Denuncia maestro irregularidades en Artes Plásticas de la UAS: hay abandono, nepotismo y ‘agandalle’, dice

Un maestro de la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad Autónoma de Sinaloa expuso la situación en la que se encuentra el equipo, la organización y algunas malas prácticas que se realizan en la institución, como el nepotismo y agandalle de cargas extras de horas y pagos.

Freddy Arturo Sobampo Báez dirigió a Noroeste un escrito de 11 páginas, en las que señala situaciones en temas administrativos, académicos, de Difusión Cultural, del Consejo Universitario y profesores.

El docente señaló que desde hace un par de años se denunció el estado en que se encuentra el Centro de Cómputo, por la falta de hardware y licencias de Adobe para ejecutar aplicaciones para diseño multimedia y fotografía.

“... resulta deprimente entrar al centro de cómputo y constatar que no podemos procesar una imagen de formato RAW, sin que el equipo de cómputo te avise que es insuficiente la memoria RAM para procesar dicha imagen”, señala en la carta.

Otra tema fue con el alumnado de la Licenciatura de Diseño y Arte Multimedia, así como con los del TSU en Fotografía y Producción de Video, que para este ciclo escolar, transformado en la Licenciatura en Fotografía y Producción de Video, no se adquirió equipo de fotografía, video e iluminación nuevo.

“A la fecha no se cuenta con equipos en esas áreas, dando lugar a una formación nula o muy deficiente en esos programas educativos, hecho, aún, más agudizado por el distanciamiento social derivado de la pandemia”, dice.

“... la mayoría de los docentes de estas áreas llevamos nuestros propios equipos para impartir las asignaturas en cuestión. Este hecho, obviamente, redunda en que nuestros equipos de fotografía e iluminación tengan un desgaste derivado por su uso intensivo, sin ninguna retribución o compensación económica por parte de la dirección de nuestra unidad académica, mínimamente, con la asignación de horas extracarga.

El tema más grave en el listado es el del nepotismo en la escuela.

Sobampo Báez señaló que el director del plantel, Adrián Ibarra Urquídez, desde principios de 2016, gestionó, por recomendación y sugerencia de su cuñado Jorge Luis López Martínez, el nombramiento de Encargado de Control Escolar, para Yamil Gastélum López, quien es sobrino de éste.

A mediados del mismo año, Adrián Ibarra gestionó que su esposa Martha Alicia Jiménez Meza cubriera la plaza de Encargado de Servicio Social, y antes, a principios de 2016, Yamil también logró el nombramiento de su esposa Karen Medina Burgos como encargada de contabilidad en la misma escuela y Adrián Ibarra, para mediados del 2019, también logró colocar a su hermana Teresa Ibarra Urquídez como docente y a la hija de Jorge Luis.

“Todos ellos forman parte de una secta cristiana. Incluso, en la escuela, Adrián Ibarra Urquídez se refiere a Yamil como el ‘hermano Yamil”, agrega Sobampo Báez.

“La última de Adrián fue la inclusión de su hijo, Uriel, como empleado administrativo bajo el esquema de honorarios asimilables a finales de octubre del presente año”.

Otros casos de nepotismo en el mismo plantel es que el secretario Administrativo, José Ángel Astorga, gestionó que su hija Karely Astorga Mejía ingresara a dar clases de inglés en los TSU en Fotografía y Producción de Video y en la Licenciatura en Diseño y Arte Multimedia.

Juan Pedro Cervantes Ayala, actual secretario Académico y Director electo en octubre pasado, también gestionó que ingresaran como docentes a partir de 2018 los hermanos Romero Güémez, Jaime y Armando.

“No han gestionado mejoras materiales y recursos para el mejor funcionamiento y desempeño académico de nuestros programas educativos, pero sí han sido muy eficientes para dar empleos a sus familiares y amigos”, dice el escrito.

El docente también denunció que por muchos años se han venido realizando actividades para fomentar la cultura, como los talleres de verano de artes plásticas, que con el paso de los años se convirtieron en talleres sabatinos.

Sin embargo, estos talleres, en los últimos años, se han manejado con un importante grado de opacidad, como que no se entregan recibos de la escuela a quien paga por los cursos.

“Fue una de las observaciones que realizó la Auditoría Interna de nuestra universidad. Sí se realizaron depósitos a la cuenta concentradora de la universidad hasta mediados de 2019, pero no sabemos si en su totalidad”, recalca.

También destacó el gandallismo por la extracarga de trabajo y su respectivo pago, que con la llegada de esta comunidad a la escuela se ha quedado en manos de los hermanos cristianos y personal de confianza, además de una compensación a su salario normal.

“Peor aún, en sus horarios de labores administrativas de confianza se programan asignaturas en la modalidad de extracarga. Más aún, algunos de ellos están estudiando maestrías y doctorados”, denuncia.