Xóchitl, Claudia y Sor Juana

    Lo más grave de todo, es que, en México vivimos un momento histórico donde la simulación, la violación a la ley, la mentira y la calumnia ha llegado a niveles que nos están llevando al precipicio. La razón reside en que, como nunca, hay un actor fáctico, totalmente al margen de la ley, y con un poder tan grande que les disputa a los partidos, a los gobiernos, y al conjunto del Estado, la dirección de la sociedad: el crimen organizado.

    Xóchitl ya le endilgó a Claudia el insulto de “narcocandidata” durante el segundo debate. No ofrece ninguna prueba de que la morenista tenga relación alguna con los narcos, pero la moteja de esa manera. La acusación es gravísima, además de insultante y, sin embargo, la candidata opositora la mantiene sin prueba alguna.

    Al día siguiente del debate, la candidata del PRIANPRD visita Sinaloa, se retrata alegremente y hace deferencias a varios de los candidatos. ¿Le avisaron de quiénes se trata? ¿Le advirtieron Mario Zamora, Paola Gárate, Roxana Rubio y demás dirigentes partidarios con quiénes posaba? Seguramente no, a pesar de que ellos sí saben quiénes son esos personajes. Tanto, que los denunciaron en la elección de 2018 de ser parte de las fuerzas que amenazaron y secuestraron a sus operadores políticos, y a la misma Paola Gárate.

    Y, si la candidata Xóchitl Gálvez está enterada de quiénes son varios de los candidatos de su fórmula, señalados en Sinaloa de tener nexos con personas impresentables, pues, peor, porque, entonces, estaríamos ante una simulación grotesca de quien acusa a otra siendo ella la que exhibe relaciones prohibidas. Parafraseando a Sor Juana, diría: “Candidata necia que acusáis a otra mujer sin razón, sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpáis”.

    Es evidente que Xóchitl está siguiendo las consejas de sus asesores más duros, entre ellos el extraoficial, Jorge Castañeda. Para ellos, y más particularmente para el ex Canciller de Vicente Fox, en una campaña todo es válido, incluyendo la guerra sucia, con tal de ganar. Lo paradójico, lo ridículamente paradójico, es que el afamado intelectual, Xóchitl y una legión de críticos afirman que López Obrador miente una y mil veces, que AMLO trastoca el orden constitucional, lo que es cierto en innumerables casos, pero al mismo tiempo ellos recurren sin tapujos a una campaña sucia, donde se calumnia, se miente, y se burlan abiertamente de los reglamentos en pleno debate presidencial. Es decir, la ingeniera Gálvez y sus asesores le hacen un homenaje a El Príncipe, obra donde Maquiavelo nos dice que “la política no tiene relación con la moral”. En efecto, en la política, en la gran mayoría de los casos, todo es válido para llegar al poder, incluyendo calumniar e irrespetar las normas.

    Cierto, ni Morena ni el PRIANPRD estarían haciendo algo diferente a lo observado y escrito por Nicolás Maquiavelo.

    Sin embargo, lo más grave de todo, es que, en México vivimos un momento histórico donde la simulación, la violación a la ley, la mentira y la calumnia ha llegado a niveles que nos están llevando al precipicio. La razón reside en que, como nunca, hay un actor fáctico, totalmente al margen de la ley, y con un poder tan grande que les disputa a los partidos, a los gobiernos, y al conjunto del Estado, la dirección de la sociedad: el crimen organizado.

    Todos los partidos simulan combatirlo y todos juegan con él. Y él, a veces juega con uno y a veces con otros. A veces los partidos lo odian y a veces lo aman. Y él, en ocasiones se divierte con unos y a la vuelta de la esquina lo hace con otros.

    A pesar de esta triste y lamentable realidad, es importante preguntarse, sobre todo en esta contienda presidencial, quién tiene la suficiente estatura moral, intelectual y política para mantener la suficiente autonomía para no conceder más espacios, que ya son abrumadores, al crimen organizado.

    Y aquí los periodistas, los analistas, lo influencers, los creadores de opinión pública, también juegan un papel importante en contribuir a la crítica de esa realidad o hacerle al Tío Lolo, que sólo ve la infección de un lado y oculta la del otro, como lo hacen inevitablemente los partidos y los políticos.

    Para nuestra mala fortuna, en el momento actual de México, columnistas y comentaristas de los medios actúan, en la mayoría de los casos, como propagandistas de partidos y candidatos. A veces, reduciendo el periodismo a una caricatura. Y si no actúan como propagandistas, limitan su crítica a una sola dirección, como si la sociedad y, por lo tanto, la política, no fuera diversa, contrastante y contradictoria.

    Las encuestas posteriores al debate, salvo la de Masive Caller, encuestadora de un ex panista, vieron como ganadora a Claudia Sheinbaum. Por otro lado, el grueso de los comentaristas de los medios periodísticos convencionales más grandes del País vieron como triunfadora a Xóchitl Gálvez. En los próximos días se darán a conocer las encuestas posteriores al debate donde se podrá observar si aquel tuvo impacto en las tendencias del voto para el 2 de junio. Esto sucede normalmente cuando hay un número amplio de indecisos. Según Roy Campos, de Consulta Mitofsky, éstos ya son pocos, por lo que es posible conjeturar que la aguja no se moverá mucho de donde estaba. En una de las primeras, que hizo el periódico El Norte en Monterrey, Claudia aventaja enormemente a Xóchitl, y Máynez empata a la candidata del PRIANPRD.

    Posdata

    En mi anterior artículo me pregunté si en Mazatlán, Estrella Palacios, la candidata de Morena a la Alcaldía, era capaz de convertir en poco tiempo su dinamismo y carisma en una tendencia electoral favorable. Pues, según tres encuestas, así ha sido.

    Rubrum le concede 54.7 por ciento de las preferencias, por 26.9 de Guillermo Romero, del PRIANPAS, y 3.0 de Mylai, de MC. Pulsometría le da 55.5% a Estrella, 35.6 a Romero y 6.6 a Mylai. Demoscopía Digital 52.4% a Estrella, 32.6 a Romero, y 4.7 a Mylai.

    Morena confía mucho en su marca y ha demostrado que, al menos en el puerto, tiene razón. Estrella Palacios en muy poco tiempo ha igualado su nombre al de Morena y, quizá, a pesar de que se decía lo contrario, le sume. Romero, presumía, acompañado de no pocos comentaristas, que estaba muy fuerte y que, frente a Estrella, ganaría fácilmente. Resultó que no. Por más dinero que le ha metido y por más que le hagan bola los acarreados de Cuén, porque los priistas, panistas y perredistas ni a eso llegan, las encuestas lo sitúan muy atrás. En un mes esa tendencia no se revierte.

    En otro tema: en el país paradigma de la democracia liberal, la policía reprime a sus estudiantes universitarios por oponerse al genocidio en Palestina. ¡Y ver que en México no se reprime cuando en cualquier parte del País y por cualquier razón se paralizan avenidas y carreteras!

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    santamar24@hotmail.com

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