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"Columna semanal"

"Educación en la Familia: Estamos de vacaciones"

"En el tema de educación, no hay vacaciones. No podemos detener y luego retomar, porque damos para atrás."
EDUCACIÓN EN LA FAMILIA

Sicóloga Yolanda Waldegg de Orrantia

En el tema de educación, no hay vacaciones. No podemos detener y luego retomar, porque damos para atrás.

Es tiempo de vacaciones, pero la idea es cambiar de actividades un poco y, además, liberarnos un poco del horario.

El tiempo es tiempo y es un bien no renovable, de modo que dejarlo pasar “papando moscas” es una irresponsabilidad, en este caso de los padres.

Lo ideal es tener un plan de vacaciones. A lo mejor hay posibilidad de salir y cambiar de aires, pero seguro no será por todas las vacaciones.

La mayoría no estamos nadando en dinero, entonces salgamos o no, tiene que aprovecharse.

Es tiempo de apuntalar virtudes, que se van aflojando en el corre y corre del diario, pero antes que nada, los hijos necesitan papás y es el momento que los disfruten.

Habría que hacer un examen de si tienen, en qué condiciones los tienen. A ver si los hijos se han vuelto algo desmadrocillos, si hacen muchos berrinches, si no obedecen a la primera, si pelean mucho, ¿no estarán queriendo la atención de sus padres?

Porque hoy día, puede ser que papá y mamá estén ahí, pero cada vez que los buscan, están escribiendo en sus móviles contestando o dejando recaditos, checando correo o si alguien puso algo, probablemente “jajaja”, viendo videítos o jugando; eso no es tener papás.

Entonces, un buen modo de aprovecharlas, es ver si hay adictos a ese tipo de cosas en la familia y quitarnos la adicción.

Es una falta de respeto a las personas que cuando nos hablan, no se les preste atención como es debido por estar con los ojos y la atención puestos en el aparatito, y con la familia, además de falta de respeto, el mensaje que mandas es “no eres importante para mí” y los hijos no son tontos, lo entienden clarito.

¿Qué tal una caja de aparatos, donde todos depositen el suyo y horarios para revisarlos ratitos y horarios para jugar o lo que sea con límite de tiempo?

Lo importante es recobrar la convivencia, la comunicación y saber qué pasa por sus cabecitas.

Si en algo se debe poner más atención en esta temporada es en hacer cosas juntos y con cada hijo, para movilizarlos y para que quieran, se necesita planear actividades que les puedan ilusionar, como redecorar sus recámaras, aprender a cocinar o a cultivar comestibles, porque cuando se hacen cosas juntos, no es que se estén callados, salen las bromas, las pláticas de esto y lo otro y nos vamos enterando de muchos detalles que ayudan a conocerles mejor.

Y ellos se enterarán de cosas nuestras; de cuando éramos chicos o de lo que traemos entre manos en el momento, y nos unimos como familia y fabricamos momentos memorables para su equipaje cuando crezcan y abandonen el nido.

Tareas como revisar el clóset, sacar lo que ya no les queda o no sirve, o juguetes que se quedaron chicos, separar para regalar, para tirar, para vender; hacer una venta de garaje y sacar algún dinerito, seguro les interesará y lo pasarán bien.

Ir al cine y a tomar un helado con cada uno particularmente, se presta para comentar lo que vieron y orientarles en lo que se puede aprender de lo que sucede en la película; dar criterios y hacer observaciones, y también darnos cuenta cómo piensan.

Hay que reforzar virtudes que se necesitan en todo momento y es la oportunidad; por ejemplo, la alegría, que no se estén quejando que se aburren, que el calor, que no quiere ayudar en nada, molestándose o enojándose; a la sobriedad y la templanza no les damos mucha importancia, pero son la base de tantas otras y consisten en no pasarnos, en distinguir entre lo razonable y lo inmoderado.

Dominarlas ayudará a utilizar razonablemente los cinco sentidos, el tiempo, dinero, esfuerzo; claro, con criterios rectos, si no, no hay virtud y para practicarlas se necesitan tareas; uno barre, otro atiende al perro, otro lava trastes o pone la mesa o hace la cena y se rolan con horarios, claro, para levantarse y desayunar porque no es posible que quien se encarga de eso se pase el día ahí, así serán vacaciones bien aprovechadas.