¿Entra a otra etapa la guerra narca?

27/09/2025 04:02
    En las circunstancias que vivimos, cualquier casualidad o incidente violento que involucre a una persona, así sea un menor, con vínculos a las esferas del poder político, empresarial o mediático, va a darle una dimensión mayor a la crisis de seguridad que padece Sinaloa.

    Dos semanas después de cumplirse un año de la guerra prolongada del narco sinaloense, la familia del Gobernador fue impactada por un hecho de violencia cuando la camioneta de su hija Eneyda fue fuertemente baleada mientras la nieta del doctor Rocha Moya viajaba en ella acompañada por dos custodios.

    La primera versión del Mandatario sinaloense sobre el hecho delictuoso es que fue un intento de robo de la camioneta. La Presidenta Sheinbaum retomó la interpretación del Gobernador, pero en la mañanera no descartó otras hipótesis una vez hechas las investigaciones.

    Pudo ser una casualidad, lo cierto es que el atentado aconteció minutos después de que en Culiacán se celebrara la reunión del Gabinete de Seguridad, presidida por Omar García Harfuch. El que haya sido así nos dice que la facción criminal que haya ordenado el ataque al vehículo de la doctora Eneyda Rocha no mide el impacto de sus operativos y es muy irresponsable o, por el contrario, está muy consciente de su desafío y quiere demostrar su enorme poder ante la presencia de los jefes de la seguridad nacional y los ojos de todo México, o, simplemente, por otro lado, lo cual es difícil de creer, fue un evento en el que los perpetradores no sabían a quién estaban atacando.

    Y, sí, efectivamente, el evento pudo ser un intento de robo vehicular y nada más; sin embargo, el hecho de que la nieta del Gobernador se transportara en la camioneta, en una etapa extremadamente crítica de la violencia criminal, le concede relevancia y trascendencia al suceso.

    En las circunstancias que vivimos cualquier casualidad o incidente violento que involucre a una persona, así sea un menor, con vínculos a las esferas del poder político, empresarial o mediático, va a darle una dimensión mayor a la crisis de seguridad que padece Sinaloa. No en balde, el evento delictivo del 23 de septiembre en Culiacán fue noticia de ocho planas en los principales diarios y noticieros del País. De no conocerse la guerra prolongada narca en Sinaloa el ataque a los custodios y a la camioneta, que por fortuna no tocó a la niña, no hubiese tenido tanta relevancia.

    Ahora bien, si los disparos al vehículo de la doctora Rocha tenían el objetivo de afectarla a ella, a su familia y al Gobernador, estaríamos viendo una nueva y ascendente escala de la guerra prolongada del crimen organizado, donde esté habría decidido atentar contra la esfera más alta del poder político en Sinaloa atacando a los seres más queridos del Gobernador. Si este fuese el caso, entraríamos a una fase aún más peligrosa que otras anteriores.

    La Presidenta Claudia Sheinbaum visitará Sinaloa, aunque no Culiacán, justo en este momento crítico. Seguramente escuchará muchos reclamos por parte de ciudadanos y grupos sociales afectados, cansados y angustiados por la violencia criminal.

    En esta columna he opinado varias veces que el poderío y complejidad de los grupos del crimen organizado sinaloense es tan grande y de alcances globales que no será posible acabarlo a corto plazo; sin embargo, eso al común de la gente no le importa, lo que quiere es que cese la guerra narca y le pide resultados inmediatos a la Presidenta, al Secretario de Seguridad y al Gobernador. Pero, todo indica que la guerra no terminará pronto y que, al contrario, el crimen organizado estaría adoptando estrategias más arriesgadas , buscando desgastar al poder político, militar y policial.

    Las exigencias y presiones tanto al gobierno de la doctora Sheinbaum como al del doctor Rocha Moya crecen cada vez más. En este contexto ambos tendrán que encontrar respuestas más prontas y eficaces para, al menos, contener el poder de los grupos criminales de Sinaloa y del conjunto del País.

    La Presidenta no se podrá detener en el esclarecimiento de los casos de La Barredora, ni del huachicol fiscal de los marinos, ni en el combate frontal a los grupos delictivos sinaloenses. Si lo hace, muy probablemente aumentará la presión del hombre naranja y de la prensa crítica mexicana, así como de cada vez más ciudadanos, al grado de hacer inevitable una abierta intervención de los aparatos de seguridad de los Estados Unidos y con ello el debilitamiento de la soberanía nacional y del gobierno cuatroteísta.

    Posdata

    En su visita a Sinaloa, la Presidenta Claudia Sheinbaum va a escuchar también los reclamos de administrativos y académicos jubilados de la UAS ante la propuesta del Rector de la UAS de recortarles la jubilación dinámica. Al margen de que hay varios gastos de la institución que parecen desmedidos o innecesarios y que podrían ahorrarse, entre los jubilados e incluso entre profesores y administrativos en activo hay una gran desconfianza en el buen manejo de los dineros de la UAS por parte de sus autoridades. ¿Dónde, dicen, quedaron los 800 millones de pesos que les fueron condonados a los directivos de la Universidad a cambio de una multita de 20 millones de pesos que les impuso el Gobierno estatal? Aclaren eso y después hacemos cuentas, exigen.