Texas-Tamaulipas, el gran corredor del huachicol fiscal

11/10/2025 04:01
Entre los puertos de Texas y Tamaulipas se ha establecido el mayor corredor de tráfico de huachicol fiscal, porque la cercanía entre ambos territorios abarata los costos de transporte marítimo y les da mayor margen de ganancias a organizaciones como el Cártel del Golfo y el CJNG.

El huachicol fiscal se ha convertido en una de las fuentes de ingreso más importantes para el crimen organizado, la cual consiste en introducir a México combustible comprado legalmente en otro país, pero sin reportar los impuestos correspondientes. Se hacen pasar por productos como aceites reciclados, que tiene una tasa impositiva menor, de forma que el fisco pierde y esto permite vender el combustible a un precio más competitivo, generando ganancias para las organizaciones criminales gracias a este margen que se deriva de la omisión del impuesto.

Por lo tanto, la ganancia del huachicol fiscal está directamente relacionada con el volumen. A cada litro se le puede ganar uno o dos pesos, pero para que sea un negocio lucrativo se introducen millones de litros en barcos contenedores, por ende, entre mayores sean las cargas, más grande será la ganancia.

Un ejemplo de lo anterior es el barco Challenge Procyon que zarpó del puerto de Beaumont Texas y arribó al de Tampico, Tamaulipas, en donde a cambio de 1.7 millones de pesos, el personal corrupto de la Aduana de Tampico que estaba adscrito a la Secretaría de Marina dejó pasar la carga y permitió su ingreso a México; sin embargo, en una operación conjunta de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y de la Fiscalía General de la República, se pudo descubrir esta red de corrupción, arrestar a algunos de sus integrantes y decomisar parte de la carga.

Otros casos similares son el del buque Nord Supreme, que hizo al menos cuatro veces el trayecto entre el puerto de Houston y el de Altamira, introduciendo en cada ocasión 18 millones de litros de combustible que no pagó impuestos al País. O bien, el MTM Hamburg, que realizó cinco viajes también en 2024 entre Houston y Tampico, que representó la entrada ilegal de 43 millones de litros.

No es casual que el punto de partida en todos los casos sea algún puerto en Texas, como Houston o Beaumont, y que el punto de llegada sean puertos en Tamaulipas, como los de Tampico y Altamira. De hecho, se trata del mayor corredor de huachicol fiscal, debido a una serie de razones que se desarrollan a continuación.

Una primera razón que explica el hecho es la existencia de esta red de funcionarios corruptos en los puertos de Tampico y Altamira, así como en las aduanas de ambos municipios, que facilitaban el ingreso de combustible, haciéndolo pasar por otros productos con menor tasa impositiva.

Sin embargo, esta no es la única ni la principal explicación. Porque también se podrían construir redes de funcionarios corruptos en otros puertos, que presentan menos casos. Lo cual nos lleva a explicaciones complementarias que tienen que ver con características del mercado.

De entrada, debemos tomar en cuenta que los costos de transportación están relacionados con la ganancia. Por ejemplo, se podría comprar el combustible en China o en Arabia Saudita, pero transportarlo desde tan lejos reduce la ganancia, por lo tanto, resulta más barato buscar un país productor cercano, en este caso Estados Unidos.

Pero dentro de Estados Unidos la producción de combustibles refinados también está altamente concentrada; Texas, por ejemplo, representa el 35 por ciento del total con 47 de las 135 refinerías activas del País y cinco de las 10 de mayor tamaño. Y con mucha distancia le siguen Luisiana con el 14 por ciento y California con el 9 por ciento.

Es decir que el lugar más cercano a México, con alta disposición de combustible refinado, es Texas, donde además gran parte de las refinerías se localizan cerca de tres puertos -Houston, Beaumont y Corpus Christi- por tanto, elegir estos puertos en Texas como punto de partida es una decisión acertada de negocios. Primero, porque tienen capacidad suficiente para surtir millones de litros; segundo, porque comprar en Texas no levanta sospechas, porque venden mucho a embarcaciones de todo el mundo, y tercero lo hacen a precios competitivos.

Por tanto, dada su cercanía, resulta ser la mejor opción para las organizaciones criminales que han incursionado en este delito, y del lado mexicano lo más sensato es llevar el combustible a los puertos de gran calado más cercanos, que son precisamente los de Tampico y Altamira en Tamaulipas. En ocasiones han ido un poco más lejos a los puertos de Tuxpan, Veracruz, y Coatzacoalcos, en Veracruz, que también se encuentran en el Golfo, ya que es justo señalar que Texas solo tiene salida al mar por la parte del Golfo de México, por lo que la ruta del Pacífico queda descartada para los embarques provenientes de Texas.

La organización que ha sacado mayor provecho del corredor de huachicol fiscal entre Texas y Tamaulipas ha sido la facción de los Metros del Cártel del Golfo, encabezada por César Morfín Morfín, alias “El Primito”, que trabaja en conjunto con el Cártel Jalisco Nueva Generación.

Lo anterior no quiere decir que no se haya dado este delito en otros puertos del país; de hecho, en casi todos los puertos relevantes se tienen investigaciones abiertas y sospechas fundadas de ingreso ilegal de combustible. Incluso hay algunos otros corredores de gran relevancia como el que va de los puertos de California a los puertos de Ensenada en Baja California y Guaymas, en Sonora, en donde intervienen tanto el Cártel de Sinaloa, como el Cártel Jalisco Nueva Generación.

Estas rutas son las preferidas precisamente porque maximizan las ganancias al tener el menor costo de transportación, por lo que el margen de ingreso es mayor. Por tanto se trata de un fenómeno altamente concentrado, que puede ser atacado por las autoridades mexicanas si logran limpiar de corrupción los puertos de mayor calado, sobre todos los más cercanos a los Estados Unidos, porque otros puertos menores solo podrían recibir a cargueros de combustible más pequeños y la rentabilidad del huachicol fiscal está en el volumen, por tanto, al controlar los puntos de ingreso que pueden dar cabida a los barcos mayores, propiciará que el problema se reduzca de forma importante.

Es ahí donde deben concentrar sus esfuerzos las autoridades federales, en limpiar los puertos y las aduanas más relevantes. Ver los recursos destinados como una inversión, porque si se reduce el huachicol fiscal, los ingresos del País crecerán vía los impuestos, que superarán por mucho a los costos de sufragar los operativos que se lleven a cabo.

El autor es profesor investigador de la Universidad Autónoma de Coahuila, especialista en seguridad pública y doctor en políticas públicas por el CIDE.