Coordinación de Unidad Campesina pide que Sinaloa no sea representado solo por élites
La Coordinación Organizadora de la Unidad Campesina en Sinaloa planteó que la participación del Estado en organismos internacionales del sector agroalimentario debe modificarse para incluir de manera formal a los productores de base.
Según su secretario general, Agustín Espinoza Laguna, las decisiones que se toman en esos espacios ya no son ajenas a la vida cotidiana del campo sinaloense, pues terminan incidiendo en los métodos de producción, en los requisitos comerciales y en las obligaciones sanitarias que deben cumplir incluso los agricultores de menor escala.
Espinoza Laguna expuso que, actualmente, gran parte de las definiciones clave para el sector, como los estándares fitosanitarios, los lineamientos de sostenibilidad o los criterios comerciales internacionales, se establecen fuera de las parcelas y dentro de instituciones y foros globales donde participan gobiernos, organismos privados y asociaciones con presencia internacional.
Señaló que en ese escenario, organismos como Caades han logrado posicionarse y dar voz al Estado en discusiones relevantes, lo cual consideró positivo para Sinaloa.
Sin embargo, advirtió que en esa representación persiste un vacío importante: la ausencia del sector social del campo. Indicó que ejidatarios, pequeños y medianos productores, así como jornaleros, son quienes primero enfrentan los efectos de nuevas reglas y protocolos, pero con frecuencia no son considerados en los espacios donde se plantean esas decisiones.
Según Espinoza Laguna, esto genera desequilibrios porque las políticas aterrizan en comunidades rurales que no participaron en su diseño.
El dirigente enfatizó que la COUC no se opone a la interlocución internacional de las organizaciones privadas, sino que considera indispensable equilibrarla con la participación de quienes conforman la base del sistema productivo.
Sostuvo que lo acordado en los foros globales termina aplicándose, sin excepción, en las regiones más vulnerables y en las parcelas de menor tamaño, por lo que resulta necesario que todas las realidades se encuentren representadas.
Espinoza Laguna concluyó que la intención de la organización no es fragmentar al sector, sino construir un modelo de representación más amplio, en el que tanto el sector privado como el social participen en la definición del futuro del campo sinaloense.