Implementación del Sínodo de la Sinodalidad 2025-2028 (3)
3. ¿Cómo utilizar el Documento Final en la fase de implementación de los acuerdos del Sínodo de la Sinodalidad?
Este documento es el punto de referencia de la fase de implementación y es fundamental promover su conocimiento, lectura, estudio y discusión, a nivel personal y en grupos. En este proceso se debe: a) considerar la visión de conjunto del texto; b) tener en cuenta la perspectiva eclesiológica, enraizada en el Concilio Vaticano II; c) la misión de anunciar el Reino de Dios, inaugurada por Jesús, a la que están llamados todos los bautizados; d) la perspectiva relacional y la lógica del intercambio de dones como expresión de catolicidad; e) el impulso ecuménico; f) la visión conciliar de una Iglesia en el mundo, en dialogo con las demás tradiciones religiosas.
El Documento Final subraya que “corresponde a las Iglesias locales encontrar los modos adecuados para poner en práctica estos cambios”. Hay que mantener una dialéctica creativa y permanente entre lo universal y lo local. Y “este es precisamente el desafío que plantea la fase de implementación”, toca a las Iglesias locales abordar los aspectos particulares que les resultan relevantes, que para otras Iglesias podrían ser irrelevantes.
Las Iglesias locales deben, en el marco de sus propias características y realidades, impulsar: a) la promoción de una espiritualidad sinodal; b) el acceso efectivo a funciones de responsabilidad y roles de liderazgo tanto laicos y laicas, como de personas consagradas; c) la experimentación de formas de servicio y ministerio que respondan a las necesidades pastorales de cada contexto; d) la práctica del discernimiento eclesial; e) la activación de procesos decisionales con estilo sinodal; f) la experimentación de formas adecuadas de transparencia, rendición de cuentas y evaluación; g) los organismos de participación previstos por el derecho, y la renovación en clave sinodal; h) la celebración regular de asambleas eclesiales locales y regionales; i) la valorización del Sínodo diocesano; j) la renovación misionera sinodal de las parroquias; k) la verificación del carácter sinodal de los caminos de la Iniciación Cristiana.
4. ¿Qué método e instrumentos utilizar en la fase de implementación?
El método sinodal es fundamental y no se reduce a un conjunto de técnicas para gestionar encuentros, sino que constituye una experiencia espiritual y eclesial que implica crecer en una nueva manera de ser Iglesia, arraigada en la fe de que el Espíritu concede sus dones a todos los bautizados. Se debe ser consciente de que la metodología no garantiza por sí sola alcanzar el resultado esperado.
Un aporte del método sinodal es el “discernimiento eclesial”, y ahí debe tomarse en cuenta que “en la Iglesia existe una gran variedad de enfoques del discernimiento y metodologías consolidadas”. El discernimiento eclesial requiere la contribución de competencias de diverso tipo para lograr una lectura más profunda del contexto y una identificación más clara de lo que está en juego. Es necesario llegar a deliberaciones concretas con miras a la renovación de prácticas, proceso de decisión y estructuras.
Estas indicaciones metodológicas pueden declinarse en una variedad de ocasiones y procesos, caracterizados por objetivos diversos, pero unidos por el hecho de realizarse con un estilo sinodal. Para llevarlos a cabo evitando el riesgo de la improvisación y la dispersión, es conveniente prever una dedicación al diseño y al acompañamiento de estos procesos. En el texto se mencionan ocho recomendaciones concretas, para articular una buena metodología.
Pistas para la fase de implementación del Sínodo: 2025-2028
Secretaría General del Sínodo
Ciudad del Vaticano, 2025
pp. 70