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Emprendedor

Jesús Alberto vende pan en Culiacán, pero ha buscado innovar para ofrecer un servicio diferente

La jornada inicia desde la tarde del sábado y por más de 20 horas no tiene descanso; la jornada es extenuante, pero con el apoyo de su esposa la carga se aligera
30/01/2022 15:17

CULIACÁN._ Jesús Alberto Martínez Pérez es un joven de 34 años, padre de familia, con dos hijas pequeñas, y con muchas ganas de salir adelante se las ingenió para emprender una panadería ambulante.

A diferencia de su competencia, que ofrece el mismo producto casi en cada esquina, Jesús Alberto lo hace de una manera muy peculiar, pues vende el pan recién horneado gracias a un remolque que adaptó con los hornos de tres estufas.

Cada domingo asiste puntualmente al tianguis de la Huizaches a vender su producto. “Llueve, truene o con pandemia aquí estamos”, manifestó el joven emprendedor.

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La jornada inicia desde la tarde del sábado y por más de 20 horas no tiene descanso; la jornada es extenuante, pero con el apoyo de su esposa la carga se aligera.

Prepara 50 kilos de harina de los cuales salen aproximadamente 500 piezas de pan.

“Nada se queda, todo se vende”, dijo el panadero.

Formar la masa le lleva más de tres horas, pues el proceso es a mano, después de eso debe dejarla fermentar, lavar y engrasar las carteras de aluminio donde se hornearan las piezas de pan, posteriormente organiza todas las herramientas de trabajo y emprender el viaje hacia el tianguis los Huizaches donde venderá el producto.

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“Yo empiezo a las 6:00 de la tarde, porque se tiene que fermentar, lleva su proceso, a las cinco y media ya me puse el mandil y gorro y empecé a acomodar todo, a las 6:00 empecé amasar, terminé como a las 9:00 de la noche y aquí al tianguis llegue como a las 3:30 (de la mañana del domingo)”, explicó.

Utiliza un vochito desgastado para jalar el remolque con las estufas y transportar todas las herramientas que requiere para la venta.

“Todo en el vochito, este es un remolque y nada más lo jalo, pero antes sí metía todo ahí, subía y bajaba todo, las estufas en el techo, las vitrinas adentro y arriba, todo un circo”, relató.

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Al llegar al punto de venta desempaca todos los utensilios y herramientas, instala un pequeño toldo con el que se cubre del sol, acomoda una mesa y las vitrinas donde exhibe el pan recién horneado, prende los hornos, y espera a que alcancen la temperatura indicada para empezar a hornear.

“Empecé a hornear como a las cinco y media, prendo los hornos, espero que se caliente, ya empezando a hornear ya no paramos”, indicó.

Apenas mete las primeras carteras al horno, el aroma a pan caliente inunda el ambiente, con esta efectiva estrategia de markerting la gente llega, hace fila y espera unos minutos para adquirir el delicioso pan recién horneado.

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Jesús Alberto afirmó que esta estrategia le ha funcionado muy bien, ya tiene sus clientes que lo buscan con frecuencia desde hace varios años, pues el sabor y la calidad del producto es única.

Pan de mujer, conchas naturales, empanadas rellenas de cajeta, de piña, de philadelphia, y panpizza se venden al por mayor, directo del horno son entregados a los clientes sin pasar por el mostrador de exhibición.

“Es como hacerlos en la casa, con la estufa y el cilindro de gas, literal se vende como pan caliente, bendito Dios las vitrinas están vacías, desde que sale la charola se vende, antes de que se acomoden en la vitrina”, dijo Alberto.

Pero no solo trabaja los domingos, entre semana también hornea y vende pan, lo hornea por las noches en su domicilio y lo vende en la madrugada en el Marcado de Abastos entre los empleados que inician la jornada en las primeras horas del día.

“Lo vendo en el Mercado de Abasto, en la madrugada, lo hago en la noche y a las dos o dos y media llego al mercado con mis bandejas y ahí mismo lo ofrezco, de dos a cinco de la mañana lo vendo”, precisó.