Emilio canta para apoyar a su familia y pagar sus estudios; sueña con ser cantante profesional

CULIACÁN._ Emilio Zapien Meza es un joven de 16 años de edad, estudia el bachillerato y dedica varias horas del día a cantar y tocar la guitarra; combina su tiempo entre clases, tareas y el canto, lo que considera un trabajo que le permite aportar al sustento de su hogar y continuar sus estudios en el Cobaes número 60.

Vive con su madre y su hermano mayor, su padre murió cuando él apenas tenía 6 meses de nacido, razón por la que su abuelo fungió como figura paterna, quien también murió hace tres meses.

La partida de su abuelo lo ha impulsado a dedicarse más a la música y desear convertirse en cantante profesional, pues dice Emilio que antes de morir le prometió que lo lograría.

“Le dije: abuelo, no se si voy a seguir con el género sierreño o el Folk, y me dijo no importa, con que seas músico ahí voy a estar, y cuando estaba en el ataúd le prometí que lo voy a cumplir”, dijo Emilio.

Para poder hacerse de su guitarra tuvo que vender su teléfono, de manera que pasaron varios meses hasta que pudo comprarse uno nuevo.

“Cambié el teléfono por la guitarra, después me metí a trabajar a un restaurante y ahorré hasta que compré otro”, dijo.

Emilio explica que para tocar una canción se requieren muchos meses de práctica, paciencia, amor y pasión por la música.

“Para cantar una canción bien, tienes que practicar durante meses, porque tienes que aprenderte los rasgueos, los acordes, las letras, los tonos, los tonos de las cuerdas, son muchas cosas”, explicó.

Planea terminar el bachillerato para continuar estudiando música de manera profesional. Mientras lo hace, asiste en las tardes al puente del parque Las Riberas, donde canta sus canciones y recibe unas monedas de quienes lo escuchan al pasar.

“Cartas marcadas”, “Dos almas” y “Todo ya cambió”, son las tres canciones favoritas de Emilio, quizás porque le recuerdan un amor, a un ser querido que ya no está o simplemente porque las notas le llegan al alma.

“Me gusta como está la letra compuesta, los acordes, todo, es como un juego cuando te vicias y la quieres tocar otra vez y otra vez”, expresó Emilio Zapien.