Construcción de paz requiere fortaleza institucional que no hay en Sinaloa, señala CESP
CULIACÁN._ La construcción de un entorno pacífico en Sinaloa requiere que las instituciones de seguridad pública, así como procuración e impartición de justicia, tengan una fortaleza de la cual carecen actualmente, señaló el Consejo Estatal de Seguridad Pública.
A más de 10 meses de crisis de seguridad, Sinaloa sigue sumido en una ola de violencia provocada por una pugna entre facciones antagónicas del crimen organizado. Aunque ya ha tenido alcance estatal, los crímenes perpetrados en medio de la emergencia se han focalizado en municipios del centro, principalmente la capital Culiacán.
“La paz no llega por decreto, llega en la medida en que evolucionemos y esa evolución implica una fortaleza que no tenemos hoy en nuestras instituciones de seguridad y justicia”, declaró Miguel Calderón Quevedo.
Hasta este 15 de julio, Noroeste contabiliza mil 722 homicidios dolosos, mil 735 personas privadas de la libertad y 6 mil 142 vehículos robados, de acuerdo con una base de datos nutrida de datos oficiales, colectivos de búsqueda de personas y trabajo periodístico.
El coordinador general del CESP cuestionó que el hecho de que la situación de emergencia en el estado se prolongue por más de 10 meses pese a la llegada de refuerzos federales, habla de la debilidad de las instituciones de seguridad pública locales.
“¿Qué hubiese pasado? ¿Cómo estaría la circunstancia hoy si no tuviéramos el cobijo de la Federación? ¿Solamente con mil policías estatales? ¿Solamente con 3 mil 800 policías municipales? Frente una capacidad de fuerza que nos triplica o nos cuatriplica. Esa es la reflexión real. Si no tuviéramos esos 10 mil efectivos de apoyo de la Federación nuestro problema fuera tres veces mayor, tres veces más trágico”, dijo.
“El día de hoy han pasado 10 meses y parece que no han pasado muchas cosas. En principio hay que dialogar, hay que ir al fondo de las soluciones, porque lo que no hicimos en las anteriores crisis derivó en una paz muy frágil, una paz muy endeble, una paz pendida de alfileres, en una paz delincuencial, y no aspiramos el día de hoy a salir de esta crisis con una paz similar a eso”, planteó Calderón Quevedo.
“La reflexión hoy, siempre colocados ante nuestros interlocutores del Poder Judicial, del Poder Legislativo y del Ejecutivo de qué tenemos que hacer, que no hicimos después de las anteriores crisis”.
Pese al arribo de estos elementos de fuerzas federales, Miguel Calderón advirtió que hay situaciones en las que siguen presentándose vacíos por parte de la autoridad, en cuanto a la reacción y atención a diferentes hechos delictivos o violentos.
En ese sentido, refirió que figuras que monitorean y documentan esta crisis, como medios de comunicación o personal de empresas funerarias, arriban a sitios en donde se denuncian situaciones de inseguridad.
“Que en medio de esta circunstancia haya un vacío de nuestros cuerpos policiales y militares pues es lamentable, lo ideal, lo óptimo sería que estemos cubriendo.
“Habría que pedirle alguna explicación a quienes coordinan los esfuerzos de seguridad y justicia de por qué ese tipo de ausencias frente a eventualidades como esta y por qué primero llegan corporaciones de corte civil que no tienen nada que ver con la reacción policial, sino con una cobertura periodística o una responsabilidad empresarial en el caso de los funerarios”, criticó.