatía hará que seas capaz de sentir compasión, gratitud, solidaridad, tolerancia... Es un valor que engloba muchos valores. Por eso, es importante vivirlo y trabajarlo todos los días. Es una forma de conocimiento y aproximación al otro, un intento de ponerse en el lugar de la otra persona.

En el mundo de los negocios las crisis son cosa de todos los días, las hay grandes, medianas y pequeñas, y la filosofía tradicional de negocios entiende que cada crisis es, al final del día, una oportunidad para crecer y mejorar.

Sin embargo, la pandemia resulta una especie de crisis particular. Primero, porque no había sucedido en unos 100 años, y segundo, porque no se trata solo de una crisis económica, sino una que reta nuestra salud mental, y que nos obliga a hacer algo que va contra nuestra naturaleza humana: conectar con otros seres humanos. “La verdadera empatía requiere que salgas de tus propias emociones para ver las cosas por completo desde la perspectiva de la otra persona”. Anónimo

Los líderes de empresa enfrentan el reto de, además de continuar con sus roles habituales, ahora más que nunca deben ser capaces de velar por la salud mental de sus colaboradores. El simple hecho de hacer home office implica, de por sí, una especie de agobio para la que pocos estaban preparados (no es un asunto nuevo: esta ha sido una preocupación desde el anuncio de la NOM-035, que busca cuidar la salud psicosocial de los trabajadores).

Es aquí cuando entra en juego una habilidad directiva de la que a veces poco se habla, una habilidad subestimada en el complejo arte de construir el éxito de una empresa: la empatía.

Tomar la empatía como herramienta principal para sortear una crisis es un rasgo distintivo de un liderazgo más humano y cercano a sus colaboradores. Es también una excelente manera de valorar a las personas a través del reconocimiento y validación de los puntos de vista de los colaboradores, sin olvidar los propios.

Todo bien, pero ¿cómo se practica la empatía? A continuación, comparto algunas claves para desarrollar y fortalecer esta habilidad blanda, en un sentido que va mucho más allá de “ponerse en los zapatos del otro”:

Cuida a las personas. Busca crear momentos y espacios de confianza en los que se puedan compartir experiencias personales, además de asuntos laborales. Pregunta a tus empleados cómo están y no sólo qué hacen. Mostrar apertura y disposición a escuchar a los colaboradores creará un ambiente de confianza en la empresa y reforzará tu papel como líder, además de que sentará las bases para el crecimiento.

Pon especial atención a la salud mental de tu equipo. El estrés causado por estos días tiempos puede llevar a los trabajadores a sufrir síndrome de burnout u otros padecimientos físicos y mentales. Procura estar atento de factores de riesgo y listo para ofrecer acompañamiento preventivo.

Baja la expectativa. Tu equipo sabe cuál es su trabajo, pero las condiciones atípicas en las que lo tienen que realizar pueden tener un impacto negativo en sus niveles de desempeño.

Pero no la bajes tanto. Los colaboradores agradecerán la flexibilidad que como líder puedas darles, pero debes dejar claro que las medidas extraordinarias tomadas no son sinónimo de vacaciones. Sé claro en los resultados que esperas; recuerda que el contexto actual no tiene por qué ser determinante en la efectividad de los procesos de trabajo, si bien la planeación y las modalidades de forma de trabajar han cambiado, el resultado debe ser el mejor.

Comunica con eficiencia. Ya no hay espacio para la conversación casual que tenía lugar en la cafetera o área de descanso, pero ese no es motivo para dejar de estar en contacto con los colaboradores y colegas. Hay estrategias para todas las necesidades: desde un correo masivo, llamadas telefónicas uno a uno, sesiones personales o grupales (virtuales) en las que puedas entablar conversaciones para escucharlos y desde ahí, crecer como empresa. La intención es que tu equipo perciba que hay un compromiso por saber que están bien, y si no lo están, proveer de condiciones que ayuden a la recuperación. “Si hablar es plata, escuchar es oro”. Proverbio turco

Respeta el tiempo de tus colaboradores. Parte integral de la motivación de un colaborador es contar con expectativas claras y un ambiente estable (dentro de lo que cabe). Una carga de trabajo estable y un horario uniforme ayudan a combatir el agobio y el burnout. El caos pone en alerta al cuerpo, que libera adrenalina, y eso, en pocos días, provoca el síndrome del trabajador quemado.

Cuídate. Sabemos que a las palabras se las lleva el viento. ¡Predica con el ejemplo! La primera persona que debe mantenerse fuerte y estable es el líder.

El valor de la empatía. Esta comprensión debe ser horizontal para que verdaderamente. El capital más importante de cualquier organización son sus colaboradores y por ello es importante conectar con ellos y responder a sus necesidades básicas. Para lograr que una relación sea sana y exitosa, debemos primero entender a la otra persona. Comprender sus problemas, sus inquietudes, sus miedos y sus ilusiones es esencial para ofrecer nuestro hombro cuando sea necesario y demostrar que nuestro interés y preocupaciones son verdaderas. “La empatía reside en la habilidad de estar presente sin opinión.” Marshall Rosenberg

Estos puntos son aplicables en cualquier tipo de crisis, aunque resultan especialmente relevantes en tiempos de pandemia, pues la emergencia sanitaria tiene la característica particular de haberse extendido casi indefinidamente, sin un horizonte claro y concreto, algo que resulta especialmente retador para nuestra salud mental. Si quien lidera la empresa está enfocado únicamente en el negocio y no en las personas, auguro que el éxito no llegará o, al menos, no perdurará. Y es que, como dice el dicho, no hay mal que dure cien años... pero tampoco cuerpo que lo aguante. Como bien señalo Barack Obama “La empatía es el rasgo de nuestro carácter que puede cambiar al mundo”.