Lo que se está haciendo para salvar al mundo del deterioro climático

    Antes que nada, una doble disculpa por un par de errores en los artículos sobre Cambio Climático, pues en el primero la computadora cambió el apellido del Secretario General de la ONU, Antonio Guterres y puso “Gutiérrez”, porque así está programada, y en el segundo se dijo que “...la población de insectos se redujo en un 75 por ciento...” debiendo decir “en un 25 por ciento”. Espero la benevolencia del lector.

    El tema sobre las consecuencias del cambio climático da para mucho más, tan es así que varios lectores piden se escriba también sobre lo que se está haciendo para detener o por lo menos ralentizar los efectos del problema, que se atribuye casi en un 100 por ciento a la actividad humana desordenada, por lo que se dice que “si la humanidad lo ocasiona, la humanidad debe solucionarlo”; y en efecto, algo o mucho se inicia o se está haciendo. Por ejemplo, el gobierno del mayor contaminante del mundo, Estados Unidos, ante las terribles consecuencias de los tremendos huracanes en su costa este, reconociendo que son causados por el cambio climático, ha informado a través del Departamento de Energía que para el año 2035 producirá el 40 por ciento de su electricidad duplicando cada año las instalaciones de energía solar y llegar hasta el 45 por ciento para el año 2050. Para lograr esas metas se requerirán miles de millones de dólares, pues actualmente sólo se genera el 4 por ciento de energía solar. En cuanto al segundo contaminante: China, poco se sabe.

    En el Golfo de México existen cientos de pozos petroleros de muy baja producción pero que están contaminando el océano; la justicia federal ha ordenado que tanto el dueño actual como los dueños anteriores, Exxon, Royal Dutch, Hese Corp, etc., paguen el retiro definitivo de esos pozos, lo que costaría la friolera de 7 mil 200 millones de dólares.

    A finales de este año se celebrará la 26 Conferencia de las Partes de la Convención de la ONU, en el Reino Unido, COP 26, sobre Cambio Climático, con la presencia de más de 150 países, mucho más preocupados y sensibilizados, pues prácticamente todos han sufrido los efectos negativos.

    Aunque el problema se ha puesto en las manos y políticas de los gobiernos, también el ámbito empresarial y organizacional tiene mucho qué hacer y qué aportar. Según el suplemento semanal del periódico Noroeste, Contexto, en artículo de Elizabeth Claire Alberts, la Red de Objetivos Basados en la Ciencia, una iniciativa de Global Commons Alliance, presentó su “programa para ayudar a las empresas, consultorías y coaliciones de la industria a establecer objetivos que podrían ayudar a proteger la naturaleza” y utiliza el concepto ‘los límites planetarios que contiene límites o umbrales que tienen el potencial de desestabilizar el mundo’... si nos mantenemos dentro de esos umbrales la vida aún puede prosperar, si los cruzamos, la tierra puede cambiar a un estado peligroso”.

    A esta Red se han unido empresas como Pepsico, Ford, la farmacéutica MSD, Grupo Bimbo, Audi, Coca-Cola, etc. Se trata de coordinar y planificar los esfuerzos individuales dentro de un plan global de empresas, gobiernos y organizaciones que enfoquen el problema integralmente no sólo produciendo autos, barcos y aviones con motores eléctricos, ya que no sólo es el exceso de dióxido de carbono en el ambiente, sino también metodología para rescatar el agua de lagos, ríos y depósitos subterráneos, así como salvar los bosques, la fauna, la tierra y los mares.

    En cuanto a México, según Greenpeace, “nuestro país cuenta con recursos solares y eólicos suficientes para generar 100 por ciento de la energía consumida anualmente a nivel nacional” y según Banco Mundial, “México cuenta con 96 por ciento de su superficie en condiciones óptimas de captación solar” para producir energía que “es abismalmente más económica de producir que la generada por combustóleo” (véase Suplemento Especial sobre Energía de El Universal del 17/Mayo/2021).

    Por su parte, “la Industria Mexicana de Coca Cola está trabajando con sus plantas de reciclaje comprometiéndose a recolectar y reciclar el equivalente al total de botellas que venda para el año 2030; en la actualidad procesa más de 85 mil toneladas de plásticos anualmente en sus plantas PetStar, la más grande del mundo e IMER, la primera en Latinoamérica”.

    Pemex contaba con un Plan de Acción Climático desde 2013 pero elevó entre 2018 y 2019 sus emisiones de CO2 en 32 por ciento y de óxido de azufre en 69 por ciento, por lo que según Greenpeace parece que “...la idea es heredar a las próximas generaciones un ambiente contaminado en lugar de un planeta sano”.

    Periodismo ético, profesional y útil para ti.

    Suscríbete y ayudanos a seguir
    formando ciudadanos.


    Suscríbete
    Regístrate para leer nuestro artículo
    Esto nos ayuda a identificarte mejor al poder ofrecerte información y servicios justo a tus necesidades al recibir ayuda de nuestros anunciantes.


    ¡Regístrate gratis!