La palabra preludio proviene del latín y significa experimento, ensayo. Está compuesta del prefijo pre (antes) y del verbo ludere (jugar, pero también ejercitarse en algún arma o instrumento).
Hoy, la OSSLA ofrecerá un magnífico concierto gratuito en el Teatro Pablo de Villavicencio, basado en fantásticos preludios. Iniciará con Preludio a la siesta de un fauno, de Claude Debussy, basado sobre un poema del escritor francés Stéphane Mallarmé, el cual narra los arrebatos sensuales de un fauno (personaje híbrido que tenía la parte superior del cuerpo de un hombre y la inferior de un chivo) que acaba de despertar de su siesta y recuerda sus devaneos con unas ninfas.
El programa prosigue con Les préludes, de Franz Liszt, que es su tercera obra de un total de trece poemas sinfónicos. Se inspiró en las Nuevas Meditaciones Poéticas, de Alphonse de Lamartine. Estos preludios son sensibles y majestuosos, juegan con la cadencia y la impetuosidad, conjugan admirablemente la dulzura y el fuego, el remanso del arroyo y el estrépito de la cascada. El vigoroso final sacude las fibras más íntimas.
Liszt expresó: “¿Qué es nuestra vida sino una serie de preludios a una canción desconocida, de la cual la primera nota solemne es la que hace sonar la muerte? El amanecer encantado de toda existencia está anunciado por el amor, y, sin embargo, ¿en el destino de quién no están interpretados los primeros latidos de la felicidad por tormentas cuyas violentas ráfagas disipan las más caras ilusiones del ser, consumiendo su altar con un fuego fatal?”.
En verdad, si usted es romántico, no puede perderse el concierto de esta noche. El programa concluye con la Primera Sinfonía de Beethoven en do mayor, la cual preludia las otras ocho sinfonías que compondrá.
¿Soy el preludio de quien seré?
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