A QUÉ SABE SINALOA: una serie sobre quiénes somos y qué comemos los sinaloenses

    El objetivo era y es uno solo: dar a conocer nuestra cocina desde su origen hasta su estado actual, enorgullecernos de ella y construir a partir de aquí un movimiento que trascienda y nos permita construir una conversación diferente sobre lo que es Sinaloa.

    Como periodista y director de Noroeste tengo la fortuna de conocer y convivir con mucha gente que viene de fuera a conocer Sinaloa. Muchos de ellos, a menudo corresponsales y enviados de medios nacionales e internacionales. Llegan por primera vez al aeropuerto de Culiacán con cierta precaución, influenciados por el estigma que desde hace muchos años nos aqueja.

    Vienen, casi siempre, a reportear nuestra realidad más cruda y dolorosa: las historias de la violencia y la inseguridad que produce el narcotráfico. Ese fenómeno vivo que lleva más de 50 años enquistado en el estado como una realidad que evoluciona sin que hasta ahora lo hayamos podido contener. El narco-tour, le decimos en el gremio.

    Pero después de unos días en el estado, de entrevistar gente, de comer en restaurantes y carretas mientras reportean fascinados, de conocer nuestra sierra fresca, el valle siempre verde y las playas llenas de sol, todos terminan diciéndome más o menos lo mismo: “¡qué bien me trataron y qué bien comí”.

    Privilegiados, tratarnos bien y comer mejor es algo que los sinaloenses damos por hecho. Porque sentimos que esos tomates y esos camarones los hemos tenido desde siempre.

    Sin importar la riqueza del hogar que visitemos, en Sinaloa siempre se nos recibe igual: “¿Ya comiste?”.

    Acostumbrados a hortalizas, granos, carnes, pescados y mariscos extraordinarios, luego nos pasa que creemos que en todas partes se come igual de bueno y abundante. Pero no es así.

    Hace año y medio, asombrados por la pandemia y compartiendo un legendario paté de camarón del Beto en Mazatlán, Isaac Aranguré y yo comenzamos a rumiar la idea de hacerle un homenaje a la cocina sinaloense a través del periodismo y el cine.

    Por eso, desde una perspectiva “desde adentro”, en Noroeste emprendimos la realización de un proyecto documental denominado A qué sabe Sinaloa. Una docuserie que cuenta, a través de los ojos y las vidas de ocho reconocidos chefs del estado, la gastronomía sinaloense en toda su tradición, evolución y nueva propuesta.

    El objetivo era y es uno solo: dar a conocer nuestra cocina desde su origen hasta su estado actual, enorgullecernos de ella y construir a partir de aquí un movimiento que trascienda y nos permita construir una conversación diferente sobre lo que es Sinaloa.

    La serie cuenta las historias de vida, las cocinas y los restaurantes de autor de cada uno de los chefs, pero además es una gran inmersión por esos rincones donde los sinaloenses comemos a diario.

    Recorrimos con Diego Becerra, Miguel Taniyama, Julián Portugal, Héctor Peniche, Andrea Lizárraga, Omar Serrano, María Dolores Balderrama y Luis Osuna, protagonistas de cada capítulo, el sur, el centro y el norte del estado.

    Desde Escuinapa hasta El Fuerte, comimos tacos, tostadas, caldos, quesos, tortillas, ceviches y aguachiles en más de 130 lugares y visitamos empresas que son un orgullo de tradición y profesionalismo sinaloense en materia alimentaria.

    Gracias infinitas a las y los chefs que se sumaron con total generosidad, a los patrocinadores que apoyaron con tiempo y dinero este esfuerzo y, especialmente, al equipo de producción, administración y comercial que hicieron de esta producción un éxito rotundo.

    Hoy, después de un trabajo enorme, A qué sabe Sinaloa se estrena en todo Latinoamérica a través de Cinépolis Klic, la plataforma de streaming de la gran cadena mexicana Cinépolis, que se portó siempre en la mejor disposición de apoyar la distribución de un proyecto cinematográfico tan distinto como éste.

    Mención y agradecimiento especial merece también al actor Miguel Rodarte, un destacado sinaloense que nos prestó su voz para narrar cada capítulo.

    Pero acaso la mayor satisfacción fue descubrir, después de 10 semanas de rodaje, que A qué sabe Sinaloa se trata de nuestra cocina, pero sobre todo se trata de lo mejor que tiene el estado: nuestra gente.

    Los invito a descargarla y verla en familia.

    ¡Buen provecho!

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