¿Por qué la mafia albanesa es aliada de los cárteles mexicanos?

28/12/2025 04:00
La mafia albanesa es aliada de los cárteles mexicanos porque domina la distribución de drogas en Europa, posee redes familiares cerradas que la hacen confiable y ofrece sofisticados mecanismos de lavado de dinero. Su presencia global facilita al Cártel de Sinaloa y al CJNG expandir sus negocios, mover capitales y obtener armas sin riesgos mayores

El anuncio del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos de sanciones en contra de la familia Hysa -que es mexicana, pero de origen albanés- por acusaciones de lavado de dinero en favor de la facción de la Mayiza del Cártel de Sinaloa, se suma a una larga lista de noticias que ligan a cárteles mexicanos con clanes criminales de origen albanés y nos hace preguntarnos: ¿Por qué se ha vuelto común la conexión entre organizaciones del crimen organizado de México y Albania?

En México se sabe poco de la mafia albanesa, pero es muy relevante en el plano internacional, ya que junto con la ‘Ndrangheta, de origen italiano, son las dos mafias que controlan el tráfico de drogas en Europa y, por tanto, una de las principales aliadas del Cártel de Sinaloa y del Cártel Jalisco Nueva Generación a nivel internacional. Pero además de Europa, tiene presencia en Estados Unidos, Canadá y Australia a través de inmigrantes de origen albanés asentados en dichos países.

A finales de los 80, tanto la mafia albanesa como la ‘Ndrangheta eran pequeñas respecto a otras organizaciones criminales, pero a partir de los 90 comenzaron un crecimiento gracias a dos factores principales. El primero de ellos fue el debilitamiento de mafias con alta influencia debido a la persecución de los gobiernos europeos, como la mafia siciliana (La Cosa Nostra), la Camorra Napolitana, la Mafia Rusa, la Mafia Gallega o la Unión Corsa. En todos estos casos el gobierno encontró a integrantes dispuestos a delatar a otros, lo que permitió procesar a muchos de sus líderes, lo cual generó que ya no fueran socios tan confiables para los cárteles mexicanos o colombianos.

Mientras los soplones debilitaban a estas mafias, los cárteles mexicanos y colombianos encontraron en la mafia albanesa y la ‘Ndrangheta a los aliados adecuados, ya que en ambos casos se trata de grupos criminales que se conforman solo por personas que comparten lazos familiares directos, es decir, padres, hijos, hermanos, tíos y sobrinos, lo que reduce el riesgo de traición, debido a que comparten sangre.

El segundo factor, es que, en poco tiempo, gracias a la diáspora de inmigrantes de Albania y Calabria (región al sur de Italia de donde es originaria la ‘Ndrangheta, que se caracteriza por tener ingresos mucho más bajos que el resto del país), lograron establecer presencia en la mayor parte de los países de Europa, en especial en los puertos, grandes centros financieros, capitales con mucha población y zonas de alto crecimiento económico.

Por ejemplo, la mafia albanesa tiene presencia en ciudades tan importantes como Londres, Berlín, París, Estocolmo, Estambul, Nueva York, Sídney, Toronto, Madrid o Roma, así como en los puertos con mayor tráfico comercial de Europa como Hamburgo en Alemania, Algeciras y Valencia en España, Amberes en Bélgica y Rotterdam en Holanda.

De forma que, dado que los puertos son el principal punto de ingreso de drogas como cocaína y fentanilo a Europa, y la mafia albanesa es la que está mejor infiltrada en los mismos, resulta un aliado clave para organizaciones como el Cártel de Sinaloa o el Cártel Jalisco Nueva Generación.

Pero además de las dos razones ya enlistadas, hay una tercera que distingue a la mafia albanesa, que además de ser clave en el tráfico de drogas, también ofrece a las organizaciones mexicanas acceso a una extensa red de lavado de dinero en Europa y otros lugares del mundo como China.

Los albaneses invierten en desarrollos inmobiliarios de alto lujo en toda Europa; son dueños de casinos, hoteles, centros turísticos, spas y restaurantes, pero también han establecido alianzas con chinos y turcos, para tener intereses en pequeños comercios de productos baratos y piratería en diferentes ciudades.

De igual manera, se han detectado sus operaciones en los principales centros financieros de Europa como Zúrich, Ginebra, Frankfurt o Londres, así como la compra de criptomonedas, el uso de las plataformas de videojuegos o las estafas a gran escala por medios digitales.

En resumen, la mafia albanesa se ha vuelto tan buen socio de los cárteles mexicanos porque es una de las más grandes compradoras de droga, tiene una enorme red de distribución en Europa y otros países, les ofrece un servicio adicional de gran utilidad como el lavado de dinero e incluso les puede conseguir armas de alto calibre.

Esto hace posible que un mismo clan albanés pueda tener negocios con cárteles enemigos como el Cártel de Sinaloa y el CJNG, porque el costo de romper es más alto que el de tolerar la no exclusividad.

Además, es importante recalcar que a diferencia del Cártel de Sinaloa o del CJNG, la mafia albanesa no es una organización, sino muchas independientes, es decir, cada clan familiar es una banda, con su propia cartera de negocios, pero que, a diferencia de las organizaciones criminales mexicanas, que muchas veces se enfrentan y compiten, los albaneses rara vez llegan a las disputas violentas y la mayor parte del tiempo cooperan entre sí y se reparten las ganancias.

Es por ello que no resulta raro que la familia Hysa asentada en México, y a la que el gobierno de los Estados Unidos liga a la Mayiza, sirva de puente con los grandes clanes europeos y que además del lavado de dinero a través de los casinos, ofrezcan acceso a un catálogo de inversiones muy grande en Europa, que se vuelve complicadísimo detectar para las autoridades mexicanas. Por esta razón desde hace años la relación entre organizaciones albanesas y mexicanas se ha intensificado.

* Víctor Manuel Sánchez Valdés (@victorsanval) es profesor investigador de la Universidad Autónoma de Coahuila, especialista en seguridad pública y doctor en políticas públicas por el CIDE. Correo de contacto: victorsanval@gmail.com.