Ana Lilia y su familia vivían de las combis escolares en Culiacán; por la pandemia se quedaron sin sustento
En la casa de la familia López en la colonia Ignacio Allende, en Culiacán, se pueden ver cinco combis amarillas que resaltan a la orilla de la calle.
Las unidades de transporte escolar llevan estacionadas ahí desde hace 19 meses, ya que a partir de marzo de 2020, las clases presenciales cesaron y los estudiantes dejaron de ir a las escuelas.
La familia López desde hace casi 30 años trabajaba en el traslado de alumnos y alumnas de distintas escuelas en la zona centro de la ciudad y era el sustento diario para al menos tres familias.
Víctor Manuel López es el padre de Claudia y Ana Lilia López, quienes en familia llevaban a cabo este negocio que les daba el dinero para los gastos en el hogar.
Ana Lilia López era una de las conductoras que llevaba a niños y niñas a sus clases en el kínder o la primaria, pero ahora se ha tenido que emplear en una tortillería.
Ahí es donde desde hace tiempo trabaja y alcanza a llevar un poco de dinero para sus dos hijos siendo madre soltera.
“Fue de repente supuestamente, unos días, luego unos meses, y ahí nos fueron llevando hasta que ya ves cuánto tiempo tenemos que no estamos trabajando”, comenta.
“Entonces pues tuvimos que emplearnos en otra cosa, porque pues de eso vivimos, de las combis”, expresa.
Al igual que ella su hermana y su papá han tenido que buscar otra forma de tener sustento, ya que los pocos ahorros que tenían se acabaron muy rápido.
“Con esto no se sacaba mucho dinero, salía para el día, para comer... pero el sustento de varias familias”, dice.
Su padre Víctor Manuel de 72 años, quien más años llevaba como chofer de transporte escolar, ahora tiene que trabajar como velador de doble turno, para poder llevar el sustento a su casa, para él y su esposa.
Al igual que ellos en la ciudad hay más propietarios de combis que tuvieron que vender las unidades para poder salir adelante, y buscarle por otro lado.
“La verdad sí es muy difícil porque no hallamos qué hacer porque lo fuimos llevando poco a poco y se alargó”, manifiesta.
Complicaciones y posible regreso
Ana Lilia cuenta que al tener las unidades estacionadas por tanto tiempo, esto también genera gastos, y no se tiene para darles mantenimiento o pagar los documentos de regulación que necesitan estos vehículos.
“Ya casi dos años y sin trabajo, los carros están parados y se descomponen, les empiezan a salir detalles”, comenta.
Explica que los papeles como tarjeta de circulación están vencidos y que no saben cómo van a empezar de nuevo a trabajar.
La también madre de familia detalla que son muchos los requisitos que se tienen que cumplir para poder tener en regulación una unidad como ésta, además de continuas inspecciones por parte de las autoridades, ya que al transportar menores de edad son más estrictas las medidas de seguridad que deben de cumplir los vehículos.
“Es mucho gasto y mucha responsabilidad, porque trasladamos a niños”, comenta.
La afectada señala que poca ha sido la comprensión por parte de las autoridades, ya que no han recibido ningún apoyo de descuentos o condonación de pagos, debido que al momento no están teniendo ingresos para costear estos gastos.
Recuerda cómo anteriormente cuando podía trabajar de esto se tenían traslados en cada combi con alrededor de 20 niños, y con cobros de hasta 800 pesos mensuales, mismos que disminuían dependiendo de la distancia o si era viaje de sola ida o regreso.
Ante la situación que continúa afectando y el lento regreso a clases debido a las condiciones de riesgo epidémico, Ana Lilia dice que mantienen la esperanza de poder volver a clases y a una normalidad como antes, para poder seguir con ese trabajo.
“Es la esperanza que tenemos, que sí, que podamos salir a trabajar de nuevo... es lo que decimos entre los que nos dedicamos a esto, que tengamos calma, que no nos desesperemos, que va a volver todo otra vez a la normalidad”, comenta.
Mientras Ana Lilia y su familia continúan realizando diferentes labores que les permitan llevar algo de dinero a casa, hasta que la pandemia ceda y puedan volver a la antigua normalidad trabajando en sus combis.