¡Viva México!, sin machismo

    Entre el “viva México ca...” y el “eeehhh p...”, ¿hay un punto común? Son expresiones del machismo que se encuentran en la oportunidad de ser transformadas por las nuevas masculinidades.

    Hay de gritos a gritos. Del nacionalismo que pregona con palabras altisonantes que como México no hay dos, al del machismo homofóbico-provocador de los estadios de futbol.

    El arquetipo promovido por la filmografía de mitad del siglo pasado, de un macho mexicano de sombrero, pistola al cincho, botella en mano y montado a caballo, hace muchos años que dejó de ser vigente en nuestra población, en un 72 por ciento habitante de centros urbanos.

    El Nobel mexicano Octavio Paz, en el Laberinto de la Soledad, publicado en 1950, delineó al macho como: “el poder arbitrario, la fuerza sin freno y sin cauce que resume la agresividad, impasibilidad, invulnerabilidad y la violencia sin alma”.

    A más de 70 años, esa masculinidad tradicional está en desajuste con la ley, las expectativas de nueva generación y conduce a identidades insanas, frena el desarrollo de la igualdad y afecta principal, aunque no únicamente, a las mujeres.

    Aquí y ahora se manifiesta en acciones cotidianas que tienden a ser resueltas por medios violentos o en expresiones y acciones que perpetúan roles de género y normalizan agresiones cotidianas a quienes no ejercen masculinidades hegemónicas.

    Los ejemplos son variados: rosa para niñas, azul para niños; en el restaurante, la cuenta es para él; la mujer es invisible en el taller mecánico; ser madre se contrapone con la carrera profesional; hay una carencia de lenguaje inclusivo.

    El machismo está en conflicto ante valores postindustriales como la inclusión o la agenda de género.

    Una investigación de Valerie Hudson, Donna Lee Bowen y Perpetua Lynne Nielsen, publicada en The Economist, revela una correlación entre pobreza y malos tratos a las mujeres. “Oprimir a las mujeres hace que las sociedades sean más pobres y menos estables”, señalan.

    Las nuevas masculinidades contribuyen a erradicar la violencia de género y las actitudes que la desatan. Desde el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México fomentamos una cultura de la igualdad, inclusión y tolerancia que permita romper con el arquetipo de “hombre macho”.

    La igualdad sustantiva entre mujeres y hombres amerita trabajo comprometido en diversos sectores y esferas del desarrollo, para que este arquetipo de macho se trasforme en la figura de hombre en masculinidades diversas, en un marco de igualdad de jure y sustantiva.

    Haz patria y supera tu machismo, decimos ahora en la víspera de las celebraciones a nuestro México, que anhelamos incluyente e igualitario.

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