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Día de Muertos

Antonio recuerda a sus muertos con comida familiar en el panteón

Antonio, su esposa y sus hijos almorzaron pollo asado sobre la tumba de su madre y sus abuelos en el panteón 21 de marzo
02/11/2025 17:23

CULIACÁN._ Sentados sobre la lápida, Antonio, su esposa y sus dos hijos pequeños compartían un pollo asado.

Sobre el vitropiso blanco, recién limpiado, descansaban el recipiente de plástico y unas servilletas dobladas con cuidado. No parecía una visita solemne, sino una comida familiar más, en un lugar donde los muertos también parecían invitados.

En esa tumba están su madre, su abuela y su abuelo.

A todos los visitan con frecuencia, no solo en Día de Muertos. Lo hace casi cada mes, como una rutina silenciosa que repite sin buscar atención.

Es, dice, su manera de estar cerca, de mantener el vínculo que la muerte interrumpió hace dos décadas, cuando perdió a su madre siendo apenas un niño.

“Yo de hecho, en estos días, de Día de Muertos no vengo porque está bien lleno. Pero vengo una vez cada mes o cada 15 días”, dice Antonio.

En su pequeño espacio en el panteón 21 de marzo no hay velas, ni flores nuevas, ni música de fondo.

Solo el murmullo del panteón, el sonido de las hojas secas al moverse con el viento y el aroma del pollo mezclado con el polvo.

Los dos pequeños, que juegan juntos sobre la lápida.

Antonio, menciona que a menudo le preguntan por la abuela que nunca conocieron, la misma que crió cuando era niño y la mamá que perdió antes de poder guardar un recuerdo en su memoria.

“[Mis hijos] me preguntan por mi mamá, por su abuela. Por eso los traigo”.

En ese rincón del cementerio, la muerte parece tener otro significado, no como final, sino como reunión.