"Anthony y el milagro de escuchar"
En una cama de hospital, junto con Anthony, está un chango de muñeco que tiene una parte de su cabeza vendada, situación similar al menor.
Anthony y el chango entraron juntos al quirófano, donde al primero le hicieron una cirugía de implante coclear, mientras el muñeco era el acompañamiento.
Hoy los dos están vendados y se recuperan de la operación en una habitación del nivel 7 del Hospital General de Culiacán.
Al año de vida, Alejandro y Enriqueta se dieron cuenta que algo no estaba bien con Anthony, su hijo de cuatro años seis meses al que el jueves le realizaron un implante coclear para poder escuchar.
En ese lapso se dieron cuenta que su hijo no reaccionaba a los sonidos, entonces no sólo se preocuparon, sino que se ocuparon en investigar qué pasaba.
Después de varios estudios, el médico fue claro: el menor, originario del estado de Guerrero, que fue operado en Culiacán, en Hospital General, padecía discapacidad auditiva, problema tal vez hereditario.
Con el diagnóstico, el peregrinar por hospitales públicos empezó en aras de ayudar a su hijo a recuperar uno de los cinco sentidos. Imposible conseguir la audición mediante la vía privada, ya que podría gastar hasta 500 mil pesos para adquirir un implante, sin contar los servicios de una cirugía.
Al no ser derechohabiente del IMSS, acudió al Hospital General de Acapulco donde le dijeron que no trabajaban con el implante coclear. Después acudió a la Ciudad de México al Hospital Federico Gómez.
Ahí sí tenían programa de implante coclear, pero en niños menores de tres años. Anthony, superaba esa edad.
El cansancio y el estrés empezaba a pegarles emocionalmente, pero el amor a su hijo daba energía a sus padres para seguir moviéndose hasta encontrar en su mismo estado la asociación Ayúdame a Escuchar.
Después de tres años y medio de estar tocando puertas en todas partes, la asociación les dio una luz. En mayo del presente año les comunicaron que habría una campaña de implante coclear y que Anthony era candidato.
Ante el anuncio mostraron incredulidad, debido que ya habían pasado cerca de tres años y medio sin poder conseguir el implante.
En julio el color regresó a los padres, ya que de nueva cuenta recibieron llamada de la asociación Ayúdame a Escuchar. Les pidieron acudir a Chilpancingo a tramitar los boletos de pasaje hacia Culiacán.
El Gobierno iniciaría una campaña nacional de implante coclear, donde los gastos serían absorbidos por el Seguro Popular. La bendición llegó.
"De julio para acá pura ilusión, esperando el implante", manifestó Alejandro, el papá.
El pasado 8 de agosto, con la ayuda del DIF de Guerrero, abordaron un camión, que un día después arribó a Culiacán. En esta ciudad sacaron los estudios médicos finales para recibir el implante.
Este jueves 18, Anthony, junto con su mono colgado en su espalda sujetándose del cuello, entró al quirófano mientras sus padres sufrían sentimientos encontrados, por un lado, nerviosismo y por el otro, felicidad de que su hijo pudiera escuchar y hacer una vida normal.
El antes y después del implante a Anthony, llena de alegría a sus padres que ahora esperarán cuando activen a su hijo el aparato.
"Estamos muy contentos, lo veo y no lo creo, su calidad de vida será diferente, se nos quita una losa de encima", destacó el padre.
"Estamos muy contentos, lo veo y no lo creo, su calidad de vida será diferente, se nos quita una losa de encima".
Alejandro
Padre de Anthony
La vida de Anthony cambiará al tener la posibilidad de escuchar.
Foto: Noroeste