Reconocimiento
‘Ernesto Galarza’ 2025
En 2016, un grupo de colegas y amigos interesados en la migración internacional fundamos la asociación civil Mazatlán Fraterno. Lo hicimos con tres propósitos muy claros: el primero, brindar apoyo a las personas en movilidad que, por diversas circunstancias, se ven obligadas a abandonar sus lugares de origen. El segundo, desarrollar investigación sobre los procesos migratorios, tanto internos como internacionales. El tercero, quizá el más entrañable, es reconocer públicamente a quienes -de manera anónima, constante y profundamente humana- dedican su tiempo a asistir a estas personas. A ese reconocimiento le dimos el nombre de “Ernesto Galarza”.
El doctor Ernesto Galarza fue un migrante mexicano, activista, y destacado académico. Parte de su infancia la pasó en Mazatlán, donde aún viven algunos de sus familiares. Cuando tenía 8 años de edad emigró con su familia a Estados Unidos, donde dedicó su vida a la defensa de los trabajadores agrícolas mexicanos.
Galarza conocía de cerca a los jornaleros migrantes: hablaba con ellos, escuchaba sus historias y organizaba sindicatos en California. Su inteligencia y templanza lo convirtieron en un referente moral para toda una generación, al grado de ser apodado Man of Fire, el “hombre de fuego”.
Pues bien, quienes integramos Mazatlán Fraterno A.C. hemos decidido otorgar el reconocimiento “Ernesto Galarza” de este año, al colectivo feminista y transfeminista Periferia Subversiva.
Su mérito ha sido enorme, especialmente durante 2025. En los últimos meses han encabezado campañas de ayuda en comunidades de la sierra de Concordia -La Petaca, Chirimoyos y El Cuantanal-, presionando a autoridades estatales y organismos de derechos humanos, y visibilizando una violencia que no sólo es armada, sino también económica, institucional y simbólica.
Este año, además de la violencia armada, las comunidades serranas han sufrido incendios forestales, contaminación del agua y el aire, escasez de alimentos, incomunicación y un abandono institucional alarmante. Muchas familias se han visto obligadas a desplazarse hasta la cabecera municipal o incluso a Mazatlán.
Y aun así, desde este puerto, ellas se han negado a aceptar la indiferencia. En medio de la tragedia, Periferia Subversiva ha emergido con una mezcla de firmeza, organización y solidaridad. Porque, como tantas veces en la historia, son las mujeres quienes primero padecen las crisis, pero también quienes sostienen la vida cuando todo se desmorona: cargan a los niños, cocinan con lo poco que queda, organizan refugios improvisados, consuelan y resisten.
Periferia Subversiva, junto con otras colectivas feministas, ha levantado la voz por quienes han sido ignorados. Han recolectado víveres, gestionado apoyos, brindado acompañamiento emocional y documentado lo que otros prefieren callar.
No es casualidad que las redes feministas sean las primeras en acudir. No desde el asistencialismo, sino desde una ética de solidaridad activa. Como una madre que, incluso con miedo, no suelta la mano de su hija, las colectivas nos están diciendo con claridad: “Si el Estado no llega, aquí estamos nosotras.”
Y no sólo reparten despensas. Documentan testimonios silenciados, llevan brigadas médicas y dentales, visibilizan la violencia sexual, denuncian el reclutamiento forzado de menores, el secuestro de jovencitas y el despojo de tierras. Si algo ha dejado esta crisis, es la certeza de que el feminismo mazatleco se ha convertido en el principal motor de solidaridad organizada en la región.
El reconocimiento “Ernesto Galarza” 2025 -que incluye una presea y un estímulo económico- es para todas ellas: por su valentía, por su solidaridad y su compromiso social.
La ceremonia se realizará el próximo miércoles 26 de noviembre a las 10:30 horas, en el auditorio de la Facultad de Ciencias Sociales de la UAS. Por ahí nos vemos.
Es cuanto...
Y hablando de reconocimientos, es un orgullo para todos los colaboradores de Noroeste, que su director, Adrián López, sea el ganador del Premio Nacional de Periodismo en su categoría de Opinión. Enhorabuena, estimado Adrián, y a seguir cosechando logros.
