Plantas tratadoras particulares también contaminan
En nuestra experiencia manejando acciones colectivas por contaminación ambiental, hemos descubierto que al menos el 90 por ciento de las plantas tratadoras de aguas negras operadas por paramunicipales o por los gobiernos municipales son fuente de contaminación ambiental, porque no tratan las aguas negras debidamente y las arrojan al mar, a ríos y a otros cuerpos de agua rebasando los parámetros fijados por la ley para evitar la contaminación.
Sin embargo, también nos hemos dado cuenta de que existen plantas tratadoras de aguas negras operadas o propiedad de particulares que generan contaminación ambiental ya sea por arrojarlas a cuerpos de aguas sin tratar o por los malos olores que producen.
Un ejemplo de lo anterior es la planta tratadora de aguas negras que opera en el Fraccionamiento El Cid de esta ciudad.
Hasta donde sabemos, esa planta tratadora de aguas negras es propiedad de un particular y es operada por ese particular o un tercero.
Al parecer las aguas negras que son tratadas en esa planta son utilizadas para regar el campo de golf y otras áreas verdes del fraccionamiento y no son arrojadas a algún cuerpo de agua por lo que no causan contaminación ambiental por ese lado.
Pero lo que sí es un hecho notorio es que, desde inicio de sus operaciones, hace más o menos 30 años, la planta tratadora de aguas negras de El Cid es generadora de malos olores que afectan a los vecinos del mismo fraccionamiento y a vecinos del fraccionamiento Lomas de Mazatlán que colindan con la planta tratadora.
Los vecinos afectados por los malos olores que genera la operación de la planta tratadora de aguas negras de El Cid pueden promover una acción colectiva para que un Juez federal decida si los malos olores se pueden considerar contaminación ambiental o no.
En caso de que el Juez federal decida que los malos olores sí se consideran contaminación ambiental, impondrá al propietario y/o al operador de la planta tratadora de aguas negras, las medidas necesarias para eliminar o reducir razonablemente esos malos olores, pudiendo llegar incluso a ordenar la clausura de la planta.
Lo mismo aplica para los cárcamos operados por la Jumapam que también generan malos olores que afectan a los vecinos de esos cárcamos.
El cierre de la planta tratadora de aguas negras de El Crestón se dio precisamente a raíz de una acción colectiva atendida por mi despacho, porque se demostró que no trataba las aguas negras adecuadamente y las arrojaba al mar prácticamente crudas.
Como vemos, existen remedios legales para combatir la contaminación ambiental causada por el tratamiento defectuoso de las aguas negras, que buscan remediar la contaminación, ya depende de los ciudadanos afectados utilizarlos o no.
