El pedazo de playa que sobrevive en Culiacán, sin turismo ni apoyos
Al sur de Culiacán, en la sindicatura de Emiliano Zapata, la comunidad de Península de Villamoros resguarda la Bahía La Guadalupana, el único tramo de playa que le queda al municipio tras la creación del municipio de Eldorado en 2024.
En esta comunidad viven más de 800 personas que, pese a tener acceso al mar, carecen de infraestructura para el desarrollo local.
De acuerdo con el comisario José Manuel Reyes Ramírez, no hay espacios recreativos en buen estado, el transporte escolar depende de calles de terracería, no cuentan con centro de atención médica y no existe infraestructura turística.
La mayoría de los habitantes, dijo, se dedica a la pesca de ostión, almeja, caracol, pata de mula y pescado, así como a la siembra de cacahuate y ajonjolí. Sin cooperativas ni redes de comercialización, dependen de intermediarios y enfrentan ingresos inestables.
En ese contexto, Reyes Ramírez propuso la construcción de un malecón en la bahía como una forma de generar empleos mediante el turismo local, con pequeños negocios administrados por los propios habitantes.
La iniciativa no busca apoyos asistenciales, sino oportunidades para que la comunidad sea autosuficiente, señaló.
“Un malecón con lo que se ocupe aquí, por si hubiera restaurantitos así. Pero que dependiera de la comunidad, para que hubiera empleos para los mismos de la comunidad de la península de Villamoros... Aquí estamos en una parte que no está explotada como turismo, pues. Sí está explotada como de pesca, pero a veces tampoco tenemos buenos ingresos porque ya ves que no hay suficiente, a veces no nos sirve la marea, no sacamos ni para la gasolina, entonces nosotros tenemos a nuestros hijos en la escuela, tenemos que tener ingresos para mandarlos”, expresó.
“La idea de pedirles la petición al Gobierno, al Presidente que nos apoye con un buen turismo para el beneficio de la comunidad para que haya ingresos, para tener una vida digna y vivir mejor”.
Un inmueble abandonado compone el centro de salud que fue construido hace más de 20 años. El cascarón, que solo funcionó dos años, está a unos metros de la casa ejidal y de la única escuela primaria que hay en la comunidad.
“Esta construcción fue para que fuera un centro de salud para la comunidad, pero está cerrado, no tenemos ni medicamentos, no tenemos doctor, no tenemos nada. Ocupamos algo aquí para la comunidad, para primeros auxilios, para un piquete de alacrán o para que (cuando) nos dé una emergencia poder acudir”, apuntó Reyes Ramírez.
La última obra pública realizada en Península de Villamoros, según el comisario, fue hace tres años: la construcción de un puente con una inversión superior a un millón de pesos. No obstante, la comunidad ha solicitado la rehabilitación de varios puentes en mal estado, uno de los cuales ha sido escenario de accidentes.
Piden, además, el mantenimiento de una techumbre oxidada en la cancha y el relleno de al menos 2 kilómetros de camino por donde transita el transporte escolar.
Un parque que había sido aprobado no se construyó; un vecino lo cercó con alambre y sembraron árboles que no resistieron la sequía.
Por esto, el comisario insiste en la necesidad de contar con un espacio digno para la niñez, como medida preventiva ante contextos de inseguridad y falta de actividades recreativas.
“En la actualidad es lo que debemos inculcarles a nuestros hijos, para podernos desenvolver con ellos, porque ahorita tanta delincuencia ya agarran otros caminos, entonces qué mejor manera de tener una buen parque, una buena cancha y una buena orientación de sus padres”, comentó.
La Bahía La Guadalupana está ubicada a aproximadamente 60 kilómetros de la cabecera municipal de Culiacán y es accesible por carretera a través de la ruta hacia Pueblos Unidos y El Tule.
Esta bahía es el único punto con salida al mar que conserva el municipio desde noviembre de 2024, cuando se independizó Eldorado y se quedó con las playas como Ponce, El Conchal y Cospita.
Actualmente, en la franja costera hay solo estructuras improvisadas con madera y palma utilizadas por pescadores, y no existen accesos acondicionados, mobiliario urbano para visitantes.
“No le estamos pidiendo al Gobierno cosas regaladas, de apoyos, de ayudas, le estamos pidiendo que nos genere empleos, más que nada empleos”, expresó el comisario.