"Desde la Operación Cóndor, Sinaloa arrastra cerca de 40 mil muertos: Adrián López Ortiz"

Desde la Operación Cóndor, implementada en los años 70, en Sinaloa se han registrado cerca de 40 mil muertos, dijo Adrián López Ortiz, director general de Noroeste.

El directivo participó en el Décimo Primer Congreso Nacional Universitario de Debate, que organiza la Fundación Mar Adentro de México y la Casa del Maquío, el cual empezó este miércoles y concluirá el sábado próximo.

Este congreso reúne a estudiantes de diferentes universidades de la República Mexicana con el objetivo de fomentar la conciencia y análisis del acontecer social, cultural y político actual.

Por una Cultura de Paz, es el tema principal de este encuentro nacional que fue abierto con la conferencia que impartieron, Tatiana Clouthier Carrillo, diputada federal y Pedro Kumamoto, primer diputado independiente en Jalisco.

López Ortiz reiteró que son cerca de 40 mil muertos sin contar desaparecidos, y otros fenómenos de la violencia.

A los estudiantes expuso que con la Operación Cóndor, fue la primera vez que el gobierno mexicano reconoció, al menos en el México moderno, que se tenía un problema de crimen organizado.

El gobierno recurrió al Ejército, quienes hicieron 'barridas' y ocasionaron el llamado 'efecto cucaracha', lo que significa que sacaron a los criminales de Sinaloa, y muchos terminaron en Jalisco, Baja California.

En esta plática, López Ortiz expuso niveles de impunidad en el país hasta del 99 por ciento.

Llaman a universitarios a construir paz desde la sociedad civil

Buscar justicia, un reto que se tiene. Recordó que la paz no se construye pintando palomitas blancas, o cantando.

"Es un concepto bastante duro, bastante complicado de bajar a la realidad, no se trata de contar noticias buenas, se trata de construir estado de derecho, se trata de construir justicia", planteó.

En la plática, López Ortiz también expuso la experiencia que ha tenido al frente de Noroeste.

Señaló que el crimen organizado tiene su estrategia de comunicación y como ejemplo citó los casos de las narcomantas.

Antes, indicó, cuando en las calles se ponían mantas, los medios reproducían esos mensajes.

Recordó que cuando fue director de Noroeste Mazatlán pusieron una narcomanta en un punto de esa ciudad y como medio cubrieron el hecho, tomando fotos y por lo novedoso, las publicaban en la portada.

Transcribían el texto, corregían las faltas de ortografías y hasta las ocho columnas le daban, donde un cártel, acusaba al otro.

En un siguiente caso, prosiguió, se colocó otra narcomanta, sin embargo, el tratamiento que Noroeste dio fue diferente.

Esa información, ya no se envió a portada, sino a interiores y la foto fue tomada de lejos, y el texto fue difuminado.

En la nota no se transcribió el texto y únicamente se redactó que se había dejado esa narcomanta en determinado lugar.

Al día siguiente, dijo, esa misma narcomanta, pero con un tamaño más grande, fue colocada en la banqueta de Noroeste, sostenida con dos cabezas.

Comentó se dan cuenta que como medios se volvían replicadores del discurso, y ha sido muy difícil sostener decirles que no. Añadió de los límites en los medios.